Walker

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Como habían predicho las chicas, esos días estarían muy ocupadas con el asunto de la boda de Wanda, por ende, tenían que salir muy seguido.

Amalia pasaba un labial de color rojo por sus labios, arreglandose el cabello y depositando su perfume favorito por todo su cuerpo.

-¿Vas a comprar tan arreglada?-preguntó Bucky mientras entraba a la habitación, asustando a la chica.

-Bucky—respondió la castaña rodando los ojos-¿Algún problema? No me maquillo nunca y cuando lo hago te molesta.

-No me molesta, te ves hermosa-tomandola por la cintura.

La chica recién ahí, cuando el soldado le preguntó porque iba tan arreglada, cayó en cuenta, que se estaba arreglando para el chico, que desde que lo increpó en el callejón, lo veía cada vez que salían.

-Si quieres te puedo acompañar, iba a salir con los chicos pero Steve tuvo un problema y lo dejaremos para otro dia.

-¿Qué tipo de problema?

-Nada importante-mintió- lo llamaron por un asunto del gobierno. Amalia asintió, estaba apunto de poner en marcha el plan "Romanogers", no quería que algún "problema" lo arruinara.

Amalia salió en dirección a la entrada del complejo, rechazando la propuesta de Bucky de acompañarla, para encontrarse con sus amigas y dirigirse a completar las tareas del día.

-¿Le dijiste?

-No, no quiero que se preocupe, la veo muy entusiasmada con lo de Wanda.

-Es lo correcto, no es nada seguro, Fury está atento a cualquier noticia.

-Debieron habérselo dicho-se manifestó Pietro-quizás esos enfermos estén sueltos y ella no tiene la menor idea.

Bucky se quedó pensando, aunque odiaba admitirlo, quizás el platinado tenía razón, lo mejor era haberle advertido a su chica, para que tuviera cuidado.

-Esperaremos a cuando lleguen para decirle- le llega un mensaje- es Fury, dice que quiere hablar con nosotros, que lo esperemos aquí.

Bucky asintió, rogando para que su chica llegara lo más pronto posible, sana y salva.

Wanda, Nat y Amalia, habían llegado a su destino, viendo de lejos al chico de ojos azules, quien las esperaba sentado en una banca con lentes de sol y una chaqueta de cuero, que al verlas se les acercó.

-¿Para donde iremos hoy mis ladys?

Las tres sonrieron, Wanda y Nat se habían acostumbrado a su presencia cada vez que salían a cotizar precios y comprar, ninguna decía nada en el complejo de su nuevo acompañante, ya que por un lado, el chico les caía bien y por otro, sabían perfectamente la razón por las que el chico las ayudaba, Amalia.

-Al principio creí que eras un psicópata Druig-dijo Amalia. El eterno río.

-Sabes que lo hago para conseguir tu número pero aún no lo consigo-encogiendose de hombros-así que me seguirás viendo preciosa.

-Ya te lo he dicho, tengo novio, no te daré mi número.

-Y yo ya te dije que no me importa, no soy celoso, mírame, mira estos ojazos que tengo, ¿crees que sentiría celos de un humano?

Amalia lo miró algo extrañada.

-¿Humano?

Druig se puso nervioso, sabía que la había cagado, así que solo emprendió su camino de regreso, sin despedirse, ni nada, no supo que responder, sabía que si los vengadores sabían que existían los eternos, todo se iría a la mierda para él, había llegado muy lejos, debía alejarse de la chica de ojos verdes.

The girl with green eyes [Druig]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora