The girl with green eyes [Druig]

hija

Druig

No sé cuanto tiempo había pasado cuando desperté, lo primero que pensé al abrir mis ojos, era en ella, me levanté apresurado, sin saber de mi alrededor, cuando sentí como me tomaban del  brazo.

—Druig—susurró Sersi mirándome con tristeza.

—¿Que fue lo qué pasó? ¿Dónde está ella?—pregunté rápidamente reflejando en mi mirada mi desesperación.

Ella desvió su mirada

—Sersi... ¿Qué pasa?

—Ayer volvieron contigo pero...—paró en seco.

Me acerqué a ella para tomarla de los hombros.

—Dime qué pasa—le rogué

—Ella volvió con Ikaris, y dice que... están... juntos.

Comencé a reír, pero al ver su rostro, supe que estaba hablando enserio.

—Eso es imposible—resoplé, Sersi sólo me miraba con lástima mientras apretaba sus labios.

Estaba congelado, mirando a la nada, pensando en las miles de explicaciones que pudieran responder lo que Sersi me decía, pero no había ninguna coherente, no después de aquel beso, así que salí en dirección hacia ella, necesitaba la verdad.

Y la vi, la vi con Ikaris rodeando su cintura, mientras Nat, Steve y Bucky miraban la escena tan confundidos como yo, sabía que estaban desde ayer con la misma expresión. Me acerqué lo suficiente para que todos notaran mi presencia, vi como Amalia se tensaba delante mío.

—¿Que mierda esta pasando aquí?—dije fuertemente.

—Estamos hablando de cómo nos fue en nuestro viaje—respondió Ikaris mientras tomaba con más fuerza a Amalia para acercarla hacia él.

—Amalia... ¿Que está pasando?—me acerqué hacia ella buscando su mirada, pero ella seguía mirando al piso.

—Ya te dije Druig

—¡No te estoy preguntando a ti! Mereces que te mate ahora mismo por lo que hiciste—mascullé entre dientes con odio mientras me acercaba y lo tomaba del cuello.

—Para—murmuró Amalia poniendo sus manos en mi pecho—El no me secuestró, es absurdo—lanzó una carcajada.

—¿De que hablas Amalia? Yo mismo te vi encerrada en esa celda—dije incrédulo.

—No se que viste Druig, nosotros sólo te trajimos cuando estabas desmayado fuera de la casa en donde estábamos—dijo con voz fuerte parecía tan segura que me hizo dudar sobre todo lo que había pasado, pero recordé nuestro beso, sabía que había sido real, aunque me había sentido en otra realidad sabía que era real.

—Bueno, iremos a descansar, creo que tú también deberías—Ikaris se dirigió hacia mi—Al parecer, te golpeaste fuerte la cabeza.

Estaba paralizado no podía procesar las palabras de Amalia.

¿Que mierda estaba pasando?

Solo vi como se iban de la mano, sentí como mi sangre hervía y apretaba mis puños con fuerza, nunca fui celoso, ni cuando estaba con Bucky, pero ahora, al verla con él, los celos nacían en mi, debía ser yo quien tomara su mano.

Cuando salieron, mi instinto hizo que los siguiera pero Nat me detuvo.

—Se que estás tan confundido como nosotros, pero no conseguirás nada, yo trate de hablar con ella pero simplemente no quiere.

—Tendrá que escucharme, sabes que esto no es normal, yo la vi, encerrada, cuando la encontré Ikaris me atacó—dije rápidamente tratando de que Nat me creyera.

—Sabemos que esto no es real, es imposible que Amalia esté con él—miro a los dos súper soldados
que se encontraban escuchando todo—pero debes contarnos cada detalle sobre lo qué pasó.

Solo asentí y empecé a relatar el minuto a minuto de lo que había pasado, siendo escuchado atento por los tres, me habían creído, pero lo que no entendíamos, era él por qué Amalia estaba haciendo esto.

                                         [***]

Amalia Linner

No podía creer que estuviera mintiendo una vez más, cuando al fin pensé que podía ser feliz, estar tranquila, todo se había ido al carajo, otra vez.

Ikaris me llevaba de la mano pero apenas entramos a mi habitación lo solté fuertemente, tratando de alejarme de él.

—Bien hecho, querida, al perecer se lo creyó—dijo con una sonrisa—¿Viste su cara? Fue lo mejor.

—¿Que buscas con todo esto?—pregunté fríamente

—Busco hacer lo mismo que Druig hizo conmigo, ver como mi esposa amaba a otro.

—Sabes perfectamente que no te amo ni te amaré nunca—dije borde lanzándole una mirada de furia. Él se acercó con rapidez hacia mi, dándome una bofetada haciendo que tomara mi rostro por instinto, como ardía.

Me abalancé contra él para defenderme, pero unos toques en la puerta hicieron detenerme.

—No digas nada—masculló entre dientes

—No vuelvas a tocarme en tu puta vida—dije cortamente y escupí en su rostro, a lo que me soltó para limpiarse y sonreír irónicamente hacia mi.

—O sabes lo qué sucederá

Aún lo miraba con odio mientras se dirigía a la puerta para abrir.

—Oh, hola, ¿que necesitas?

—Necesito hablar con Amalia—pude reconocer esa voz, así que corrí para abrir completamente la puerta, y lo vi, después de tanto tiempo.

—Fury—susurré mientras lo abrazaba y mi visión se volvía borrosa gracias a mis lágrimas, él me recibió con un cálido y fuerte abrazo, sentía como me necesitaba, tanto como yo.

Nos alejamos para poder conversar tranquilos, ni siquiera mire a Ikaris, ya que sabía que me lanzaría una mirada de "no digas una palabra"

—Ya me contaron todo—dijo tomando mi mano—¿Que está pasando?

No pude sostener su mirada o le diría toda la verdad.

—Amalia—dijo tomando mi rostro—Quiero la verdad, puedes confiar en mí—posó su mano en mi mejilla, haciendo que me alejara por el dolor del reciente golpe que había recibido.

—¡¿Fue él?!—me preguntó con la rabia cada vez apoderándose de él.

Solo comencé a llorar, no podía más, quería morir para no sentirme más así, tenía grabado dentro de mí que nunca sería feliz, y eso dolía.

—Cuéntamelo todo, confía en mí—y con esas simples palabras me lance a contarle absolutamente todo, tal y como lo había hecho la primera vez que lo conocí.

—Ese maldito—murmuró con fuerza, pero al verme tan rota, sólo me abrazó.

—Has pasado por tanto—susurró—te prometo que serás feliz, otra vez, como cuando eras una niña con tu mamá y tu tía, te lo prometo hija.

Al escuchar esa última palabra, mi corazón se removió de alegria, primera vez que me decía así, y por primera vez, sentía esperanzas en un destino irreparablemente cruel.