Cursed-Blessed {Enhypen}

CAPÍTULO XLII

La princesa Reika despertó con una enorme sonrisa en el rostro, estaba realmente feliz debido a la maravillosa noche que había pasado en compañía del príncipe Sunghoon. Jamás pensó que algún día sería capaz de experimentar una felicidad como aquella y menos aún sentir todos esos maravillosos sentimientos que tenía por el príncipe.

Se levantó de la cama con una canción pegada en la mente y extremadamente deseosa por contarle a su melliza todo lo que había sucedido en la mágica cita que había tenido con el príncipe de Ylia.

Se dirigió al vestidor pero se detuvo abruptamente al dar sobre aquel vestido negro que había utilizado la noche en la que cenó con el rey de Erontios. La sonrisa se desdibujó de su rostro y la realidad la golpeó con fuerza.

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Selina y Jake se encontraban recorriendo el castillo mientras platicaban y bromeaban siendo completamente incapaces de evitar aquellos roces secretos que aceleraban sus latidos y hacían que un montón de mariposas revolotearan dentro de ellos. Se sentían cómodos el uno con el otro y se habían vuelto más cercanos desde que la chica le había confiado su delicado secreto.

Al girar en uno de los pasillos se encontraron con la princesa Reika. Apenas la mirada de las hermanas se cruzó Selina sintió que había algo mal y lo confirmó al ver el movimiento de cabeza que le hizo su melliza.

—Me tengo que ir. Reika me necesita. —Soltó la mano del muchacho.

—¿Está todo bien?

—Hablaremos más tarde. —Se dirigió hasta donde se encontraba su hermana y ésta no dudó en tomarla del brazo y jalarla lejos de ahí.

Caminaron por el lugar hasta encontrar una habitación en la cual hablar. La menor no sabía porqué Reika lucía tan agitada pero estaba segura que tenía algo que ver con la noche anterior.

—¿Qué te sucede? ¿Por qué tienes esa cara de preocupación? —soltó la de ojos lavanda apenas estuvieron solas.

—Estoy enamorada de Sunghoon —confesó la mayor sin rodeos agarrando por sorpresa a su hermana.

—Genial, ¿pero por qué te ves tan preocupada?

—He estado meditando sobre nuestra última discusión. —La menor se tensó al oír esto.

—¿Dejarás que yo me case con el príncipe Yang? —preguntó intentando ocultar el miedo en su voz. Reika negó.

—Creo que nos ganaste tiempo suficiente para investigar. —Selina alzó una ceja delatando así su confusión.

—¿Investigar?

—Sí, debe de haber algo en este lugar que nos ayude a detener este matrimonio y que evite que alguna de las dos tenga que hacerlo.

—¿Cómo qué?

—¡Cualquier cosa! —Reika inició a moverse inquietamente por toda la habitación—. Alguna ley, invento, prohibición, cuento, leyenda, magia... —Se detuvo al decir la última palabra y luego volteó a ver a su hermana, quien la miró confundida—. Eso es, magia.

—Dudo que haya algún hechizo que pueda ayudarnos —confesó Selina con tristeza.

Reika tomó asiento en una de las sillas, se veía realmente triste y desesperanzada. Había comenzado a creer que realmente no había modo alguno de poder romper su compromiso con Jungwon y ser feliz al lado de Sunghoon.

La menor miró a su hermana, sus ojos estaban cristalinos y su labio inferior temblaba violentamente. Al ver esto, Selina no pudo evitar sentirse terriblemente mal por ella, realmente deseaba liberarla de sus ataduras y que pudiera ser eternamente feliz a lado de la persona a la que amaba.