―¿Qué se supone que estamos viendo? ―expreso confundido el de lentes. Ver como se sonreían hacia que quisiera llorar.
―¿Esto es nuevo? Porque lo odio. ―gracias Kingo por expresar mis sentimientos. Druig me miro por un momento pero aparte mi mirada rápidamente.
No dije nada, solo me fui de esa sala por unos instantes antes de que comenzara la reunión.
No me fui muy lejos y por lo visto hacia hecho más fácil a Phastos encontrarme.
―¿Ya están todos en la sala principal?
―No, pero no es eso de lo que quiero hablar.
―Si se trata de Druig, tampoco es algo de lo que quiera hablar.
―Ha pasado mucho tiempo ya pesar de eso no han solucionado lo que puso entre ustedes.
―No paso nada entre nosotros, yo me creí sus mentiras y viví en una relación que solo existía para mi.
―Por eso creo que deberías hablar y terminar de sacar ese rencor que llevas dentro.
―No me has visto en siglos, no sabes como me he sentido todo este tiempo, se que has pasado por cosas aun peores y te agradezco que estés aquí para amargarme pero hablar con él no es algo que desee justo ahora.
―Es una pena porque ya estoy aquí. ―Phastos se fue, murió al chico con expresión neutra y se fue.
―Es una pena que quiera que te vayas, quizá tengas que ir a hacer el tonto con Makkari.
―Escucha, lo que pasó.
―Ya paso y no hay nada que quiera que enmiendes, tampoco puedes y me alegro de que al final no hayamos separado. De hecho fui la primera en apartarme.
―Estaba confundido, debería algo por ti pero también por Makkari. ―negué ante sus palabras― No fue jamás mi intensión lastimarte.
―Jugaste con mis sentimientos y no te importo como pudiera sentirme. ―trataba de retener las lágrimas― Fui una estúpida al creer en tus palabras mientras por dentro te daba igual.
—En verdad lo siento pero no eran palabras vacías.
―No, no es verdad, no te sientes mal porque en ese momento eras feliz y lo que yo pudiera darte solo era una cosa mas que desechabas, nunca fui suficiente para ti. Quiero ser amada por alguien como amas a Makkari, quiero ser suficiente para alguien y dejar de llorar por alguien que no lo vale.
Su mirada dolida causaba una punzada en mi corazón pero cuantas veces le miré de esa manera y no pareció sentir un mínimo de dolor.
―Lo único que siento por ti es rechazo, el mismo que siempre tenias hacia mi pero que yo confundía con un mal día o una discusión, por eso te daba río espacio pero en realidad te dejaba respiras de mi pesadez para que pudieras estar feliz con ella. Hacen una linda pareja y la quiero, pero a ti no te quiero cerca, permití que me lastimaras pero ya no, ya no mas.
―Me arrepiento del daño que te hice y si hay algo que pueda hacer... ―no deje que terminara pues me fui del lugar dejándolo solo.
No quería sus disculpas, no quería nada de él.
Y me odiaba porque aún sentía ese amor que una vez me hacía sentir viva.
