❝ Trece ❞

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...

JAKE

Me miré frente al espejo, la marca en mi espalda permanecía ahí aún cuando mis padres me dijeron que desaparecería, pero que la cubriera por el momento.

Tenía que salir, había quedado con Heeseung en los patios a una hora prohibida para que nadie nos molestara. Teníamos que hablar de cierto tema en el que estábamos indagando. Me citó porque dijo que había descubierto cosas.

Me puse la camiseta y un abrigo y me concentré en el hechizo de teletransportación que había aprendido. Me hubiera gustado poder hacerlo con normalidad, como Jungwon, Ra-Yeon o Sunghoon, pero algunos teníamos la mala suerte de no tener ese poder.

Miré a mi reflejo en el espejo y cerré los ojos.

- Ego evanescet ire quo me animus meus ducit.

Abrí los ojos y ya estaba en el patio, en la parte trasera del edificio junto a unos arbustos. Miré hacia la luna, era llena. Con razón tenía tanta energía y poder en esos momentos.

Volví a mirar al frente y ahí estaba Heeseung.

- Dime, ¿Qué sabes? - pregunté mientras chocaba mi mano con él.

Se encargó de investigar de día, que era cuando tenía más energía y sus habilidades estaban rebosantes de poder. Como era lógico, pues era un brujo solar.
Por esa razón no le vi por la mañana.

- Me he encargado de investigar lo que pasó antes de que llegara Ra-Yeon.

- ¿Y bien?

- Verás...

...

- Por eso llegó junto a Jay.

Después de que Heeseung me explicara todo lo que sabía, entendía mejor los comportamientos de la chica y su llegada repentina.

- Lo que no entiendo es cómo llegó. ¿La trajeron a ella al mismo tiempo que a Jay? Es algo complicado.

Pensaba agachado en el suelo junto a Heeseung, lo miré y estaba observándome.

- Tengo que contarte algo.

...

RA-YEON

Era por la mañana ya, y yo iba sobrevolando las calles de Corea hasta llegar a Seúl y distinguir la casa de Momo, iba a visitarla.

Procuré hacerlo en secreto y que nadie me viera, no me apetecía cruzarme con Sunghoon. No había nada de malo y de hecho quería explorar junto a él por ahí, pero en esos momentos quería ir sola.
Lo único que quería era integrarme con los humanos y hacer una amiga, y Momo era la indicada. Sus acciones cuando me conoció me dejaron ver el tipo de persona que era y eso me bastó para saberlo.

Bajé cuando vi que había un callejón detrás de su calle, podía "aterrizar" ahí y nadie me vería.

Ya con los pies en la tierra, me acomodé la ropa y me tapé con un abrigo largo que llevaba. Me di cuenta de que la moda del mundo humano era muy distinta a la nuestra. Era llamativa, pero mucho menos. Tal vez se veía raro y sospechoso, así que decidí cubrirme.

𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃𝐒 | ENHYPEN ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora