❝ Cuarenta y cinco ❞

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...

SUNGHOON

Las cosas no salieron como esperábamos.
Un profesor nos escuchó hablar del plan mientras salíamos a comprobar si estaba llegando, y se quiso unir. Aquello desencadenó a cientos de invitados. Se lo comunicó al director y, de repente, todos parecían amigos íntimos y adoradores de Ra-Yeon. Finalmente, tuvimos que conformarnos con lo que propusieron; hacer una fiesta en el instituto, interrumpir las clases para ello y celebrar que su alumna se había convertido en una original. Como realmente si fuera mérito de ellos.

Cuando vimos cómo Ra-Yeon y Jungwon llegaban, con cansancio y aparentemente con la intención de irse a dormir, no tuvimos más remedio que ir nosotros hacia ella y llevárnosla a su cuarto a que se cambiara y después a la fiesta, antes de que otra persona acaparara su espacio. Fue Tzuyu quien la acompañó, aquello fue lo único que se mantuvo igual a lo que acordamos en un principio.

Salió y estaba resplandeciente. Se puso un vestido corto de color negro con piedras preciosas en los tirantes y un cinturón de enredadera. Unas botas negras y altas con cordoneras y unos pendientes de aro. Recogió su pelo blanco en un moño alto y despeinado a propósito.

Lo primero que hizo fue ir a por la mano de Jungwon para sonreírle felizmente. Parecía que ya sabía lo que planeamos. Tzuyu debió de contárselo.

Me acerqué a ellos y me saludó. Comenzamos a andar en dirección al comedor, donde ya estaban todos reunidos. Afortunadamente, en los pasillos no había nadie y teníamos un poco de tiempo para hablar antes de que los profesores y alumnos fueran en masa hacia ella como si la conocieran de toda la vida y hubieran hablado alguna vez, a felicitarla.

- Es increíble que seas una original. Te pega -confesé-. ¿Cómo es tu castillo?

- Lo sé -respondió-. Pues... es morado, rodeado de vegetación y flores, y muy amplio por dentro -sonrió-. Pronto os invitaré a verlo.

- Nuestra idea principal era celebrar una fiesta íntima allí, pero toda esta gente se ha unido al plan como si nada.

- Eso me ha dicho ella -señaló a una pacífica Tzuyu a su lado y suspiró-. ¿Qué se le va a hacer? No me alejaré de vosotros y ya está.

Entramos al comedor y, tan pronto como lo hicimos, la sala se llenó de vítores y aplausos. El director vino hasta Ra-Yeon, quien estaba algo tímida mientras que Jungwon trataba de relajarla pasando su brazo por su espalda.
Quería ser yo quien lo hiciera.

El hombre le felicitó y le dio una especie de diploma improvisado que, probablemente, hicieron minutos antes. Era bastante ridículo. Un diploma de pacotilla escrito en papel viejo con tinta escasa de pluma barata no estaba a la altura de Ra-Yeon.

Cuando este le dejó pasar junto a nosotros, la gente vino poco a poco a felicitarla en persona. Ella no soltaba a Jungwon, y yo no me alejaba, por si acaso, al igual que Tzuyu.

Estuvimos así un buen rato hasta que, por fin, la música comenzó a sonar, distrayendo a los estudiantes.
Todos nosotros junto a nuestros amigos nos amontonamos sobre varias de las mesas más alejadas, ya que todas estaban acumuladas en una esquina para dejar espacio.

De repente, Beomgyu vino con dos tintineantes copas de champán, ofreciéndole una a Ra-Yeon.

- ¡Prueba una, hermanita! -dijo animadamente, acercándosela. Ra-Yeon la apartó con las manos con cuidado de que no cayera, pero Beomgyu insisitió-. ¿Por qué no? Para celebrar tu logro.

- Primero que todo, no es un logro como tal -rió-, y para seguir, no tengo la edad suficiente para tomar alcohol.

- ¡Pero eso ya no importa! ¡Eres una original!

𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃𝐒 | ENHYPEN ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora