❝ Veinticinco❞

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...

RA-YEON

Beomgyu y yo volvimos esa noche con un agrio sabor de boca.

Nuestro padre se encontraba tanto feliz de vernos, como desubicado. La casa estaba llena de cajas con ropa y accesorios femeninos, que trataba de ocultar y apartar. Suponíamos que eran las cosas de nuestra madre. No se mostraba en su mejor momento y ni siquiera sabía de qué hablarnos. Especialmente a Beomgyu. Le costaba mirarle; se sentía culpable por su abandono.

Nos preguntó cómo habíamos llegado a descubrirlo todo, se lo explicamos brevemente, cada uno nuestra historia, y no hablamos de mucho más.

Quería preguntarle algo acerca de mi marca en la espalda, o por qué a mí me abandonó y a Beomgyu trataron de matarlo dejándolo en las calles, solo. Pero hacerlo frente a él sería algo realmente violento, y me contuve. Tampoco mencioné la marca por su posible relación con mi robo, y eso desencadenaría, de igual forma, el tema de Beomgyu. 

Mi padre no estaba en muy buen estado, por lo que nos marchamos pronto diciéndole que volveríamos en un tiempo. Cuando estuviera mejor y procesara lo que había pasado.

...

HEESEUNG

Contemplaba cómo yo tenía razón, y mis sospechas eran ciertas incluso cuando Jake no me creía.

Estábamos comiendo todos juntos, y Ra-yeon acababa de contarnos cómo descubrió que su familia real no eran los Jung, si no los Choi. Todo para librarse de la maldición que dijo tener, algo que yo ya sabía gracias a las explicaciones que me dieron sus padres no reales; los Jung. Ella se mostraba indignada con el hecho de que le hubieran ocultado todo aquello, y yo siempre pensé que ya se lo habían contado. En ningún momento me dijeron que debía de ser un secreto hasta nuevo aviso, así que supongo que tuvieron suerte de que no se me ocurrió comentarlo con ella. Ya que incluso pensé en hacerlo, y contarle nuestro vínculo. Pero el mismo día que lo descubrí, quedé por la noche con Jake y fue a él al que le expliqué todo lo que pasaba.

Sin embargo, jamás llegué a saber el por qué de tener esa maldición que se activó con Jay, nunca me dijeron que ella era adoptada o, mejor dicho, robada. Ahora ya lo sabía y miré a Jake mofándome de haber tenido razón. En algún punto y gracias a mis investigaciones, llegué a estar seguro de que eso era así. Me adelanté. Fue una ayuda que las disputas entre sus familias fueran prácticamente parte del patrimonio histórico de Maledictionis. 

No me gustaba demasiado la idea de investigar tanto sobre ella a sus espaldas  pero, al fin y al cabo, mi misión era protegerla. Y si sus padres no me brindaban la información que necesitaba, yo la descubriría por mi cuenta. Y como ya lo había hecho, ya podía parar. Actuar como alguien normal y sin levantar sospecha, porque buscar documentos sobre alguien y viajar para pedirle explicaciones sobre su vida a sus padres, no era algo que se pudiera hacer discretamente, y es por eso que muchos de los chicos supieron lo que hacía, mientras que Jake se alió conmigo por mera curiosidad sobre Ra-yeon. 

...

RA-YEON

Al día siguiente, no solo había hablado con los chicos por un sentimiento de tener que justificar mi comportamiento, también porque eran amigos y tenía la confianza suficiente como para contárselo como algo normal, y la libertad de quejarme de mis familias. Además, sentía la necesidad creciente de ser llamada Choi Ra-yeon, aunque eso aún no estaba legalizado ni escrito en mis documentos, me aseguraría de que lo estuviera más pronto que tarde.  Y algo como eso necesitaba ser explicado. No podía llegar y, simplemente, pedirles que me llamaran de otra forma.

𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃𝐒 | ENHYPEN ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora