𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃𝐒 | ENHYPEN ✓

❝ Diecinueve ❞

...

RA-YEON

La antigua niñera, cuidadora, o lo que fuera de Beomgyu, me animó a contarle lo que me pasaba y decidí hacerlo. No era alguien que pudiera utilizarlo en mi contra y tampoco volvería a verme, solo me daría un consejo o eso parecía. Y sí lo hizo. "Investiga sobre los Jung y si no encuentras nada, probablemente tu familia real no es esa". Aquello me dejó sin palabras.

Desde un principio la idea era buscar información sobre los Jung de Maledictionis en una enciclopedia, los chicos incluso me dijeron algunas bastante buenas por el camino. Sin embargo, primero quería ver si ellos tenían la empatía suficiente como para comprender mi confusión y contarme la verdad sobre nosotros, o si realmente era adoptada y ellos no eran mis psdres reales.

Cuando salimos de allí, le dije a Beomgyu que ya no quería investigar, y volvimos a Maleficia y al instituto. Aún estaba esa bruja satánica que molestaba, a la que ya pude verle la cara y me di cuenta de que era la misma de la última vez. La chica de pelo azul.

Todos entramos después de ver cómo forcejeaban con ella y empleaban toda su magia y poderes en intentar sacarla, les era imposible.
Yo me quedé con una pizca de duda y curiosidad. Estaba planeando algo en mi mente por si mis padres no me contaban nada, y el primer paso para poder llevar ese plan a cabo, era hablarle a esa bruja satánica.

Miré por la ventana hasta que vi que consiguieron que desistiera y se fuera. Claramente no del todo, se quedó caminando por los alrededores para tantear a los guardias y hacerlos enfadar. Propio de ellas.

Me teletransporté a la zona más cercana. Por los lados, el instituto tenía muros altos de arbusto que no permitían ver el exterior desde dentro.

Caminé varios pasos hasta asomarme por la esquina y hacer que me viera. Al principio iba a decir algo, pero con un poco de duda, le hice un gesto para que viniera junto a mí. Y mientras ella lo hizo, yo suspiré y me preparé para hablar con ella. Más que malvada, parecía burlona y rebelde.

Lo hizo de una forma en la que parecía que por fin se estaba yendo, ya que gritó "¡Irse todos a la mierda!" Antes de acercarse más rápidamente a donde estaba yo.

- ¿Quién eres, qué me ofreces y a cambio de qué? - cuestionó tan pronto como estaba frente a mí.

Era unos centímetros más baja que yo, pero imponía como si midiera dos metros. Iba a preguntar si era una satánica para asegurarme, pero los cuernos que salían de su frente daban a entender que sí. No me había percatado de ello.

- Antes que nada, ¿Cuál es tu nombre?

- ¿Por qué quieres saber eso, y cuál es el tuyo? - arqueó uma ceja.

- Ra-yeon. Del apellido no estoy segura y de eso es de lo que quiero hablarte. Quiero saber tu nombre porque iré a vuestras tierras, y preguntaré por tí. Me interesas tú, me gusta tu carácter de la misma forma que a tí te gustará lo que te voy a ofrecer. - sonreí maliciosamente.

Ponía ponerme perfectamente en el papel, ya que en realidad mi personalidad era similar a eso. Sabía cómo complacer a distintos tipos de brujas.

- Cuéntame. Me llamo Shin Ryujin. - se presentó.

- Verás, Ryujin... Antes que nada, yo soy una bruja negra.

- Eso me gusta. - admitió cambiando su postura a una más cómoda, y cruzándose de brazos. Lo que significaba que estaba en serio.

- Lo sé. - sonreí -. Tengo una maldición de amor muy molesta y quiero comprobar que es cierto y deshacerme de ella. Además, saber un poco sobre mi familia. Sé que vosotras lo sabéis todo, la historia de los clanes, de cada persona...