CAPÍTULO XLVII

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Reika suspiró con fuerzas, llevaba horas sumergida en la lectura de aquel antiguo libro y no había sido capaz de dar con nada. Cerró el libro y comenzó a estirarse. Jake se encontraba dormido sobre una pila de libros frente a ella mientras que Sunghoon y Selina discutían sobre la traducción de uno de los libros de la biblioteca oculta.

—Ya casi es hora —informó la de ojos lila observando el reloj colgado sobre la pared.

—Ya déjalo Hoon, este libro tampoco nos ayudará en nada —comentó Selina con tristeza.

—Tenemos que ir a prepararnos. —La menor asintió al oír esto.

—Vamos, las acompañaré hasta su habitación —habló Sunghoon.

—Adelántense, yo despertaré a Jake.

Reika y Sunghoon salieron del lugar y caminaron hacia las habitaciones en un profundo silencio.

—Gracias —soltó Reika rompiendo el silencio y llamando la atención del chico a su lado—. Tú y Jake nos han ayudado mucho.

—Pero no hemos encontrado nada que las ayude.

—Eso no importa. Lo importante es que ambos lo están intentando —le sonrió—. Creo que no entiendes lo significativo que es esto para mi hermana y para mí. Hemos estado viviendo así durante tanto tiempo que es imposible que no nos sintamos diferentes.

—Lo diferente es bueno, lo ordinario es aburrido. —La chica sonrió ampliamente ante sus palabras.

—Lo sé. Pero habiendo crecido así nunca pude evitar pensar de esa manera, en lo distintas que somos y en lo triste que es que no tengamos una vida normal. Nos perdimos de varios eventos importantes a causa de esto y posiblemente nos perdamos de más. Esta maldición siempre me ha detenido de hacer varias cosas que he querido y siempre me he preguntado si hay alguien que sea capaz de amarnos así, tan malditas como estamos.

—El amar a una persona significa amarla con todo y sus defectos. Hay cosas que queramos o no, no podemos cambiar en los demás, pero es algo que tenemos que aprender a amar si queremos estar con ellos.

—Gracias, Sunghoon. Gracias por ser un gran amigo y consejero. No sé qué haría sin ti. —El muchacho sonrió y tomó su mano.

—No, gracias a ti por confiar en mí y permitirme ser parte de tu vida. —Acarició la mano contraria levemente y luego la llevó hacia sus labios para depositar un suave beso en estas—. Buenas noches, princesa Reika. —Esta acción hizo que las mejillas de la muchacha se colorearan violentamente de rojo y que su corazón se acelerara.

—Buenas noches, príncipe Sunghoon.

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Selina se acercó al príncipe de Hemia quien dormía pacíficamente sobre la pila de libros. Observó su rostro por un instante y luego lo acarició dulcemente.

—Jake. Jake. Yoonie. —Movió ligeramente al chico hasta que lo despertó—. Ya es hora, ya casi sale la luna. —El muchacho parpadeó varias veces y se talló los ojos.

—¿Y tú hermana y Sunghoon?

—Les dije que se adelantaran. Vamos, tenemos que irnos.

Abandonaron la habitación y siguieron caminando hacía su destino.

—Sabes, es la primera vez en mucho tiempo que puedo despedirme de alguien que no sea Tea —soltó la muchacha. Jake sonrió al oír esto.

—Es un gran honor para mí que sea yo esa persona.

—¿A qué te refieres? Yo hablaba de Sunghoon —bromeó Selina, causando que Jake pusiera los ojos en blanco.

—Ja. Ja. Ja.

—No te pongas así, sólo era una broma. —Le dio un golpe juguetón en el hombro—. Por supuesto que hablo de ti, Yonnie —comentó mientras pellizcaba la mejilla del príncipe.

—Me alegra saber eso. —Ambos sonrieron pero la chica detuvo su andar—. ¿Sucede algo?

—Detengámonos aquí un momento, no quisiera arruinar algo entre Sunghoon y Reika.

—¿Arruinar el momento? ¿Acaso tienes un sexto sentido?

