Capitulo 4

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MARIZZA




El resto de la tarde estuve revisando al ganado y los encontré con problemas estomacales tendrán que tener un buen tratamiento sino seguirán enfermando.

Así que después de la cena decidí ir a hablar con Pablo ya que él no nos acompañó en el comedor.

-Hola amor- entre a su despacho sin tocar y ni siquiera levanta el rostro de los documentos que tiene en sus manos.

- ¿Acaso tus padres no te enseñaron a pedir permiso antes de entrar a un lugar?- muerdo mis labios al verlo sin sombrero, su cabello revuelto lo hace ver tan sexy.

- Trataron de enseñarme muchas cosas, pero al ver que no aprendía decidieron no seguir perdiendo su tiempo.- me acerco hasta apoyar mi trasero en la punta de la mesa - ¿Qué haces?- pregunto pero me ignora. - ¿Estás mirando la lista de invitados para nuestra boda?- resopla.

- ¿Cuál boda?- dice - Mira, en este momento me encuentro ocupado ¿Podrás irte?

- Nop- muevo mis piernas y puedo observar que se queda mirándolas.
Tengo un pequeño short y una blusa de tiras - Necesito hablar de algo contigo - me inclino hacia él para que observe mi escote.

- Di...- carraspea desviando su mirada hacia los documentos- Di lo que tengas que decir y vete... Por favor - sonrío al ver sus nervios.

- Quiero hablar sobre el ganado - decido levantarme y alejarme un poco, la verdad es que yo también me estoy poniendo nerviosa.

- Supe lo que hiciste hoy- deja los papeles a un lado y me observa - Pensé que estabas en el mismo semestre de la carrera que mi hermana como para hacer ese trabajo. Me sorprendes - entrelasa sus dedos - Y por cierto, gracias.

- No me agradezca aún- me siento delante de él cruzando mis piernas - Aunque pensándolo bien puedes agradecer de una manera - guiño mi ojo.

-¿Cuándo vas a madurar?-

- No soy fruta para madurar - digo mirando mis uñas - Aunque si quieres puedo ser la fresa y tu la crema y convertirnos en un delicioso postre- relamo mis labios en tono juguetón.

- ¡BASTA! - grita haciéndome sobresaltar.

- Ok. Ok - levanto mis manos en forma de rendición - Te cuidado, puede que te de un infarto, cada día te veo más amargado - ruedo los ojos - Vengo a hablar sobre el ganado, necesitas darle otro tipo de alimento, no hay pastizal suficiente y está comenzando a comer tierra y rocas y eso le estruja su intestino- se vuelve a sentar - También necesitan vitaminas y purgarlos. Tu ganado está perdiendo nutrientes y su carne no va ser eficaz para el comercio

-Pensé que te faltaba para graduarte de veterinaria

- Solo un semestre - encojo mis hombros.

-Se que mi ganado está mal, el arroyo se seco y no hay buen pastizal- suelta un suspiro - Estoy buscando como salir de este problema

-Necesitas invertir en varios tanques y llenarlos en invierno para tener la reserva para los veranos. Se sabe que Texas, los veranos son intensos, no puedes confiar en los arroyos - me inclino hacia él - Por cierto, no entiendo como un río se seca, Lujan me mostró una foto y se puede ver claramente que no es un riachuelo

-No sabemos que pasó, solo de un momento a otro se fue secando hasta no quedar nada, solo quedan pequeños estanques hasta que desaparece y vuelve el invierno

-¿Exploraste las montañas? ¿Dónde se crea el manantial?- niega con la cabeza.

-El arroyo vuelve a fluir en invierno- dice - Pero es buena idea en construir unos tanques de almacenamiento para poder sobrellevar el verano y más cuando son tan intensos como ahora

PEQUEÑAS HISTORIAS PABLIZZA/BENJAMILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora