ataque

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-Steve, podemos hablar, por favor- rogaba la castaña caminando hacia el soldado.

-Amalia yo solo venía a buscar mi libro, no vi nada ¿sí?-dijo mientras caminaba en busca de él.

-Claro que viste, pero no pasó nada, te lo juro-dijo la castaña mirando de reojo al eterno.

-¿Por qué te preocupa tanto lo que yo piense?- preguntó

-Eres su mejor amigo y yo..-fue interrumpida.

-No le diré nada ¿si? tranquila, también eres mi amiga y te creo.

Druig escuchaba la conversación atento, por un lado no quería que Amalia tuviera problemas con su novio pero por otro rogaba porque así fuera y terminaran al fin.

-Steve, fue mi culpa, yo me acerqué a Amalia más de lo debido- trataba de explicar Druig.

-Mira Druig, solo te diré una cosa, con la mejor de las intenciones, sé que te gusta Amalia, pero ella tiene novio y si aún no ha terminado con él es porque lo quiere, y no deberías interponerte entre los dos, hay que respetar las relaciones ajenas- finalizó para luego mirar en dirección a la chica y marcharse.

Los dos quedaron inmóviles y sorprendidos antes las palabras de Steve, pero Druig fue a quién más le hicieron sentido esas palabras, el soldado tenía razón, la chica no sentía nada por él, por eso aún seguía de novia con Bucky.

-¿Estás bien?- escuchó hablar a Amalia sacándolo del trance.

-Sí- respondió borde- Creo que Steve tiene razón, no te insistiré más, Amalia, me iré mañana temprano- dijo caminando hacia fuera de la biblioteca sin dirigirle la mirada.

La castaña quedó con un nudo en la garganta, ¿qué significaba eso?, ¿ya no serían amigos? ¿ya no saldrían juntos? ¿ya no le diría todas las cosas bonitas que le encantaban? ¿Se iría para siempre? Sí, Amalia, justamente todo eso, se acabaría.

Amalia salió en dirección a cualquier parte, no podía más con sus propios pensamientos, se sentía mal al saber que no compartiría más de su tiempo con el eterno, con ese eterno que la hacía temblar con su voz, que tan sólo al verlo le daba vuelta el mundo, pero por otro lado estaba su soldado, ese primer amor, el que pudo despertar las mariposas dormidas, el que le había enseñado lo que era amar, no sabía que hacer, no quería perder a Bucky pero tampoco a Druig, y no podía tenerlos a los dos.

-¡Amalia!- un grito la hizo salir de sus pensamientos y girar hacia la calle.

-¿Fury? ¿ qué haces aquí?

-¿Tú que haces sola a esta hora?- preguntaba el moreno estacionando el auto- te recuerdo que hace pocos días casi te secuestran.

-Lo sé, pero necesitaba un poco de aire-dijo mientras veía como Nick se dirigía a darle un abrazo.

-Vamos a comer algo y me cuentas lo que le pasa a tu cabecita loca. Amalia asintió, presentía que hablar con Fury ordenaría sus pensamientos.

-Debes terminar con Bucky-dijo Fury luego de escuchar del triángulo amoroso que sufría la castaña- estás confundida con tus sentimientos y él no se merece eso, merece que lo ames con todo tu ser, no con la mitad.

Amalia lo miraba con cierta nostalgia ya que sabía que era verdad lo que decía.

-Lo sé, pero Druig me dijo hoy que ya no me molestaría más y que se iría mañana temprano, así que creo poder sacar adelante la relación- respondió la castaña con un hilo de voz, le dolía escucharse decir que su eterno se iría.

-No lo sé, Amalia, por lo menos deberías decirle sobre lo que sientes por Druig, y que él decida si también quiere sacar adelante la relación.

Otra vez, Nick tenía razón, tenía que hablar con Bucky, era lo correcto.

Luego de terminar de cenar, Fury y Amalia iban en dirección al complejo, cuando de repente, vieron como un auto velozmente se posicionaba por delante de ellos, frenando, haciendo que el auto chocara de frente.

-¡¿Amalia?! ¿Estás bien?-preguntaba Fury moviendo a la chica, quién asintió adolorida.

Vieron como dos sujetos salían del auto.

-Toma-dijo el moreno entregándole un arma a la chica, mientras él tomaba otra de gran calibre, salieron con dificultad del auto.

-Sólo queremos a la chica, matemos al viejo-le dijo el hombre a su acompañante.

Comenzaron a disparar en dirección a Fury, quién se escondía detrás de su auto destrozado, Amalia salió corriendo hacia el otro lado del camino, para separar a los hombres, sabía que la querían a ella.

-¡La chica! ve por ella yo me encargo de este.

El sujeto fue en busca de la castaña, quién rápidamente dió la media vuelta y apuntó sobre la cabeza del hombre, que con la manos en alto soltando el arma, pedía que no lo matara.

-¡Para que me quiere mi padre!-gritó la castaña.

-¡No lo sé! Solo me enviaron por ti-respondió temeroso el hombre.

-¡Responde! !¿o quieres que te reviente la puta cabeza a disparos?!

Al escuchar a la chica tan decidida y con la voz firme, el hombre sintió el verdadero terror.

-Está bien, está bien- respondió tembloroso con una voz apenas entendible- te ha estado siguiendo, sabes que eres parte de los vengadores, y que te has vuelto importante para ellos, él planea..

-Él planea chantajearlos conmigo- concluyó Amalia.

Al instante, escuchó un solitario disparo, proveniente del otro lado de la calle, vió como el otro sujeto se iba corriendo subiéndose al otro auto y su compañero, aprovechándose del shock de la castaña, repitió su acción, Amalia con lágrimas en los ojos, con un rostro que reflejaba el más profundo dolor, solo podía pensar una cosa, Fury.

The girl with green eyes [Druig]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora