...
JUNGWON
¿Cuánto tiempo más tendría que pasar hasta que tuviera el valor de confesarle a Ra-Yeon mis sentimientos?
El abrazo del otro día, el calor que me transmitió incluso al borde del llanto, llena de emociones que no tenían nada que ver conmigo... Y lo que pretendía era ser yo quien le brindara esas sensaciones, aunque no sé si lo conseguí. Era complicado, siempre iba de un lado para otro, metiéndose en líos y yo encantado de ayudarle, pero quería saber si en algún momento tendría un hueco entre toda su apretada agenda en el que estuviera varios días quieta en el instituto y pudiéramos pasar más tiempo juntos.
Ya habíamos vuelto allí, mi padre ya llegó con sus plantas medicinales recogidas y pude marcharme. Al final, fueron tres días en los que ella me estuvo acompañando.
Y en el viaje andando de vuelta, durante la caminata pacífica y tranquila por las calles transitadas de Maleficia, me contó que pronto iba a volver a ir a las tierras de las brujas satánicas con el único fin de gastar las almas robadas de los Kim. En lo que fuera. "No me importa mientras pueda conseguir algo que me beneficie, simplemente no quiero tenerlas ahí", fue lo que me dijo. Tenía su parte de lógica. Eran molestas y había que esconderlas bien, porque claro, ir por ahí con botes de almas llamaba la atención. Y no eran precisamente pequeños, sino bastante molestos de cargar.
Yo le dije que le acompañaría, y se negó. Su excusa era tan sencilla que no tuve ni que pensar una respuesta elaborada. No quería que fuera porque era peligroso y le respondí que, si para mí lo era, para ella también y quería protegerla. Se quedó callada, no dijo nada más. El resto del tiempo estuvimos charlando. Y después fuimos al comedor a pedir un helado y hablar con los chicos. Solamente había dos de ellos ausentes.
...
HEESEUNG
No volví a pisar el instituto desde aquel día. Jungwon y Ra-yeon desaparecieron, y pude intuir que habían hecho alguna trastada. Por supuesto que fue así, tan solo un día después Min me comentó que su familia había sufrido un asalto. No le dije lo que pensaba, sabía que fueron ellos, pero me mantuve callado.
Min estaba arrepentida. Después de que sus padres le contaran junto a mí lo que le habían hecho, no se sintió mal. Posteriormente me pidieron explicaciones del por qué había salvado a Ra-Yeon aún cuando "no tuvo piedad y sacrificó a Myeong-suk". Empecé a reflexionar. ¿Debía de decir la verdad y seguir siendo rechazado por sus padres, o mentir diciendo que no sabía lo que había pasado previamente?
Opté por la verdad. Ra-Yeon era mi amiga, después de todo. Y no solo eso, la futura pareja de alguno de mis dos amigos que estaban desesperados por ella, también. Que aunque lo escondieran, ya iba siendo más que evidente.
Se lo conté. Que conocía de sobra a Ra-Yeon y que sabía cómo era y que no hacía las cosas sin pensar. Que Myeong-suk en realidad quería acabar con todo rápidamente por su enfermedad y su corta esperanza de vida. ¿Me creyeron? No.
Min sí, ella me conocía mejor que nadie entre todo su clan y sabía que yo no era alguien que mentía por capricho o que actuaba a base de impulsos. Sus padres, sin embargo, me echaron de allí. Nunca fui aceptado por ellos, y mi relación con Min menos. Eran cosas de su familia, y más ampliamente, de su tipo. Los brujos blancos escondían secretos, Ra-Yeon tenía razón. No eran puros ni mucho menos humildes o amables. Tenían sus cosas como todo el mundo, sanaban a quien querían, engañaban, manipulaban y prohibían.Cuando salí de allí, fui seguido por Min. Estuvimos andando un par de horas sin rumbo alguno por los alrededores, bajo la mirada juzgadora de sus tías y primos que sabían perfectamente que aquello se lo prohibieron y no debía hablar conmigo. La única razón era que yo era un brujo cósmico solar y un Lee. Una familia con la que la suya nunca se llevó bien, y el extra era que se negaban a dejar que su hija pasara a formar parte de un clan que no fuera de brujos blancos en su mayoría. Si además de todo, era el mío, era lógico lo que pasaba.
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𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃𝐒 | ENHYPEN ✓
Fantasía𝐌𝐀𝐆𝐈𝐂 | "Las originales quieren verte". Ra-Yeon desconocía dónde se encontraba. La joven aventurera estaba al otro lado de las tierras de las brujas, y todo sucedió sin que ella lo provocara. ¿Qué había pasado? Ella misma tenía que descubrirlo...