Parte 2 del anterior para quienes lo pidieron ⚠⚠⚠ aja
Una vez más en este último mes me encontraba en la habitación de Druig, ya había leído todo lo que había buscado o me había dado y otra vez vivía por algo más.
Él no se encontraba y era algo bueno y malo a la vez para mi. Me gustaba estar en el mismo espacio pero últimamente demasiadas emociones ocupaban mi cuerpo cuando lo estaba.
Ya casi era una excusa estar aquí para sentirme cerca de él, hasta usaba su bata oscura cuando me daba frío en las tardes, incluso una vez me quede dormida en su sofá y luego me teletransporté a mi cama.
Habíamos generado aun mas confianza desde el día que intente escapar por ultima vez.
―Te vez preciosa. ―su voz causó un leve escalofrío en mi cuerpo.
―Gracias, supongo que estar cumpliendo veintiún años me sienta bien. ―respondí con gracia aun mirando un libro de la estantería de espaldas a él.
―Es cierto, olvidé saludarte por tu cumpleaños aunque recordé traer tu regalo hace días. ―volteé para verlo, estaba con su ropa postura con sus brazos detrás de la espalda― Pero me refiero a que te vez realmente preciosa hoy pero no soy capaz de notar cual es ese detalle.
―Quizá sea mi cabello, decidí cortarlo hoy de hecho. ―seguía viendo los libros esperando que alguno me gustara o que en realidad no haya leído ya.
―Que distraído. ―rió un poco― He de decir que te ves adorable.
―Que falso, ni siquiera a sabías que era. ―sonreí.
―He dicho que no podía darme cuenta pero si sabia que algo había. ―se acercó un poco mas a mi lado para husmear en lo que veía ―¿No encuentras nada bueno? ―negué― Que bueno porque mi regalo se trata de eso, no me agradezcas se que te encantaran la gran mayoría.
Quitó la tela que cubría el lote de libros y si un pequeño salto, tendría más tardes en su habitación leyendo a su lado o sola, aunque él disfrutaba mas de verme leer desde el otro lado de la habitación, mis expresiones faciales lo entretenían y lo entendía, su cabaña era algo solitaria.
―De verdad, muchas gracias Druig. Eres increíble. ―me lancé a abrazarme y luego lo solté dando un golpe inofensivo en su brazo― Te fuiste sin mi al mundo, prometiste que igual me llevarías contigo.
―Quería que fuera sorpresa y ya tendremos tiempo de ir.
―Aun con esa traición, gracias. Ya tengo nuevos novios literarios e imaginar que soy yo quien esta en la historia.
―Adiós a la esperanza de tu madre de que tengas una pareja y le des unos hermosos nietos.
―Al diablo con eso, tengo mucho por leer y ningún hombre es digno de semejante chica. ―de hecho uno si lo era, estaba justo a mi lado y no era posible.
Rió por mis palabras, su cercanía me ponía cada vez más de los nervios ―Me gusta el hecho de que pueda compartir algo tan sencillo pero tan significativo para nosotros.
―A mi también, me gusta hacerte compañía. Te ves menos amargado cada día. ―fruncí mi nariz en un gesto infantil.
―Tengo a alguien que me mantiene distraído todo el día con sus niñerías a pesar de cumplir veintiún años.
―Es entendible tantos años en este mundo te amargan, necesitas algo de juventud pero no absorbas mi energía no quiero envejecer tan rápido.
―Si pudiera te daría la mitad de mi vida para poder tenerte a mi lado un poco mas. ―mi sonrisa fue mas bien una mueca triste.