Los labios de Druig se movían mientras se suponía que estaba hablando pero era incapaz de escuchar nada y solo concentrarme en ver su boca, aunque de vez en cuando miraba en otra dirección cuando sus ojos se centraba en mi o miraba sus ojos también pero la vergüenza de estar pendiente de ese detalle hacia que mi rostro quisiera arder.
Entonces mis labios se estamparon en los suyos cuando se suponía que debía responder a su pregunta.
Dándome cuenta de la terrible estupidez que había hecho me separé abriendo mis ojos con una expresión temerosa.
―Lo siento, no se en que pensaba.
Sali de allí mas rápido de lo que nunca creí que podía correr con este maldito atuendo de esta época.
Por lo que resto del día evitaba cualquier contacto con Druig, incluso este intentaba acercarse pero de la nada inventaba algo para hacer y que según era muy importante, bueno ayudar a madurar las cosechas era importante pero no como para estar todo el día escondida detrás de los pequeños arboles de tomate.
Había veces en las que algunos niños se acercaban diciendo que el eterno tenia algo importante que decir, incluso Sprite se había unido a la lucha para que Druig pudiera decirme en la cara lo irrespetuosa y tonta que había sido.
Kingo casi logra engañarme diciendo que debía acompañarlo porque había algo que no entendía pero no me decía que era, Phastos solo negaba y juró que si no hablábamos como los adultos que en realidad éramos nos tomaría de la nuca y nos pondría frente a frente para hablar, adoraba a mi padre siempre tan paciente, de todos aquí era con quien mas empatizaba y me escuchaba por eso lo considero como una figura paterna.
Pude tener un momento a solas para poder pensar en lo que había sentido con ese beso, había sido como un golpe de adrenalina, por un instante sentí emoción y felicidad, había sido justo como había imaginado que se sentirían sus labios, era una tonta enamorada y cobarde por no confesarlo.
Dejaba pasar la tarde, el atardecer y por ultimo la noche mientras estaba en el mismo sitio, desde aquí podía ver a algunas personas ir de un lado a otro antes de irse a dormir.
A la lejanía logre ver a Druig caminando hasta que se perdió entre los arboles, no me cuestione mucho cuando comencé a bajar los escalones con cuidado de no caerme, no moriría pero si me llevaría un buen golpe y no quería que alguien viera lo torpe que soy, sobre todo cuando tiene que ver con cierto eterno.
Camine con cuidado recordando el camino que se suponía había tomado, no creía que hubiera ido tan lejos considerando que Ajak nos pide quedarnos lo mas cerca posible en caso de que ocurra algo.
Entonces lo vi de espaldas sentado en el suelo, parecía estar despejando su mente mientras veía el cielo estrellado, era realmente hermoso, también lo era Druig.
Vi como una sonrisa se asomaba por su perfil y no pensé demasiado sentándome a su lado.
―¿Podrías olvidar que te besé? ―solté cuando me arme de valor para hablar.
―No no puedo. ―el condenado sonrió mientras me miraba.
―Era una orden mas que un pedido. ―contesté en tono serio.
―¿Por qué querría olvidar algo así?
―Porque fue algo tonto y no debí hacerlo.
―Fue muy dulce y me preguntaba cuando ibas a hacerlo. ―acercó su rostro al mío.
―De verdad es imposible hablar algo serio contigo.
―Pero no te vayas— me tomo del tobillo impidiendo que siguiera―, no entiendo tanto malestar, es un beso y no estoy molesto porque me lo hayas dado.
―Druig, suéltame. ―golpee su mano pero en su rostro hacia un gesto de diversión. Se levantó del suelo y quedo frente a mi― Me siento avergonzada por mi comportamiento, en cuatro mil años compartiendo esta misión jamás había hecho algo así.
―Es cierto cuatro mil años y solo he recibido un beso de tu parte. ―expresó con una falsa mueca de desacuerdo― No pasa nada, si no me hubieras tomado desprevenido creo que aun no te habría soltado.― su cercanía y altura estaban poniéndome nerviosa, el viento movió mi cabello y rápidamente lo puse tras de mi oreja sin perder de vista sus movimientos.
―No lo se es que a veces eras tan... tu, que no sabría como reaccionarias.
―Pues como un tonto al tener tanta suerte. ―fue su turno de tocar mi cabello devolviéndolo a mi espalda― Y no me gusta quedarme con ganas de mas y creo que eres consiente de que ese beso a sido tristemente demasiado breve para mi. ― una sonrisa mas amplia comenzó a formarse en sus labios además de acortar la distancia que había entre ambos haciendo que yo retrocediera pero algo de esto también me hacia sonreír.
Ahí estaba la misma emoción de hoy en la mañana, esa felicidad extraña solo que ahora hacia como si quisiera esquivar su intención.
―Solo ve como es un beso y no es algo terrible.― alcanzo mi brazo pegándome a su torso con algo de fuerza y luego tomando mi mentón para besarme, no podía moverme solo seguirle hasta que por ninguna razón real me separe de él― ¿Lo ves? Ha sido estupendo ¿No lo sientes así? Aunque creo que necesito otro para confirmarlo. ―sus manos se escurrían por mi espalda sin dejarme escapatoria mientras daba repetidos y cortos besos en mis labios y mejillas.
―Si ya lo he sentido. ―no pude evitar la risa mientras evitaba que siguiera con sus tontearías― Druig, en serio debes calmarte, me ha quedado claro tu punto y gracias por no reaccionar mal a mi gesto.
―Nunca podría enojarme por algo que venga de ti. Solo que sepas que este no será el final de lo que hay entre nosotros, lo se.
―¿Es una amenaza o una proposición?
―Creo que ambas. ―ambos reímos. Tome sus mejillas y entendió mi intensión dando paso a un largo, lento y romántico beso, era como si ambos quisiéramos devorarnos con solo un beso y que bien lo hacia, sabia como hacer que mi corazón estuviera a punto de explotar.
―Lamento tener que romper este momento pero ya es hora de que regrese, es tarde y estar aqui casi en la oscuridad me pone nerviosa.
―No temas yo te protejo, bella dama. Pero esta bien te acompaño a tu sector, algún día puedes pasarte por el mío, no comparto lugar con ninguno, al parecer soy algo difícil de tratar, no tengo idea de a que se refieren.
―Yo tampoco tengo idea la verdad.― respondí con sarcasmo en la voz y luego deje salir una risilla― Y además ¿Acaso se me esta insinuando, señor Druig?
―No lo se tal vez, depende de lo que estemos pensando. ―negué divertida.
El camino fue corto pero aun así la conversación no termino hasta que nos despedimos.
Desde el pequeño templo que aun no estaba completamente construido podía ver a Ikaris mirando en nuestra dirección con una expresión sería y algo acida, sobre todo dirigida a Druig, al cual dejo de ver cuando desapareció de su campo de visión y luego se dirigió a mi y aun cuando sabia que le miraba no apartó la vista, preferí solo entrar e ignorar ese extraño momento.
