MIDNIGHT |Seth Clearwater|

51

El sentimiento por alguien más

—Entonces... ¿Como funciona? —Preguntó detenidamente, incluso parecía un chico serio, alguien responsable.

—Nosotros... Somos amigos —Señaló con el dedo varías veces hacia la distancia que los separaba. —Y eso es lo que está bien.

— ¿Lo que está bien? —Repitió con el ceño fruncido, como si no entendiera del todo. —Para ti está bien, para mi... No lo sé —Pensó un momento antes de continuar. —Pensé qué tal vez, siendo los últimos de nuestra especie, sería adecuado estar juntos —Alzó las cejas, Faith había entendido lo que él quería explicar, entrecerró los ojos.

— ¿Y luego que? ¿Quedarme aquí atrapada con ustedes? —Alzó una de sus cejas mirándole atónita, Simon se quedó sin nada que decir, le había sorprendido cuando descarado había sonado aquello. —Lo siento, no quise decir eso —Repuso al ver cuán dura había sonado, el rostro de Simón se deformó, —Estoy imprimada de alguien —Confeso para sorpresa del joven quien se rascó la nuca al instante.

—Yo... No lo sabía, nunca habías hablado de eso —Suspiró nervioso, apenas podía mirarle, era un idiota. —Lo siento.

—No lo sientas, pero no es algo que podamos elegir —Explicó despacio entendiendo qué tal vez se había apresurado mucho al hablar, últimamente no cargaba con el mejor humor. —Seth es una persona especial, pero hablar de él estando tan lejos me hace daño —Repuso rápidamente ladeando su cabeza, rápidamente se dio cuenta de que le había costado pronunciar su nombre, como si aquello le quemara el alma, se preguntó cómo lo estaría pasando él, era evidente que la respuesta no era seria alentadora. —Regresemos, debo preparar la cena —Comento agria, intento poner de su misma para sonar convencida más no lo logro.

Simón se quedó viendo como la joven se convertía en lobo casi al instante, en su rostro aún se reflejaba la sorpresa que se había llevado, claro que Faith le gustaba pero él no se sentía imprimado, eso era diferente, era algo que no creía que le sucedería jamás, a veces los licántropos pasaban toda su vida sin encontrar a esa "media naranja" y estaba seguro de que sería su caso, para él la imprimación era algo superficial, algo que solo le sucedía a los suertudos.
Pero había notado la cara de la joven, había estudiado cada una de sus palabras, su tono de voz quebrado, la velocidad en la que parpadeaba evitando que sus ojos se llenasen de lágrimas, eso era algo real.

Se despidieron al divisar sus respectivos hogares, Faith traspasó la puerta como humano y se lanzó al sofá junto a su hermano quien lucia entretenido leyendo un cómic, ella le sonrió de lado mientras se le quedaba mirando durante algunos segundos.

— ¿Rose y Emmett...?

—Si, salieron a cazar —Concreto el castaño aún con la vista puesta en las paginas. —Será una noche divertida —Arqueo las cejas, normalmente la pareja de vampiros no le permitía a Wilhem quedarse despierto toda noche o jugar demasiados videojuegos, después de todo Will seguía siendo un adolescente que acababa de entrar en la pubertad, necesitaba algunas reglas. A excepción de la noche en la que salían para alimentarse.

— ¿Frituras y videojuegos? —Preguntó la castaña, el asintió despacio, aquel era un especié de ritual.

— ¿Tu?

—Dormiré temprano, el patrullaje de hoy me dejó exhausta —Suspiró ella mientras se removía en su lugar presa del dolor por la herida en su espalda, entonces su hermano giró la cabeza para mirarle.

— ¿Preparo la cena? —La realidad era que Wilhem apenas sabía hervir arroz, más el rostro cansado de su hermana mayor le preocupaba, aunque no sabía muy bien si las cuencas violetas bajo los ojos se debían específicamente a las guardias lobunas, tenía la sospecha de que ella no dormía por las noches extrañando a su lobo.

—No te preocupes, en seguida me encargo —Decreto, Wilhem dudo, realmente quería encontrar la forma de ayudarle.

— ¿Estas bien? —Preguntó el joven dejando su cómic a un costado para observar cómo ella esbozaba una mueca adolorida.

—Si, solo es un corte —Intento sonreír pero fue una sonrisa precaria.

Sin decir más nada se levanto de su lugar y fue directamente a buscar una venda que ajustó alrededor de su anatomía, Will le miraba atónito, no sabía bien qué hacer o como actuar, Faith realmente se comportaba de forma extraña, como si estuviese ocultado todo su dolor con muecas y acciones cotidianas pero sin darse cuenta de que dejaba un rastro de lágrimas invisibles con cada paso que daba, sus ojos no le miraban de forma sincera.

—Deberías decirle a Rose y a Emmett —Sugirió el niño, la respiración se le había entrecortado, sentía como algo le oprimía el pecho sin dejarle respirar bien, allí estaba, se sentía con culpa.

—Se preocuparán demasiado, es mejor así —Suspiro abatida, realmente no se sentía bien y su hermano lo sabía, ella lo sabía, todo el maldito mundo lo sabía.
Wilhem se levantó de su lugar, con pasos sigilosos se acercó a su hermana mayor, ella le miró un segundo de forma suplicante.

—Lo siento, se que estás sufriendo por estar aquí... Por estar aquí por mi —Pronuncio con la voz aguda y quebrada, no quería llorar, era un cachorro asustado.

—Ven aquí —Solto en un susurro la castaña y extendió sus brazos atrayendo a Will contra su pecho asegurándose de darle la mayor seguridad posible. —Estoy feliz de estar aquí contigo.

—Pero también estas triste, muy triste —El se separó apenas para mirarla, no era algo que ella pudiese ocultar con facilidad, no quería ocultarlo, no podía.

—Solo un poco, pero estoy bien.

Wilhem suspiro, ella no está bien, pensaba entre sus adentros, pero no podía ayudar a alguien que negaba su ayuda, no podía apuntar a su hermana con un tenedor y exigirle estar bien, no podía alejarse de Simón y Luke pero tampoco podía obligar a Faith a llevar esa vida, ella no se iría sin él, se quedaría allí sufriendo, como un lobo mojado, tenía que tomar una decisión.