Los padres de Faith Sarah Faust fallecieron cuando ella apenas era una niña, agónico de dolor su abuelo decide alejarla de Forks y de todo lo que el pueblo acarrea... Mas no se puede mantener alejado un hilo rojo por durante tanto tiempo ¿O si?
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— ¿Me extrañaste Luke? —Pronuncio el joven a duras penas parpadeando un par de veces a causa de la claridad que le inundaba la vista.
—Simón —Susurró su hermano acuclillándose a su lado, Faith les miraba apartada. — ¿Como te sientes?
—Afiebrado... Pero vivo —Tosió el joven recobrando la conciencia de a poco, dio un vistazo rápido a su alrededor para detenerse directamente en la joven, intentó abrir sus ojos lo que más pudo mientras le miraba directamente. —Faith Sarah Faust —Pronuncio casi como si se le hiciese placentero, la joven al escuchar su nombre no pudo evitar acercarse un par de pasos. —De haber sabido lo guapa que eras no me hubieses conocido postrado en un sofá —Sonrió de forma lobuna, Faith esbozo una mueca parecida a una sonrisa nerviosa mientras que Luke le miraba con una ceja alzada. —Soy Simon.
—Veo que ya conoces mi nombre —Asintió la castaña, el joven musculoso iba a responder más su hermano se le adelantó.
—Será mejor que descanses Simon —Sugirió a lo que él sujeto en cuestión intentó incorporarse en su lugar con una mueca de disgusto.
—No... Gracias, siento como si hubiese dormido por días, estoy bien —Concreto aunque era evidente que le costaba horrores realizar movimientos. —Además, soy licántropo, estaré perfectamente en un par de horas, lo peor ya sucedió —Aseguro esta vez con un notable mejor tono de voz, aunque Luke no parecía estar seguro de aquello. — ¿Donde está Willie? Muero por verlo —Simon sonrió, pese a estar demacrado era un joven atractivo.
—Con la familia de Faith, ella lo envió a casa a dormir —Luke señaló a la castaña quien aún permanecía cruzada de brazos.
—Tu también deberías hacerlo, no duermes una buena siesta hace semanas —Señaló el joven desde el sofá, Luke pareció dudar, su mueca mostraba negatividad.
—No creo que sea una buena idea...
—Yo le cuidó —Anunció rápidamente la joven dando un paso adelante, Simon sonrió ahora en su dirección. —Ve y descansa, lo necesitas más que yo —Reconoció mirando fugazmente al mayor, ciertamente lucia cansado, la preocupación que tenía por su hermano evitaba que los párpados se le cayesen. —Te llamaré si necesito ayuda.
—Tranquilo Lukie, estaré en buenas manos —Guiño un ojo a su hermano quien solto un bufido rodando la mirada, su hermano era excepcional, excepcionalmente arrogante.
—Avísame si necesitas algo, hay comida en la nevera —Indico Luke antes de despedirse de ambos para ir directamente hacia su habitación.
La noche aún no terminaba, parecía infinita, aunque Faith lo adjudicó a estar en la montaña, allí los días eran más cortos y las noches mucho más largas. Apenas observó a Simón su teléfono comenzó a sonar, era Seth, dudo en contestar, en Estados Unidos era de mediodía por lo que era normal que llamase a esa hora, le echó una mirada de reojo a su nuevo conocido y decidió que no atendería, la primera razón era que el pensar mucho en el pelilargo le hacía daño, la segunda era que no quería descuidar a Simon, podría necesitar cualquier ayuda y ella debería socorrerle, se lo había prometido a Luke.
— ¿Alguien importante? —Preguntó el joven, ella le miró desconcertada. —Por tu cara parecías... Angustiada.
—Descuida, no era nadie —Suspiró, aquellas palabras le habían dolido, más no quería hablar sobre el tema.
Se dejó caer en el sofá a una distancia prudente de Simón, no quería lastimarle o invadir su espacio.
—Gracias por quedarte conmigo, Luke me habría echo dormir hasta el cansancio —Sonrió el joven quien parecía de mejor ánimo, poco a poco iba recuperando el color dorado de su piel.
—No hay de que.
— ¿Planeas quedarte? —Preguntó mientras se acercaba apenas a donde Faith se encontraba, ella pareció dudar, no supo bien que era lo que debía responder.
—Tal vez... Un tiempo corto, es decir, no podría alejarme de Forks demasiado tiempo —O mejor dicho: No podría alejarse de Seth, más lejos estaba más sentía que su corazón se estrujaba de dolor.
—Habría sino genial, es decir, por fin podríamos tener una manada —Simon sonrió con decepción, Faith entrecerró los ojos frunciendo el ceño.
— ¿No tienen... Una manada? —Preguntó mientras que le joven a su lado negaba con la cabeza para luego mirarlo.
— ¿No lo sabes? —Faith frunció aún más el rostro.
— ¿Saber que?
—Luke, Wilhem, tu y yo somos los últimos de nuestra especie —Pronuncio desganadamente, aunque intento sonreír para alivianar el ambiente no pudo esbozar ninguna mueca. Para Faith aquello sonó lo bastante duro como para quedarse pasmada un par de segundos, apenas si se había enterado de que ella pertenecía a una especie de licántropo que vivía en las montañas y ahora era una de las únicas en su especie. —Los hijos de la noche se reproducen rápido, ellos contagian con su mordida y atacan en manada —Explico dispuesto a continuar. —La mayoría de los licántropos de la montaña mueren por ello —Sopesó el, Faith se quedó callada, no sabía qué decir.
—Lo siento, no lo sabía —Susurro, el joven posó una mano en su hombro.
—No lo sientas, no es tu culpa —Sonrió, esta vez Faith le miró más relajada. — ¿Te apetece charlar? O mirar una película, no hay mucho que pueda ofrecerte, tal vez... Juegos de mesa o... Canciones con mi guitarra, bocadillos... Lo que tú prefieras —Simon observó en diferentes direcciones buscando algo que ofrecer a la joven.
Ella, a sus ojos, era bellísima, incluso más que cualquier humana, Faith era la primera licántropo que conocía en su vida, siquiera las vampiras le atraían tanto, no sabía si era por su carácter o su belleza lo que le encantaba, no es que estuviese flechado, simplemente Faith le atraía como persona.
—Me quedó con los bocadillos.
__________________________________ Booooenas! Volví de viaje así queeeee actualizaciones everywhere dea
