Ambos siendo demasiado orgullosos cuando discuten y no dan el brazo a torcer tan fácilmente.
Seguirían hablando de manera altanera y egocéntrica hasta el punto en que se hartan de ustedes mismos y de no poder tener una discusión normal.
Se alejarían por un rato pero luego de casi explotar, es Druig quien va en tu búsqueda para arreglar la situación, lo que no quiere decir que su actitud tonta y quieras abofetearlo.
Pero se amaban mas que a nadie en todos estos siglos y no podían permanecer peleados por mucho, no lo soportaban.
Nada que un beso en tu frente y luego unirlas para regresar a sentir esa paz que Druig le otorgaba con su sola presencia.
—De verdad, a veces quisiera abofetear tu bello rostro.