Reika entró a la antesala de su alcoba algo confundida y conmocionada por lo que casi había sucedido minutos atrás. Realmente no sabía que era lo que pasaba con ella. El príncipe Jay le resultaba alguien muy agradable, confiable y divertido, sin embargo, no estaba realmente segura sobre en que momento las cosas habían cambiado tan rápido entre ellos, pues apenas habían pasado unos pocos días desde que habían entablado su amistad.
La chica corrió al cuarto de su melliza, encontrando a su hermana sentada frente al espejo de su recamara mientras se alistaba para irse a dormir.
—Hola —saludó Selina con una enorme sonrisa en el rostro apenas vio entrar a la mayor—. ¿Está todo bien? —frunció el ceño al ver a su hermana tan callada y omnisciente.
—¿Eh?
—¿Qué pasó? ¿Está todo bien?
—Sí, bien... es sólo que... —La mayor tomó asiento y suspiró—... casi me beso con el príncipe Jay —soltó de golpe. La de orbes lavanda abrió los ojos como platos debido a la impresión.
—¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Cuándo?! ¡¿Qué?! —atacó la menor tomando asiento junto a su hermana.
—Yo... no lo sé... simplemente sucedió.
—¡¿Cómo que sucedió?! ¡¿En qué momento?! —En ese instante se abrió la puerta del dormitorio, esta vez Altea entró a la habitación con los ojos entrecerrados pues los gritos de sus hermanas la habían despertado de su apacible sueño.
—¿Qué sucede aquí? ¿Por qué tantos gritos? —preguntó la castaña tallándose los ojos.
—¡Reika casi se besa con Jay! —soltó Selina, la menor se despabiló al escuchar esta noticia.
—¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Dónde?! —La niña corrió a sentarse junto a sus hermanas en el sillón.
—Calma, calma. Al final no sucedió nada.
—¡¿Cómo que no sucedió?! ¡¿Qué fue lo que pasó?! —La menor se veía realmente desesperada por obtener todos los detalles.
—Explícanos —rogó su melliza haciendo un puchero.
—Está bien, pero intenten mantener la calma.
—¡Lo prometemos! —gritaron las menores al unísono con evidente emoción.
—Bueno, el príncipe Jay me llevó al invernadero...
—Ah... ahora ya sé de lo que hablaba con Ni-ki el otro día —soltó la castaña con picardía.
—¿Tú sabes algo? —Esta vez Reika la miró sorprendida.
—Algo así... pero primero tú cuéntanos y luego yo te digo —apremió Tea.
—Está bien. El punto es que estábamos ahí y debo de decir que el lugar es realmente mágico y precioso, hay un montón de flores, estatuas, mariposas... —Selina le pegó en las costillas ya que se estaba yendo por las ramas—. Ah, sí. Bueno, yo me acerqué al pequeño estanque que hay ahí para ver los peces y cuando me di cuenta Jay estaba frente a mí —Se agarró el pecho mientras revivía el momento en su mente—. Nos miramos a los ojos y... supongo que me perdí en su mirada porque nos estábamos acercando lentamente... —las menores sonrieron con emoción—. Cerré los ojos esperando a que me besara pero algo me detuvo... —Las hermanas suspiraron decepcionadas—. Cuando los abrí había una mariposa parada en su nariz así que me alejé. —Selina y Altea comenzaron a gritar y a brincar enloquecidas a causa de la emoción.
—¡No puede ser! ¡No puede ser! —La castaña brincó con alegría sobre el sillón.
—¿Pero entonces no se besaron? ¿Ni un roce ni nada? —La mayor negó.
ESTÁS LEYENDO
Cursed-Blessed {Enhypen}
FanficLas princesas cabalgaban por el frondoso bosque con sus espaldas saludando al sol, las lágrimas corrían por sus rostros cansados y mantenían la mirada en el azul del horizonte sin saber realmente a dónde es que se dirigían. Cabalgaron por horas sigu...