❝ Dieciséis ❞

883 127 10
                                    

...

HEESEUNG

Estaba en la biblioteca estudiando junto a Jay, y aunque se suponía que había que estar en silencio, decidí preguntarle en ese momento lo que me llevaba cuestionando un par de días.

- Oye, Jay. - le toqué el hombro.

El nombrado me miró cuestionándose qué pasaba.

- ¿Tú sientes algo por Ra-Yeon?

No lo manifestaba para nada, pero quería saber si ella era correspondida, porque estaba claro que algo sentía por él.

Jay suspiró y frunció el ceño -. ¿¡Por qué todo el mundo me habla sobre eso!?

Se escuchó un "sshh" de parte de la bibliotecaria, y Jay rodó los ojos. Se apartó un poco y volvió a sus apuntes sin ni siquiera responderme por un momento.

- No, no me gusta. De todas formas, métete en tus asuntos. Sé que llevas algún tipo de investigación sobre ella.

Suspiré, crucé las piernas y seguí estudiando. En un rato se le pasaría.

A veces la terapia no era suficiente para un aura como la suya, además de que llevaba tiempo.

...

SUNGHOON

Le conté a Jaeho lo ocurrido hacía tiempo.

Jaeho, chico al que conocí el mismo día que fui al mundo humano siguiendo a Ra-Yeon. Como no pude seguirla a ella, tuve que meterme en alguna discoteca que encontré y unirme a la fiesta de unos chicos. Allí lo conocí y nos hicimos algo amigos, ya que se ofreció a llevarme a un hotel más tarde, cuando la fiesta terminó. Me dio su dirección y su número, compré un teléfono con los ahorros, ya que sabía que me iba a hacer falta en más de una ocasión.

En ese momento, él ya sabía que yo era un brujo, y le conté un poco sobre nosotros. Desconfiaba algo de él, al fin y al cabo era un humano que no estaba acostumbrado a nosotros y desconocía lo peligroso que podía ser algo como contar que existíamos. Aunque la primera reacción del resto sería meterlo en un psiquiátrico por tener alucinaciones.

Mi familia estaba sufriendo pérdidas, la gente moría por las guerras y deudas, yo era el último hijo y me haría cargo de ello como pudiera. Mi bisabuelo quería casar a mi hermana y que tuviera hijos, pero yo no iba a permitir eso. La primera razón era que tenía solo quince años, la segunda, que él no era nadie para decidir con quién estaría ella.

Por eso, quise ocuparme y como no iba a estar con nadie solo para tener hijos y continuar con el clan Park de Maleficia, decidí convertir humanos, uno al menos. Jaeho se ofreció cuando se lo conté, y ya había preparado la pócima con mi sangre y memorizado el hechizo. De esa forma sería un brujo marino, y posteriormente le cambiaría el apellido a Park en el ayuntamiento de la ciudad.
Él sería el primero en ser convertido. Aunque era algo ilegal el simple hecho de salir, no creía que las originales se enteraran.
Además, él allí podría empezar una vida nueva y continuar con el clan por su cuenta, también.

Ese tema había recorrido mi mente varios días sin dejar hueco a algún pensamiento más; apenas atendía a clase y a los chicos. Tampoco mucho a Ra-yeon, lo cual era un fastidio para mí mismo.

Sabía que por eso, ella estaría preguntándose qué me pasaba, los demás pensando que me había molestado por cualquier tontería, los profesores pensando en mandarle una carta a mis padres diciendo que estaba distraído... Y Heeseung haciendo alguna de sus intensas investigaciones, o por lo menos pensando en ello.

𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃𝐒 | ENHYPEN ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora