El príncipe Jungwon se encontraba tomando una agradable caminata por los bellísimos jardines de su enorme castillo. Al chico le agradaba salir a caminar entre la naturaleza pues, de cierto modo, encontraba relajante el sentir los rayos del cálido sol sobre su piel, sentir el viento rozar su cuerpo, los exquisitos olores de las flores y el sonido de las aves cantoras. Se encontraba solo y reflexionando sobre la vida y la muerte cuando alguien detuvo su paso.—¡Príncipe Yang! —La conocida voz de su porta noticias hizo que el muchacho apartara la mirada de una preciosa flor blanca.
—¿Sucede algo, Pierre? —El hombre se veía sudoroso, respiraba de forma irregular y su rostro estaba rojo.
—Ha llegado un caballero del reino de Engenia, trae noticias sobre la guerra. —Al escuchar estas palabras, el muchacho salió corriendo hacia el interior del castillo—. ¡Lo espera en la Sala del Trono!
Jungwon corrió por todo el castillo y no se detuvo hasta estar dentro de la magnífica Sala del Trono. Para su sorpresa, ahí dentro se encontraba el mensajero y los otros seis príncipes de los distintos reinos de Hypen.
—Te estábamos esperando —comentó el príncipe Jongseong, o mejor conocido como Jay, del reino de Nostriel, mientras le hacían una reverencia al muchacho.
—Ya no tienen que hacerlo. Tú, ¿qué noticia nos traes? —El hombre lo miró asustado, pues conocía perfectamente lo que se rumoreaba por todos los reinos sobre el temperamento del joven príncipe Yang.
—Soy el mensajero del reino de Engenia, su alteza. —Se presentó el hombre e hizo una reverencia—. Hace más de un mes, durante la noche, el reino fue atacado por los Oscuros. Lamentablemente la gente que pudo huyó y los que no han fallecido.
—¿Las princesas lograron huir? —preguntó con sincera preocupación el príncipe Riki, o mejor conocido como Ni-ki, heredero al trono del devastado reino de Numbia y el más joven de los príncipes.
—No sé si lo han conseguido, pero me mandaron aquí para pedirles por su protección y cuidado.
—Lo tendrán cuando lleguen. El reino de Engenia es un fuerte aliado y amigo —contestó el príncipe Jungwon.
—¿Cuánto tiempo le ha llevado llegar aquí? —Está vez la pregunta la hizo el príncipe Sunghoon, o mejor conocido como el príncipe de hielo pues Ylia, su reino, se encontraba al norte de Hypen, siendo este cubierto por la blanca nieve todo el año.
—Un mes, su alteza. Las princesas partieron poco después de mí.
—En ese caso deberían llegar cerca del anochecer. —El hombre asintió y le hizo una reverencia nuevamente.
—De no ser así, mandaré a mis hombres a buscarlas. —Se adelantó el príncipe Jay, a lo que todos aceptaron.
—Denle agua y alimento a este hombre, ha venido desde muy lejos y debe de estar cansado —ordenó el príncipe Yang. Inmediatamente dos de los soldados presentes escoltaron al hombre fuera del lugar—. Preparen las cosas para la llegada de las princesas. Y ustedes... —fulminó con la mirada al resto de los príncipes—. Compórtense —tras decir estas palabras abandonó el lugar siendo seguido por el príncipe Jay.
Apenas ellos desaparecieron, el resto de los príncipes suspiraron aliviados.
—¿Han oído hablar sobre las princesas de Engenia? —Jaeyoon, o mejor conocido como Jake, el príncipe del rico y lujoso reino de Hemia, preguntó con diversión.
—Por supuesto, ¿quién no ha oído de ellas? —Heeseung, el mayor de los príncipes y heredero al trono de Entoria, contestó con complicidad.
—Yo no sé nada sobre ellas —confesó el menor.
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Cursed-Blessed {Enhypen}
Fiksi PenggemarLas princesas cabalgaban por el frondoso bosque con sus espaldas saludando al sol, las lágrimas corrían por sus rostros cansados y mantenían la mirada en el azul del horizonte sin saber realmente a dónde es que se dirigían. Cabalgaron por horas sigu...