Había llegado el gran día, la boda se iba a realizar en un hotel cercano, nada extravagante, sencillo pero hermoso, tal como era la novia, la cual estaba hecha un manojo de nervios, esperando desde muy temprano a las personas de maquillaje y peinado que había contratado para ese día.
—Wanda debes dejar de moverte o no podrán terminar a tiempo—dijo Nat apuntando a la mujer que estaba maquillando a la bruja escarlata.
—Sí, lo siento, uno no se casa todos los días, estoy nerviosa—dijo apresurada dejando de mover sus piernas.
—Iré a ver si está todo en orden, luego vendré a prepararme y nos vamos—dijo Nat regalandole una sonrisa.
—¿Puedes ver si llegó Amalia?—le pidió Wanda, aún con la esperanza que su amiga viniera, ella sólo asintió y salió de la habitación.
Natasha se fue con un nudo en la garganta, sabía lo importante que era que asistiera pero la castaña no daba ninguna señal de vida. Fue primero con Pietro, para asegurarse de que estuviera radiante para llevar a su hermana al altar.
—¿Aún no te arreglas?
—Nat, aún faltan como tres horas—respondió el platinado, pero al ver la ceja arqueada de la pelirroja se retractó—Ayudaré a Visión e iré a vestirme.
—Y arreglate el cabello, no lo quiero suelto.
—Pero..—iba a protestar pero la pelirroja ya se había ido—Me veré guapo igual—se encogió de hombros y se fue.
Luego de ir a ver que todo estuviera en orden, se dirigió nuevamente al complejo, sin señales de Amalia, aún.
—¡Wanda! Te ves preciosa—dijo Nat deslumbrada al entrar a la habitación viendo a su amiga con su hermoso vestido, ya lista.
—Gracias Nat, ¿has sabido algo de Amalia?—La pelirroja negó con la cabeza.
—Está bien—dijo con tristeza—tú ve a arreglarte, yo esperaré aquí hasta la hora de irnos.
Amalia, al ver como Nat y dos personas más salían de la habitación de Wanda, se dispuso a entrar, su amiga estaba observando el exterior desde la ventana, derrochando hermosura, con ese vestido blanco ajustado hasta la cadera, con pequeños encajes en el pecho, con un velo cubriendo su larga cabellera, estaba realmente orgullosa.
—Wanda—murmuró
La bruja se dió media vuelta, y su corazón empezó a latir con fuerza al ver a Amalia ahí, con su vestido de dama de honor, viéndose preciosa, con una sonrisa que hace mucho tiempo no veía.
—Viniste—dijo acercándose con los ojos aguados.
—Claro que vine, no te dejaría sola un día como hoy—le respondió sonriendo—Te ves increíble, te mereces esto más que nadie—Wanda solo se abalanzó hacia ella para darle un fuerte abrazo.
—Te quiero mucho pequeña.
—Yo igual—dijo sonriendo, se sentía tan bien ese abrazo, hace mucho que no la abrazaban de verdad, alguien que la quisiera.
—Nat estará muy feliz de que estés aquí —dijo soltandose del abrazo
—No, no lo creo, la traté muy mal la última vez, además, no vine a arreglar mis problemas, sólo vine a acompañarte, ¿estás lista?—Wanda solo asintió, era un gran paso que Amalia estuviera ahí, no quería agobiarla.
Estaban saliendo de la habitación cuando vieron a Nat y Pietro acercándose, quienes cuando la vieron se sorprendieron, tenían por seguro que no se aparecería.
—Hey, hace días que no te veía—dijo Pietro abrazandola—Me alegra que estés aquí.
—Gracias—le respondió, brindándole una mirada a Nat—Hola Nat
—Hola—dijo cortante—Ya es tarde, deberíamos irnos.
Amalia sintió el rechazo de su amiga, lo que le rompió el corazón, ella era una de las personas que sabían todo de ella, lo bueno y lo malo, y aún así la amaba, pero entendía su actuar, había sido una mierda con ella días atrás, estaba borracha y desquitó todo su resentimiento contra ella.
Al llegar, el lugar estaba hermosamente decorado, con los invitados ya adentro con el novio, esperando la gran entrada. Nat entró primero, recibiendo todo el amor de Steve que al verla sólo sentía más orgullo y cariño, se veía hermosa, luego de unos segundos entró Amalia, ganandose las miradas sorprendidas de los vengadores, nunca pensaron que llegaría, más aún Bucky, el soldado pensaba que no vendría por todo el escándalo de la última vez, pero allí estaba, tan hermosa como la primera vez, viendose tan tierna e inocente, nada hacía imaginar que era otra persona completamente diferente. Pero la mirada de Amalia, sólo se enfocaba en el altar, no quería ver ninguna cara más de decepción.
La ceremonia transcurrió espléndida pero lo más hermoso fueron los votos de los novios, con tan sólo unas palabras se confesaron todo el amor y la adoración que sentían el uno por el otro, realmente eran su alma gemela.
—No imagino un mundo en donde no estés, sería capaz de crear otro universo con tal de tenerte, eres mi tristeza y mi esperanza, pero sobre todo eres mi amor—confesó Wanda ya con lágrimas.
—Wanda, desde el día de mi creación, sólo te siento a ti, mi mundo gira en torno a ti, te protegería con mi vida y te prometo que en esta y en las siguientes vidas, siempre estaré para ti.
Al darse el beso con que iniciaba todo, los invitados empezaron a aplaudir eufóricamente, todos los presentes sabían que la pareja eran el uno para el otro y que se merecían esta unión, la castaña estaba feliz por su amiga, después de que los novios salieran, ella dirigió su mirada a los invitados, enfocando su vista en un joven muy bien vestido con un hermoso traje azul marino que aplaudía en los últimos asientos, regalándole a los novios una enorme sonrisa, era el eterno, Druig había vuelto.
ESTÁS LEYENDO
The girl with green eyes [Druig]
FanfictionAmalia Linner, la chica de ojos verdes, quien desde pequeña estuvo muy sola y sin amor, quien tratará de recuperar su humanidad mientras en el camino conocerá al hombre con brazo de metal, Bucky Barnes y al Eterno que la protege como si fuera el tes...