Estaba mirando al frente, un maravilloso paisaje verde y fresco, se vislumbraba en todas partes.
Mis manos apoyadas sobre la fría baranda me daban el apoyo necesario mientras me balanceada un poco, estaba aburrida y no tenia nada mejor que hacer.
Pronto me encontré pensando en mi compañero y amigo Druig, estaba feliz de que decidiera volver a formar una comunidad y que quisiera tenerme a su lado.
Estaba enamorada de él, de una manera en que nadie sería capas de experimentar alguna vez pero como dije, teníamos una amistad y no quería perderla por mis tonterías.
De todos modos no se interesaría en mi de esa forma ¿Que tendría yo para darle?
—Mucho mas de lo que crees.
Su voz me hizo sobre saltar haciendo que una broma celeste se forma en mis manos y cambiara el color de mis ojos por un instante.Sus manos a un lado de la mías y su cuerpo detrás del mio causaron un cosquilleo en mi estómago.
—¿Acaso querés que te mate? Deja de asustar a alguien que podría matarte en un segundo.
—Evadiendo el tema como siempre, leo tus pensamientos y se que otra vez estas pensando en la misma tontería. —apoyó su mentón en mi hombro, noté como acercó sus manos a las mías generando una electricidad que al instante rompí al separarme.
—No evado nada y además, te he dicho que dejes de husmear en mis pensamientos.
—Si lo hiciera no sabría que ocurre contigo porque no hablas conmigo.
—Quizá no tenga nada para decir.
—Oh claro que tienes mucho para decirme y no escaparás. —impidió que bajara las escaleras de la cabaña y me devolvió al sitio de antes acorralandome.
—Debería patearte donde mas te duele, sabes que detesto que hagas eso.
—Mas me molesta a mi que reprimas tus sentimientos ¿O seguirás diciéndote a ti misma que no me amas?
—Al menos hasta que mi cerebro entienda que no es posible.
—¿Por qué? ¿Porque quieres o porque tienes miedo de lo que ti diga? Porque estoy muy seguro de lo que creo.
—¿A que te refieres? —me encogí en mi sitio ante su mirada.
—Me refiero a lo que pensabas antes de aparecerme por aquí.
—Ya se me olvidó.
—Quizá tuviera que ver con esa tontería sobre que no eres suficiente para mi, no lo entiendo ¿Porque no lo serias? Acaso no vez el enorme valor que tienes, eres bellísima y tienes una luz .
—Lo de la luz es por mis poderes. —comente fingiendo que no había entendido— Y si creo que soy bonita, solo...
—Vamos, di tu frase Natalie.
—No tengo nada que decir, Druig.
―Siempre deteste el hecho de que pensaras que no eres lo suficientemente buena para mi cuando en realidad lo eres todo. Detesto que todo este tiempo nos hallamos conformado con se amigos cuando en realidad nos amábamos, y mas aun el hecho de no haber hecho mas por cambiar esa opinión de ti misma.
―Quizá así debía ser, tenia que aprenderlo por mi misma. No te ofendas pero no eres muy bueno para dar mensajes motivacionales.
—No, quizá debimos hacer algo más por eso que no dejamos ser. Y si se que no soy bueno con las palabras, de ser así no estaríamos teniendo esta conversación.
—No quiero seguir hablando de esto. —me daba pena ciertamente.
Con mis poderes intente levitar pero Druig fue mas rápido y me tomó de la cintura envolviendo sus brazos en ella.
—Que mania tienes, suéltame— forcejeé pero fue inútil.—¿Me quieres? ¿Tanto como yo a ti?
—Claro que te quiero eres mi único y mejor amigo.
—Nath, no me quieres como a un amigo y ciertamente yo tampoco. Yo te amo, no soporto la idea de que aun no seamos más que eso, quiero todo de ti y eres la única persona a la que podré amar, porque lo tienes todo para mi.
—¿De verdad te sientes así? —sonreí de manera involuntaria— Estoy enamorada de ti, y duele tanto sentirme de esa forma, porque quiero ser suficiente para mi misma y poder demostrarte ese amor sin nada que lo detenga.
—Tal vez necesites tu tiempo y lo entiendo, pero que sepas que te amo con todo lo que eres y lo que tienes para dar. Hay mucho más de lo que puedes ver y por eso es que estoy perdido sin ti, si no invitas tomado ni mano aquel día no se que habéis sido de mi.
—Jamás te dejaría solo, te amo demasiado como para permitirme hacer algo así y se que sabes que me prometí cuidar de ti por siempre y eso hago.
Sus ojos se desviaron a mis labios un momento y luego volví a mis ojos, incliné mi cabeza para quedar a su altura pues estaba por encima ya que aun no me había soltado.
Sus labios tocaron los míos un instante.
Fue algo realmente mágico, simplemente dulce.
Volví a besarlo, esta vez fue un poco mas largo pero tenia esa sensación de gusto en mis labios. Poco a poco fue dejandome bajar y quedar sobre mis pies, no quería que terminara así.
Tomé su mentón con mi mano presionando levemente para ayudarlo a mi, fue astuto y comenzó el beso el dándome la intensidad que quería, podía sentir a través de sus besos cuanto sentía por mi.
Repitió la acción unas cuantas veces y luego tomo mis mejillas en sus manos.
—Eres todo para mi.
—De este modo me será más difícil mantenerme distante, tus besos son demasiado dulces.
—Y pueden ser tuyos cada vez que lo desees, amor mio.
Su agarre en mi cintura se intensificó y me pegó mas a su cuerpo.
—Bésame una vez más, por favor.
No tuve que pedirlo nuevamente, su pasión volvió a consumirme en un lento y sentimental beso.