Los padres de Faith Sarah Faust fallecieron cuando ella apenas era una niña, agónico de dolor su abuelo decide alejarla de Forks y de todo lo que el pueblo acarrea... Mas no se puede mantener alejado un hilo rojo por durante tanto tiempo ¿O si?
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Todo volvió a la normalidad al amanecer, Seth le arrojó una de sus camisas a la joven quien había destrozado la mitad de su ropa en la transformación, Faith tenía tal tamaño que no entraba por la ventana del cuarto de Seth por lo que tuvo que vestirse fuera e ingresar. Sus ojos estaban en el suelo cuando saltó dentro, más cuando levantó la vista sucedió lo que muchos creían era inevitable, observó a Seth frente a ella, llevaba unos shorts nuevos y no tenía camisa, pero sus ojos vieron más allá de lo físico, indagaron en su alma haciendo que, por un momento, se quedase sin aire, que sus ojos se llenasen de lágrimas y que esa persona se convirtiese en su todo para toda la vida. Seth sonrió y la castaña corrió a abrazarle.
—Así que así se siente —Corroboro soltando un suspiro reparador, Seth sonrió aún más. —Ser un loco enamorado.
—Creo que esto es lo mejor que me ha pasado en toda la vida —Seth soltó una carcajada de tranquilidad que acompañaron a aquellas palabras. —Tenía tanto miedo de que te imprimaras de alguien más —El lobo le abrazo aún más fuerte.
—Era imposible —Ella frunció el ceño.
—tal vez si, tal vez no, no lo averiguaremos jamás —Sonrió con gracia. —Vamos a dormir —Sugirió el joven palmeando la cama una vez que se hubo arrojado a ella.
Esa noche fue la primera vez que Faith se cómodo en el pecho de Seth para dormir, era caluroso pero estaba cómoda, ahora ella también estaba dotada de una temperatura sobrenatural, cualquiera de los ambientes que cruzase se le hacía un sitio cálido. Durmió, la mayor parte de la noche, incomoda ya que no estaba acostumbrada, la otra pequeña parte de la paso despierta pensando sobre su transformación, aquello marcaba una nueva etapa en su vida, ahora comenzaba el camino para el cual estaba destinada, estaba ansiosa por volver a ser un lobo gigante.
Seth le despertó temprano ya que su madre había preparado el desayuno, además de que debía encaminarse a su casa para contarle a su abuelo de la transformación, se sentía algo avergonzada, como cuando le había llegado la regla por primera vez, pero estaba segura de que se le pasaría pronto.
—Su transformación fue fenomenal —Exclamó Seth con entusiasmo mientras se sentaba en una silla junto a Faith. —Apenas puedo creer que Faith sea aún más grande que Sam.
— ¿Y la transformación fue antes o después de que...? —Leah fue interrumpida por la tos frenética de su hermano, se había atragantado con café al especular cuál sería el rumbo de la pregunta de su hermana. Sue le dio unas palmaditas en la espalda acompañado de un suspiro.
—Deberías beber más despacio —Sugirió su madre, Seth sonrió como cachorro mojado.
—Si Seth, deberías tener más cuidado —Leah parecía saber lo que ambos estuvieron a punto de hacer, eso le avergonzaba a Faith aún más. —Bueno, ahora podemos salir a dar paseos nocturnos —Leah se giró para mirar a Faith, su idea no era incomodarla.
—Me agrada la idea de salir a cazar vampiros —Faith entrecerró los ojos, Leah sonrió captando la indirecta.
—Te enseñaré cómo arrancarles la cabeza de un solo tirón —Asintió la morocha.
—Bien —Concreto la castaña. —Tengo que ir por Jacob ¿Me acompañas? —Le preguntó directamente a la chica, a Seth le agradaba que Faith se llevase bien con Leah, pocas personas habían tenido la oportunidad de agradarle a tal arpia, Leah se encargaba de asustar a todas las chicas que él había llevado a casa, pero Faith era su impronta, las cosas eran diferentes bajo ese criterio.
—Será un placer salir de aquí —Manifestó con simpatía.
—Estaré en el taller trabajando toda la tarde ¿Las veo en la noche? —Pregunto el pelilargo, ambas le miraron.
—Puedes pasar una noche sin tu impronta —Leah enarcó una ceja. —Está noche es noche de Faith y Leah, sin hocicos entrometidos —Declaró sacándole la lengua, en forma de burla, a su hermano.
—Bien, tomare la guardia de la noche, pero en cuanto regrese —Seth miró directamente a su hermana. —Y si mi impronta quiere —Esta vez miró a Faith. —Le secuestrare para llevarle a mi cuarto.
Ese fue el trato que cerraron con Seth y tras concretar aquel pacto ambas se encaminaron a la casa de los Black que estaba a pocos metros de allí, Jake se encontraba junto a Sam deliberando algunas cosas cuando él abrió la puerta quedándose completamente perplejo.
— ¡Demonios, por fin sucedió! —Sonrió Jake y le abrazo sin que ella dijere una palabra. —Bienvenida a la manada... Al menos hasta que puedas liderarla.
Faith sonrió esbozando un suave "Gracias" antes de pasar al interior de la casa seguida por Leah quien aún se sentía algo incomoda por el echo de estar en el mismo ambiente que Sam Uley, el sujeto en cuestión levando a Faith del suelo y le arrojó al sofá de forma cariñosa tras festejar su metamorfosis.
— ¿Sabes que Jake? Yo que tú tendría miedo, oí en la mente de Seth que su tamaño dobla el tuyo —Enunció Sam, Faith rodó los ojos.
—Exagera —Bufo la joven soltando una sonrisa. —Además, apenas puedo no chocar rocas y... Cosas.
—Tienes que empezar a entrenar, cuanto antes —Sugirió Jake mientras Leah se acomodaba junto a la castaña en el sofá.
—Yo creo que aún hay que darle su tiempo —Sugirió la morocha, Sam pareció dudar.
—Jacob tiene razón, son tiempos complicados, es mejor que Faith sepa defenderse —Sentenció para luego mirar a la joven. — ¿Crees que estés lista para todo esto?
Faith dudo ¿Estaba lista? Realmente no lo sabía, estaba lista para ciertas cosas, había otras que realmente le costaba afrontar.
—Supongo —Contestó dudosa, todos lo notaron.
—No tienes que tomar el mando de la manada si no quieres, podemos postergarlo hasta que estés lista, pero tienes que aprender a luchar contra los vampiros u otros lobos de forma urgente, no sabemos con qué podemos toparnos —Propuso el alfa, ella asintió.
