no otra vez

1.5K 175 67
                                    

Los días pasaban y no tenían noticias de los eternos, lo que inquietaba al grupo de superhéroes.

—Deberíamos buscarlos—sugirió Amalia sentada alrededor de la mesa de reuniones junto a los demás.

—Yo apoyo a Amalia—dijo Sam—No podemos esperar más.

Steve iba a responder pero lo interrumpieron, era Ikaris adentrándose en la sala.

—No es necesario que los busquen, los conozco y si estuviesen en problemas, ya me habrían llamado. Lo más seguro es estar aquí—dirigió su mirada a la castaña—Juntos.

Nat se percató de aquella mirada, con una clara doble intención, no le gustaba para nada ese tipo, había llegado hace sólo unos días, pero sabía todo de todos, y para que hablar de Amalia, extrañamente, siempre sabía que decir, sabía donde invitarla para que ella aceptara sin ningún impedimento, Ikaris estaba jugando con fuego, pero lo que no sabía, es que la pelirroja sabía jugar mejor, y más si se trataba de su pequeña.

—Ikaris es uno de ellos, si él dice que lo mejor es quedarse, eso haremos—dijo Steve, a lo que Ikaris asintió.

—¿Y por qué no estás con ellos?—preguntó Nat tratando de provocarlo—Digo, es algo que se hace en equipo.

—Nat..—murmuró Steve

—Está bien, no espero que entiendan nuestras razones, sólo queremos ayudar—dijo para luego salir sin antes dirigirle una mirada seria a Nat.

Al terminar, todos se fueron igual de preocupados, no era algo común que los vengadores se sentaran a esperar que otros salvaran el mundo, pero tenían que hacerlo.

Como de costumbre se encontraban entrenando, Nat y Amalia por un lado, Bucky y Steve por otro, el soldado no podía dejar de mirar a la castaña, el amor aún estaba presente.

—Debes dejar de mirarla así—sugirió Steve dándole un golpe en el hombro—Tienes que aprender a olvidarla.

—No es fácil, Steve—respondió en voz baja—Aún la amo y eso duele demasiado.

—Lo se, amigo mío—dijo palmeando su espalda—De a poco se irá desvaneciendo, el dolor y hasta el amor, o sino mírame a mi, estuve muy enamorado en el pasado, pero mira—dijo apuntando a la pelirroja—Estoy feliz y más enamorado que nunca otra vez.

Bucky solo se limitó a sonreír, estaba muy contento por su amigo, al fin era completamente feliz, al igual que Nat, pero no podía negar que sentía un poco de envidia, siempre pensó que el gran amor de tu vida estaba destinado a estar contigo hasta el final, pero ya veía que no, no a todos se les cumplía ese deseo.

Mientras los dos súper soldados conversaban, no se percataron de la presencia de Ikaris, dirigiéndose a las dos mujeres al otro lado, más bien a una en específico.

—Amalia—saludó para darle un beso en la mejilla—Quería invitarte a un lugar que estoy seguro que te encantará.

—Como siempre, que raro—masculló entre dientes la pelirroja rodando los ojos.

—¿Disculpa?

—Tranquilo, no dijo nada—dijo Amalia fingiendo una sonrisa viendo de reojo a su amiga—Esta bien, me iré a duchar y vamos—terminó para luego irse.

—Allá adentro no respondiste mi pregunta, Ikaris—dijo Nat dándole una pequeña entonación a la última palabra.

—No tengo tiempo para esto—respondió el eterno para retirarse.

The girl with green eyes [Druig]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora