Amalia

1.2K 152 53
                                    

Amalia Linner

—Tengo que irme—dije vistiéndome, sintiendo sus grandes manos tomando mi cintura nuevamente.

—No te vayas—me abrazo—Quédate a dormir.

—Sabes que no puedo, pero te prometo que te lo compensaré—le di un corto beso.

El solo me sonrió desde la cama, me quede viendo su torso desnudo.

Que sexy se veía.

—Disfrutas la vista—dijo sacándome de mis sucios pensamientos.

—Idiota—

—Un idiota que te encanta—dijo poniéndose de pie sin ningún cuidado para taparse.

—Si—sonreí para que luego me tomara del cuello y me acercara a su boca, mientras con la otra tomaba mi cintura para que nuestros cuerpos se tocaran, específicamente, para que yo tocara su cuerpo desnudo.

—Aunque trates de provocarme no me puedo quedar—dije aún con sus labios tocando los míos.

—Está bien, está bien—dijo echándose hacia atrás—Lo perdonaré por esta vez, pero no creo que pueda aguantar más.

Solo me reí.

—Buenas noches Druig—

—Buenas noches hermosa—dijo dándome un tierno beso—Te amo.

—Yo también—pude notar como sus ojos se llenaban levemente de un brillo mientras me sonreía y se mordía el labio inferior.

Salí de la habitación, con cuidado de que nadie me viera, en cualquier momento empezaba a salir el sol así que apresuré el paso hasta llegar a mi cuarto, el cual estaba totalmente oscuro, cerré la puerta tras de mí, apoyándome en esta, con una tonta sonrisa en mi rostro, recordando todo lo que viví hace minutos atrás, no podía estar más feliz.

No cantes victoria antes de tiempo Amalia, recuerda, tu vida está destinada al sufrimiento y a la pérdida.

—¿De donde mierda vienes?—masculló Ikaris desde mi cama encendiendo la luz del escritorio haciéndome sobresaltar.

Mi corazón iba a mil por hora, sentía como se saldría por mi boca en cualquier momento.

—Te hice una pregunta Amalia—dijo acercándose a paso firme hacia mí.

—Estaba con Nat me dijo que—

—¡No te atrevas a mentirme en mi cara!—gritó

Baje la mirada al suelo con las lágrimas queriendo salir otra vez.

No se porque me había vuelto tan sensible, cuando estaba con Owen, a pesar de todo lo que me hacia, no recuerdo llorar tanto.

—Respóndeme—

—Ya lo hice—respondí borde

—Mira Amalia, no quiero hacerte daño, sólo quiero que me digas la verdad—dijo tomándome de la muñeca fuertemente.

—Ya te dije, idiota—me solté de su agarre dándome media vuelta para salir de allí.

Me tomó del pelo e hizo que me cayera al suelo alejándome de la puerta.

—¡¿Que te pasa?! ¡Te dije que no volvieras a ponerme un puto dedo encima!—grite con rabia.

Mientras Ikaris cerraba la puerta poniéndole un pequeño mueble como atajo.

—¿Que mierda haces?—pregunté alterada—Abre la puerta, abre la maldita puerta.

—Estuviste con él ¿verdad?—dijo apoyado con sus manos en el pequeño mueble mirando hacia el piso.

The girl with green eyes [Druig]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora