eternals

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Druig

Los eternos son seres que vienen del planeta Olympia, llegaron hace miles de años, para proteger a los humanos de los desviantes, seres antinaturales que se alimentan de seres humanos, se les ordenó no involucrarse en conflictos humanos que no incluyeran a desviantes, ya que al proteger y ayudar a la humanidad por todos estos años, no habrían podido ellos mismos desarrollar su mundo como deberían hacerlo.

Después de muchos años en que los eternos lucharon con los desviantes, llegó el punto en que ya estaban erradicados, por lo que la líder suprema, Ajak, les había sugerido, que hicieran sus vidas donde quisiesen, no era necesario seguir juntos, pero la mayoría se había quedado.

-Estas personas son inigualables, cuando vino Thanos a eliminar la mitad del universo, las personas de este planeta, los vengadores, pudieron traerlos de vuelta con un simple chasquillo, es simplemente impresionante como lucharon para proteger este mundo-dijo una admirada Ajak.

-¿Los Vengadores?- preguntó curioso Druig, quién venía entrando a la sala donde estaban los demás.

-Sí, los superhéroes de este planeta-respondió Kingo, quién los visitaba de vez en cuando- no me vas a decir que no los conoces, yo conocí a Thor cuando era niño, pero ya no hablamos- encogió sus hombros.

-Bueno déjame recordarte que viví en el Amazonas durante los últimos veinte años, no creo haberlos conocido-respondió el chico con cierta obviedad- ¿Y es cierto eso que pelearon contra Thanos y ganaron?

-Claro que sí, el gran titán loco, llegó a través de una máquina del tiempo y quiso matar a todos, con las gemas del infinito, pero todos los vengadores se unieron y le dieron su paliza, y bueno, Iron man, él se sacrificó por todos, hizo el chasquillo, salvandolos a todos menos a él- relató Kingo.

Druig sintió por primera vez, curiosidad de saber quienes eran esos tal vengadores, siempre se sorprendía de los logros de los humanos, pero esta vez, era algo mayor, era Thanos, había visto como la gente se desvanecía pero cuando volvieron todos, no le tomó la importancia necesaria, pero ahora, sabía que tal hazaña la habían hecho los vengadores. Por ello, emprendió su viaje hacia Nueva York.

-¿A dónde vas?- preguntó Ikaris fastidiado.

-Ikaris, Ikaris, ¿desde cuándo te tengo que dar explicaciones?

-No vayas hacer una locura, o sino yo mismo arrancaré tu cabeza, sabes cual es tu misión aquí- masculló el hombre, lanzándole una mirada matadora al chico de ojos azules.

-¡Ya basta Ikaris!-gritó Ajak-ya les dije que cada uno tiene derecho a realizar su vida, a conocer, a descubrir, no deben quedarse estancados aquí.

Druig con una sonrisa de oreja a oreja, le brindó una reverencia a Ajak como señal de agradecimiento, para luego mirar a Ikaris, brindarle un gesto de victoria y marcharse.

Llegado a Nueva York, se dirigió al complejo de los vengadores, le habían dicho que habían remodelado el mismo lugar, así que no le costó mucho hallarlo, con ayuda de algunas mentes, claro.

Solo quería ver quienes eran los famosos y valientes guerreros que salvaron al mundo, quería saber como convivían entre ellos, quería conocerlos a cada uno, ¿era cierto que eran como una familia?

Se escabulló y pudo observar de afuera, muchos autos, y personas en la entrada, como si fuese una fiesta, así que se dió la vuelta y en su trayecto pudo observar a una chica, una hermosa chica, con un hermoso vestido color verde esmeralda, con un escote en su espalda, muy nerviosa, que al parecer se había dado cuenta de su presencia ya que observó hacia donde él se encontraba, y al ver que se acercaba un chico platinado, solo se esfumó.

Se sintió extraño, primera vez que una chica humana le hacía sentir algo tan peculiar, algo tan único, algo tan especial, y tan sólo con verla, por esa razón, necesitaba conocerla.

La siguió por semanas, sin que nadie se diese cuenta, solo quería conocerla, saber su nombre, quería saber si esa niña tan dulce era una vengadora, saber que era lo que tenía esa chica de los ojos verdes que lo enloquecía.

Un día, mientras la seguía desde lejos, la chica se le había perdido de vista al entrar a un callejón, maldijo por lo bajo, estaba por irse hasta que sintió como lo acorralaban hacia una pared con un cuchillo en su cuello.
Joder, era ella.

es mucho más hermosa de cerca- pensó

Cuando la chica se fue, solo quedó con más dudas e incertidumbre en relación a la castaña, era una mujer tan dulce y tierna que transmitía la más pura paz, pero a la vez era tan valiente y aguerrida, que solo le brindaba ganas de admirarla por siempre.

Estuvo meditando por varios minutos sobre la chica que lo tenía pensando en ella todo el día, con una sonrisa en su rostro, pensando que necesitaba, que anhelaba conocer el nombre de la chica, sea como sea.

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Lxs regaloneo mucho 🙄 después no me quedarán más capítulos para publicarles jajajaja

lxs amooo♡ seguiré subiendo cap siempre y cuando pueda

The girl with green eyes [Druig]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora