𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃𝐒 | ENHYPEN ✓

❝ Veinticuatro ❞

...

RA-YEON

No sabía ni como, pero las chicas, Jimin y Hyo-ri, se las habían apañado para que cediera a ir al centro comercial con ellas. Claramente a las boutiques en este, las tiendas de ropa, joyerías... Aunque para ser sincera, no fue tan complicado. No podía negar que para nosotros, los brujos, comprarnos nuestros caprichos era mucho más sencillo. Sobre todo para quienes conseguíamos energía meditando, y a mí gastar en accesorios me parecía siempre una buena forma de relajarme y gastar la energía extra que no iba a utilizar en ese momento.

Hubo un momento bastante incómodo en medio de la transición a otra tienda, y es que nos encontramos con Jiyu, chica la cual ya ni siquiera se relacionaba tanto con sus anteriores amigas. Tenía un carácter demasiado... difícil. No lo consideraría fuerte, si no infantil. Pero, al fin y al cabo, eran sus creencias.

Lo que hicimos fue ignorarlo. No era necesaria una confrontación o provocar una situación incómoda con un intento de saludo cordial.

Consiguieron que fuera sola con ellas , lo que hizo que no llevara a Jungwon. No me lo había pedido, pero sí que me dijo "yo también tengo que ir" y al final optó por ir con Jay ya que Jimin y Hyo-ri insistieron en que era, como ellas lo llamaron, una "salida femenina", nombre el cual no me parecía muy adecuado; sonaba fatal. Aún así, ellas hablaban emocionadas de la idea y terminé por llamarlo así.

Estábamos en una joyería en ese momento. Yo miraba con curiosidad y admiración unos pendientes de aro que a su vez llevaban piedras preciosas procedentes de Terrium. Una ciudad que conservaba los mejores minerales, los más resistentes y estéticos de toda Phytagros. Mi estado en ese momento era bastante bueno, no había hecho muchos hechizos costosos en el transcurso del día. Podía permitirme comprarlos perfectamente.

Hice una seña con la mano a la cajera, que vino rápidamente saliendo de su espacio detrás del mostrador. Jimin y Hyo-ri seguían debatiendo si controlarse y comprar unos pocos o, por el contrario, llevarse media tienda en un asalto. Miré hacia la puerta doble mientras la dependienta habría con sus llaves la cristalera para sacar los accesorios que le indiqué. Acababa de sonar la pequeña campana colocada sobre la línea de encuentro de las dos puertas porque entraron dos chicos, que se pusieron de espaldas para mirar unas cosas. Me detuve a mirar con curiosidad hasta que me di cuenta, cuando se giraron, de que eran Beomgyu y Wonjin. Mi hermano y Wonjin.

Aún no había tenido la ocasión de hablar con él, y tenía que hacerlo.

Esperaba mientras seguía a la cajera al mostrador, a que guardara los pendientes en una caja y me dejara pagar. Hablaría con él en ese momento. Tenía varias cosas que preguntarle.

- ¡Eh, rubia! - me llamó Hyo-ri, no muy lejos, haciendo referencia a mi pelo que, aunque no lo parecía y sonaba a burla, les gustó a ambas.

La miré preguntando qué pasaba con una mirada interrogante.

- ¿Te gustan? - alzó las dos manos. En una había un par de anillos, y en la mano restante, otro más. Eran iguales -. ¡Uno para cada una!

Asentí con la cabeza, formando una sonrisa. Entonces ella se acercó y los puso sobre el mostrador, indicando que iba a pagarlos todos ella. Jimin se acercó con varios colgantes para ella.

Cuando me vine a dar cuenta, Beomgyu ya estaba saliendo, a la par que Wonjin. Que no hubieran comprado nada me daba igual, lo que no quería era perderlos de vista. Y tampoco salir corriendo rápidamente, sería un mal gesto para las chicas. Para mi suerte, se quedaron hablando cerca de la tienda, a pocos metros. Los veía a través del cristal del escaparate, lleno de maniquíes de cabezas vistiendo joyas extravagantes.