—Por supuesto, es por la conexión de mellizas —contestó señalando su cabeza.

—Ah, ya entiendo .—Jake sonrió de forma burlona—. Aunque sabes perfectamente bien que no tienes que inventar ese tipo de excusas para pasar más tiempo a solas conmigo. —Selina se cruzó de brazos y giró los ojos con fingida molestia.

—Sabes, salir con tantas mujeres te ha inflado el ego.

—Lo sé —admitió—. Es que soy irresistible —alardeó mientras se acercaba a la chica.

—Sería mejor que te bajaras de esa nube o podrías caer y lastimarte —advirtió alejándolo con su dedo.

—Gracias por tu preocupación —El pelinegro acortó la poca distancia que quedaba entre ellos—, pero estoy seguro de que si fuera así, tú estarías ahí para curar mis heridas. —Tomó una de las mejillas de la muchacha y la acarició con ternura.

Se quedaron así por un instante en aquella mágica y tranquilizadora conexión de miradas que tanto alteraba sus pulsos.

—Sigue soñando, Shim —contestó la princesa antes de alejar la mano del pelinegro de su rostro y seguir con su camino.

Jake suspiró rendido y la siguió de cerca. Continuaron caminando hasta llegar al pasillo donde estaba la habitación de las princesas, encontrándose con una Reika sonrojada y un Sunghoon con mirada intensa.

—Disculpen, no quisiera arruinar su momento pero no nos queda mucho tiempo —habló Selina señalando el sol, el cual lentamente comenzaba a desaparecer en el horizonte.

—Por supuesto. —El príncipe de Ylia carraspeó la garganta—. Buenas noches princesas, las veremos en cuatro días. Mientras tanto, Jake y yo continuaremos con la investigación.

—Oh, no. Por favor no. Utilicen estos días para descansar, ambos se lo merecen —habló Reika sin ser capaz de apartar la mirada del apuesto príncipe frente a ella.

Selina y Jake intercambiaron miradas para luego reír a causa de la actitud de los otros dos.

—Adiós Hoon —habló la menor de las mellizas rompiendo el mágico momento entre los otros dos—. Nos vemos en cuatro días —comentó dándole un corto abrazo.

—Shim. —Miró al heredero de Hemia con frialdad—. Gracias por todo, hasta dentro de cuatro días. —Le dio un abrazo y le robó un rápido beso en la mejilla antes de meterse a la habitación junto con su hermana.

Jake llevó una de sus manos a su mejilla, siendo capaz de sentir arder el fantasma de aquel suave roce de los labios de la princesa contra su piel. El momento había sido sumamente efímero, pero a pesar de eso había logrado acelerar el pulso del príncipe como nunca antes había sido alguien capaz de hacerlo.

—¿Qu-qué es esto en mi pecho? —preguntó mirando hacia la nada, mientras sentía latir su corazón de forma errática y completamente ajena para él.

Su amigo sonrió ante la reacción del muchacho, de todos los años que llevaba de conocerlo, jamás lo había visto en ese estado y menos aún había logrado presenciar que una chica lo pusiera nervioso con su sola presencia o lograra sonrojarlo como lo había hecho Selina.

—Se llama amor, Jakey. —Le dio una suave palmada en el hombro para luego alejarse de ahí.

Jake miró la puerta y suspiró, no había pasado ni un minuto y ya sentía que la extrañaba. Ahora tendría que pasar tres días sin verla. Se dio la vuelta y se fue caminando detrás de su amigo.









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N/A:

Hola, hola. ¿Cómo están? ¿Cómo se encuentran? Espero todos estén súper bien y que hayan pasado una linda Noche Buena y que tengan una excelente  Navidad, les deseo lo mejor de lo mejor y espero todos sus sueños y metas se vuelvan realidad.

Les dejo este capítulo como un regalo navideño así que espero les haya gustado.

Cuídense, tomen agua, coman bien y hagan ejercicio.

Atte: YolkyPainter

Cursed-Blessed {Enhypen}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora