casual

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Y así pasaron los días, Amalia apenas llegaba a dormir en el día, se pasaba casi todas las noches fiesta tras fiesta, hombre tras hombre, al parecer la adrenalina y la dopamina que se liberaba en el acto, la hacía sentir mucho mejor, así que se convirtió en un círculo vicioso.

Esa noche había ido a una fiesta en un lujoso bar del centro de New York, al entrar lo primero que se dispuso hacer fue acercarse a la barra para pedir un whisky, el cual se tomó de un solo trago, ya se había acostumbrado a la sensación que le producía en su garganta, se quedó un rato allí, esperando que algún hombre la viera sola y se acercara a invitarle otra copa, no tenía mucho dinero, habían hablado con Pepper y le bloquearon sus tarjetas, solo dejaron el dinero necesario en su cuenta para que pudiera sobrevivir.

Y así fue como un hombre rubio de ojos azules se acercó y se ubicó a su lado, viéndola de reojo.

—Me da un whisky doble por favor—pidió el hombre mientras observaba a la castaña de pie a cabeza.

—¿Me invitarás un trago o sólo me mirarás?—dijo Amalia viéndolo con sus ojos cautivantes.

Después de estar unos minutos conociéndose, Amalia empezó a sentir el calor recorriendo su cuerpo, se quedó en silencio viendo al hombre tratando de transmitir lo que tenía en mente y al parecer, así lo hizo, ya que el rubio la tomó de la mano y la llevó rápidamente hacia los baños, entraron, se aseguraron que no había nadie adentro y cerraron con llave, para envolverse en apasionados besos, el hombre la tomó por la cintura para subirla al lavamanos, al estar en esa posición la castaña abrió más las piernas y acercó al hombre hacia ella, sintiendo la gran erección que había en el pantalón del rubio, lo que la calentó aún más, empezó a desabrochar el pantalón para sacar el gran miembro del hombre, lo mismo hacía él, subiendole el vestido haciendo un lado las bragas de la chica, Amalia tomó en sus manos el pene erecto para bombearlo unos segundos para que estuviera lo suficientemente duro para ponerle el condón, al terminar lo dirigió hacia su entrada, tomó de los hombros al hombre con fuerza mientras se introducía en ella rápido y duro, ella gemía fuerte mientras él jadeaba en su oído, estaban a punto de venirse cuando escucharon golpes en la puerta, así que el hombre apresuró las embestidas haciendo que la castaña gimoteara con más volumen llegando al clímax, después de unos segundos el rubio también se vino, se arreglaron y salieron como si nada del baño, ganándose una mirada entre celos y reclamos de los que esperaban entrar.

Luego de bailar unas horas, el hombre se ofreció a llevar a Amalia a su casa, recorrieron la ciudad hasta llegar a la entrada del complejo, el hombre le abrió la puerta del copiloto, para luego darle un beso que rápidamente la castaña rechazó y le dió un abrazo.

—Gracias por traerme.

—Me gustaría volver a verte—dijo el rubio tomándola de la cintura.

—No lo creo cariño, adiós— respondió Amalia dándole un beso en la mejilla y adentrarse hacia su habitación.

A la mañana siguiente, muy temprano Bucky se dirigió apresurado hacia la habitación de Steve, golpeando fuertemente.

—Steve, soy yo, abre—luego de unos minutos el supersoldado abrió la puerta.

—¿Qué pasa Bucky?—preguntó adormilado aún.

—La vi llegar con otro tipo, de nuevo—decía en voz alta entrando a la habitación sin percatarse de la presencia de Nat—Todas las noches son diferentes idiotas, no puedo creerlo, y pensar que era la inocente niña que..

—Ni se te ocurra decir nada malo de ella en mi presencia—lo interrumpió Nat

Bucky se sobresaltó al verla en la cama, y le lanzó una mirada a Steve.

—Tú como su amiga deberías aconsejarla.

—¿Para que vuelva contigo? No lo creo, y ya he hablado con ella, pero la conoces, es obstinada, y si de esa manera arregla el corazón que tú rompiste, no tengo mucho que hacer.

La pelirroja tenía cierta razón, ella estaba así por él, a pesar que le ardía el pecho cada vez que la veía bajar de un auto nuevo cada noche, era su culpa. Así que sólo se retiró de la habitación sin decir ninguna palabra.

—Creo que deberías hablar con ella, intentarlo, son amigas, no deberían estar peleadas—dijo Steve

—¿Crees que no me duele no hablarle? Traté de hablar con ella de nuevo, de hacerla entrar en razón, pero me trató pésimo, ni a Fury ni a Pepper quiere recibirlos, imagínate.

—¿Y Druig? Quizás él pueda hacerla entrar en razón—agregó Steve

—He tratado de localizarlo pero no hay caso, es como si se hubiera ido del planeta, según Wanda dijo que vendría a su boda pero no estoy segura.

—Bueno, habrá que esperar si aparece alguna salvación para Amalia.

Dentro de dos días sería la boda de Wanda y Visión, todos estaban emocionados dentro de lo posible, pero Wanda tenía un gran dolor en su pecho, que tenía como protagonista a la chica de ojos verdes.

—¿Y si ya no quiere ser mi dama de honor? Ha cambiado tanto que no me sorprendería—decía cabizbaja.

—Estaré yo apoyándote en todo, tranquila—le respondió Nat—En algún momento deberá de reaccionar y se dará cuenta del error que está cometiendo.

—Ojalá Nat, ojalá, me duele ver a nuestra pequeña así.

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He tenido tiempo de escribir estos días por eso les he estado subiendo artos capitulos ♡♡♡ se viene lo bueenooo

⚠️ no sé la edad de todxs pero recuerden que es +18 el fanfic, porque se vienen escenas on fireee (ojo que todo es FICCIÓN 🙄)

The girl with green eyes [Druig]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora