❝ Once ❞

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...

RA-YEON

Al día siguiente, fui a ver a Momo. Esa vez le dije que era mi amigo el que me había llevado, y que después volvería a ir a casa con él. La verdad es que no sabía qué decir, cuando me preguntó mi número de teléfono. Tuve que responderle que no tenía mi móvil allí ya que lo dejé en casa, y soportar que me regañara diciendo que era peligroso.

Posteriormente, volví a las tierras de las brujas, concretamente a Maleficia, pero no al instituto. Estuve caminando por la ciudad, observando cada rincón; las setas fluorescentes de gran tamaño, las hojas de las plantas que tenían distintas formas geométricas, los frutos coloridos y brillantes, las criaturas saltando de rama en rama... Todo aquello era algo inimaginable en el mundo humano, me di cuenta la segunda vez que lo sobrevolé y comprobé que lo que decían era cierto; era oscuro, simple, sencillo, monocromático. No literalmente, pero daba esa sensación cuando salías de lugares como Phytagros, para finalmente llegar allí.

Paseando por las calles, vi de lejos a la tal Myeong-suk, mi primera compañera de cuarto en Maleficia, no por mucho tiempo. La rubia paseaba con Jiyu. "Menuda combinación", pensé.
Lo que me sorprendió, fue que al observarla fue inevitable ver su aura, y era blanca y marrón.
Claro que la chica en sí no me importaba para nada, pero no me esperaba que, de repente, estuviera enferma.

Aquello no fue más que un dato que se me presentó, ya que a mi no me influía en nada, ni siquiera podíamos hablar, y pude seguir caminando con normalidad.

Al día siguiente, me desperté malhumorada y estoy casi segura de que eso se vio reflejado en mi actitud. Hablé aún menos de lo normal, respondía cortante... Aunque solo hablé con Jake, y un poco con Jay.
Eso último no me sentó bien, aunque no hizo nada. Simplemente preguntarme si finalmente me teñiría el pelo, cosa a la que respondí que sí. Últimamente estaba más amable y eso hacía que nos diera más atención a todos, lo que no me ayudaba. Tal vez estuvo yendo a terapia como solían hacerlo los de su especie.

Cuando volví a mi cuarto, me tumbé en la cama, me tapé con las sábanas para evitar la mirada punzante de Tzuyu y empecé a sollozar en silencio. No me sentaba nada bien estar maldita, y menos con algo así en lo que, además, era inexperta. Ya estaba más que acostumbrada a tener que retener expresar mi emoción porque simplemente no me salía. Sin embargo, no creía poder soportar por mucho tiempo más lo que me estaba sucediendo con Jay, que avanzaba y se convertía en algo peor a pasos gigantescos.

Cuando conseguí pararme a mí misma, me levanté, me puse firme e hice como si nada para convencerme a mí misma de que estaba bien.

Decidí hacerle una visita a Jungwon y Sunoo, a su cuarto. No sin antes preguntarles mediante una carta que les envió Baedal, si podía hacerlo.

...

JUNGWON

Ra-yeon vino a nuestro cuarto, sabiendo que estaríamos ya que le hice llegar el mensaje con Min-ki, mi búho que era de lo más cariñoso y obediente. Hacía ya unos meses su aura blanca fue reemplazada por la rosa. Probablemente por la cantidad de cariños que Sunoo y yo le hacíamos a diario.

Llevaba en nuestro cuarto alrededor de quince minutos, estaba acariciando a la lechuza de Sunoo, de aura verde. La verdad es que tenía una similitud a Jake y no era de extrañar ya que les envolvía la misma personalidad.

- ¿Cómo se llama? - preguntó.

- Mi-sun. - respondió con una sonrisa.

𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃𝐒 | ENHYPEN ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora