...
RA-YEON
Salí de mi cuarto después de haber leído la pésima respuesta que me mandaron mis padres, para escribir lo que escribieron, podían haberse ahorrado el sobre y escribirlo en una piedra.
"No sabemos nada, Ra-yeon. Lo sentimos.
Papá y mamá."
Hice lo que solía hacer con sus cartas, hacerlas desaparecer, mandándolas a la nada.
Tenía que ir a rellenar unos papeles, una especie de encuesta o algo por el estilo. Según me contó Riki, se le hacía a todos los estudiantes una vez al año. Era para ver si estaban cómodos, si tenían alguna sugerencia... En definitiva, allí había mucha más profesionalidad que en Maledictionis.
Fui caminando hasta el aula indicada, mientras escuchaba el bullicio que se armó en los pasillos debido a la gente que esperaba para entrar. En mi caso no tendría que formar parte de esa cola interminable, puesto que ya tenía mi sitio reservado. Allí estaba Jungwon, que me guardaba el lugar esperando para irse.
Entré atravesando a las personas y me límite a ir hasta donde el estaba, para así saludarle y al mismo tiempo despedirme, pues se marchó sonriente y yo me quedé allí sentada esperando a que me dieran el papel.
La maestra de unos veinticuatro años, de apariencia bastante joven y con la marca de una bruja blanca, se acercó a mí y a la chica de mi lado que acababa de llegar de igual forma, pues su amiga le había guardado el asiento. Nos hizo entrega de los formularios y se marchó sonriente. La verdad es que odiaba a su raza simplemente por lo que pensaban de nosotras, pero había que admitir que algunas eran muy amables y agradables en algunos momentos.
No pude evitar mirar, simplemente por curiosidad y como era normal, a la mesa de la chica de mi lado, ya que su apariencia era llamativa; tenía los labios gruesos, pero el rostro muy pequeño y redondo, simplemente se veía bonita. Sin embargo, tampoco parecía muy amable. Cuando mire su formulario pude ver que era una bruja gardneriana. Era lo que ponía en el cuestionario reservado para cada estudiante. Su tipo, su nombre y había un hueco para rellenar con el aura de cada uno. Al hacer eso me miró con cara de pocos amigos y no tardó ni dos segundos en llamarme la atención simplemente por mirar hacia su papel, aún vacío.
- ¿Tú qué narices miras?
La marca en la palma de su mano solamente me daba a entender que era cierto lo que ponía en el papel, un sol rodeado de color negro que representaba un eclipse solar ya que era su habilidad especial y la de todas las brujas de su tipo. Da igual que los brujos solares obtenían su poder de esa estrella.
- Tu cara de idiota. - contesté burlona.
Miró hacia mi mesa y se dio cuenta de que no debería de estar hablándome, cuando se encontró con que yo era una bruja negra. Ellas también tenían prohibido hablarnos. La razón era sencilla; ellas también eran libres, pero había una peculiaridad. Su lema era "haz lo que quieras, pero no dañes a nadie".
Por eso estaban en contra de que las brujas negras pudiéramos elegir también el camino de la maldad si así lo deseábamos, y las superiores y dueñas de sus clanes les prohibían incluso hablarnos. Además de que su carácter no suele ser muy amable hacia otras brujas, eran antisociales y muy reservadas con respecto a su cultura.No tenía ni que mirar su aura, ya que la escribió ella misma en su papel para rellenar rápidamente el formulario y marcharse de allí; no le agradé.
Su aura era morada y gris. Nada extraño.
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𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃𝐒 | ENHYPEN ✓
Fantasi𝐌𝐀𝐆𝐈𝐂 | "Las originales quieren verte". Ra-Yeon desconocía dónde se encontraba. La joven aventurera estaba al otro lado de las tierras de las brujas, y todo sucedió sin que ella lo provocara. ¿Qué había pasado? Ella misma tenía que descubrirlo...