❝ Veintiocho ❞

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...

HEESEUNG

No sabía qué tipo de amenaza podía estar acechando a Ra-yeon, o incluso si ya estaba siendo atacada por alguna criatura o alguien. Por eso lo único que llevé fue un arma que no pensaba usar. Es decir; no creía que fuera necesario. Aunque para que Ra-yeon, que era poderosa, no pudiera defenderse, tenía que ser algo que le hubiera pillado completamente desprevenida, algo imprevisible.

Sabía dónde estaba, gracias a que se me otorgó el título de su protector, podía intuirlo. Cerca de la estación de tren, en la arboleda de frutos azules que había que atravesar hasta llegar a ella. Pero ahí no solían atacar las especies que vivían, aunque sí era un camino poco transitado y solitario en el que se podía recibir un ataque de alguien.

Seguía notando ese molesto dolor de cabeza, ese pitido en los oídos. La imagen de la arboleda no salía de mi mente y mi cabeza no paraba de repetir "Ra-yeon está en peligro". Así que tenía que llegar rápido.

Nada más salir del instituto completamente, empecé a correr por las calles de la ciudad, atravesando las zonas con hogares de cada familiar de un clan, y eso implicó que pasara por el mío también. Incluso me crucé con Jake, que estaba por allí jugando con su primo pequeño, y en cuanto me vio correr de esa manera supo qué era lo que pasaba.

Llegué al camino distinguido entre los árboles plagados de frutas y de tono azul, incluso en el tronco. Empecé a atravesar el camino, y casi no veía nada hasta que distinguí dos figuras al fondo.

Una era Ra-yeon. Su cabellera blanca y corta se distinguía a kilómetros y era muy diferente a la otra chica. Portaba un cuchillo con el que iba contra ella. Su cabello era negro, desaliñado. Era una chica alta y también me resultaba familiar.

Fui corriendo hasta ellas antes de que pudiera hacerle algo. Lo que no sabía era por qué Ra-yeon no se defendía y se limitaba a intentar huir.

Ella me vio y solo agrandó los ojos, como pidiendo ayuda. Parecía petrificada. Podía moverse y esquivar los ataques, pero de alguna forma, se le veía incapaz de lanzar un hechizo contra la que ya había visto quién era. La conocía muy bien. Min.

— ¡Min! — grité llamando la atención de la chica, que cuando me vio se estremeció y le dio un escalofrío, pero me ignoró y siguió atacando de una forma un tanto violenta y desordenada a Ra-yeon.

¿Por qué estaba haciendo eso? Ella nunca había sido así desde que la conocía. Y menos aún sabiendo que era una bruja blanca.

Me acerqué un poco más mientras Ra-yeon seguía observándome con desesperación por que hiciera algo y observé el aura de Min.
Entonces pude saberlo. Estaba poseída.

...

RA-YEON

Heeseung parecía más pendiente de la chica desconocida y rara que acababa de lanzarse contra mí, que de el hecho de que esta iba a matarme. Llevaba unos diez minutos evitando sus intentos de puñaladas sin ser capaz de hacer algún hechizo o teletransportarme. Su marca de bruja blanca era visible, y lo que me hizo fue un hechizo muy común entre ellas. Llamado "reseteo"; mientras estuviera bajo su control, no tendría ningún tipo de poder. Por eso siempre supe que esas brujas escondían secretos ocultos. ¿Qué tipo de hechizo para hacer el bien era ese?

Aunque tenía que admitir que era bastante lógico que me atacara. Bueno, no lógico, pero por su parte lo entendía. Aunque esa furia, esas ganas de matarme de una forma tan salvaje, su postura que daba la impresión de ser un feroz animal salvaje... Eso no era normal. Pero no podía ver su aura para saber si es que su personalidad era así de singular; la tenía escondida.

𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃𝐒 | ENHYPEN ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora