Capitulo 4

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No quería abrir los ojos. Sentía que mi cabeza estallaría en cualquier momento.

Maldije y abrí los ojos y de inmediato me arrepentí al sentir la luz del sol entrar por la ventana.

-Mierda- me sentía morir. Mi cabeza, mi cuerpo y sobre todo mi zona íntima dolían.

¡Mierda!

Abro los ojos y me senté en la cama, de inmediato ese puto dolor hizo que gimiera y tocara mi cabeza

¿Qué pasó?

Pensé un momento tratando de recordar porque estoy desnuda en mi cama, hasta que bajo mi mirada y me encuentro con un brazo en mi cintura.

Cierro los ojos y empiezo a pensar en una plegaria.

Que no sea lo que estoy pensando.

Miro a mi lado y me encuentro con una cabellera rubia y una espalda ancha.

Dejo caer mi cabeza hacia la almohada y maldigo internamente.

No puede ser.

Pablo se remueve y me suelta, en ese momento aprovecho y me levanto desnuda y salgo corriendo hacia el baño.

Un grito sale de mi boca al verme en el espejo.

Tengo varios chupetones en mi cuello y mi pecho, ni hablar de algunas marcas en otra parte de mi cuerpo.

-¿Qué pasó?- Pablo entra asustado al baño por mi grito y abre los ojos al verme- ¿Qué te pasó?- aprieto mis manos formando puños.

-¿Qué paso?- grito y lo señaló- ¡Paso que ambos rompimos el código!- lo señaló, Pablo está desnudo delante mío- ¡Todo esto es tu culpa!- él abre los ojos y su mirada se oscurece.

- ¿Mi culpa?- se señala- Pues… Recuerdo que tú en ningún momento te quisiste detener- cierro los ojos molesta y niego.

-Si no hubieras traído licor, esto no hubiera pasado- abro los ojos y observo su mirada dolida.

-Bueno ya, paso lo que paso- dice dándose la vuelta y al hacerlo abro los ojos al ver su espalda completamente aruñada.

-Sabes que no es así- digo molesta y lo sigo- No debemos arruinar lo que tenemos por un estúpido revolcón- en ese momento Pablo se voltea y me mira furioso.

-Para mí no fue un estúpido revolcón- dice dolido.

-Para mí lo fue- aprieta su boca y me mira con ganas de querer matarme- Quiero que te vayas- señaló la puerta.

-¿Me estás echando?- da unos pasos hacia mí y yo retrocedo.

-Necesito procesar todo esto, Pablo- digo soltando un suspiro y camino hacia la cama tomando una almohada para cubrir mi desnudez- Sabes que esto complica las cosas- susurro y lo miro- No quiero que las cosas cambien entre nosotros- Pablo se acerca hasta la cama y toma mis manos.

-Las cosas ya no podrán ser las mismas- suelto mis manos y me acuesto en mi cama y le doy la espalda. Lo escucho suspirar y de un momento a otro la puerta se abre y se cierra y después escucho la puerta de salida.

Me acurruco haciendo un ovillo y mis lágrimas empiezan a descender por mi rostro.

No quiero perder a mi amigo.

                             ********

Han pasado dos semanas a las cuales he ignorado a Pablo. Sé que está molesto por mi actitud, pero aun así sigue insistiendo que necesitamos hablar y yo me niego a hacerlo.

Tengo miedo, mucho miedo de lo que me quiera decir, no sé qué hacer, además mi cabeza ha tratado de olvidar mis problemas con él y solo concentrarme en mi futuro bebé.

Ayer me escribió sabiendo que el día de hoy es la fecha de la inseminación y me pidió dejar que me acompañara y le dije que sí, pero mentí. Le informé que la cita era en la tarde, lo cual es mentira y en este momento me encuentro esperando en la sala de espera a que me llamen.

Tengo muchos nervios y con él a mi lado va a ser peor. No quiero que por estar pensando en nuestros problemas me afecte la inseminación.

Necesito tranquilidad y eso es lo que he tratado de hacer evitándolo, pero cada vez que cierro los ojos y duermo, sueño con sus besos, con sus caricias y sobre todo sus embestidas.

¡Una mierda total!

Panbo se convirtió en el protagonista de mis sueños calientes y lo odio por eso.

-Señorita Bustamante, ya puede pasar- me tenso un poco, Bustamante es el apellido de Pablo.

-Soy Andrade- la enfermera asiente y me señala la sala para irme a cambiar y ponerme una de esas batas.

Suspiro cansada, últimamente me ha costado hacerlo ya que trato de no dormir para no soñar con mi amigo.

-Siéntese acá por favor- me señala una camilla y lo hago. Otra enfermera se acerca y toma mi presión y me examina

-Necesitamos que se acueste y separe sus piernas apoyándose en esto de acá- señala al final de la camilla y yo asiento.

-Buenos días señorita Bustamante- dice el médico. Yo hago una mueca.

-Es Andrade- corrijo molesta y el médico me da una mirada de disculpa.

-Lo siento- toma una Tablet y empieza a ver unas cosas en ella- Señorita Andrade, antes de que traiga las muestras, necesito que abra bien las piernas para poder examinar como está el cuello de su útero- dice y hago lo que me pide.

Me siento incómoda sintiendo como el médico mete los dedos por dentro de mi vagina. Los mueve y me provoca ganas de orinar, hago una mueca y sigue moviendo los dedos como si buscara algo.

-¿Pasa algo doctor?- preguntó al ver su rostro contraerse.

-Señorita Andrade ¿Usted ha tenido relaciones sexuales últimamente?- dice y yo aprieto los labios.

-¿Por qué lo pregunta?- él médico saca sus dedos de mi vagina, cosa que agradezco y se endereza en su silla.

-Responda por favor- me dice.

-Si. Hace unos 20 dias más o menos- él asiente y se levanta de su silla y quita los guantes que tiene puesto y se va al pequeño lavamanos que está a un lado.

-Levántese señorita Andrade

-¿Qué sucede doctor?- pregunto nerviosa y el camino hasta su escritorio y se sienta tomando su teléfono y habla con alguien diciendo que ya no traiga nada, que la inseminación se cancela- ¿Doctor?- llamó su atención.

-Señorita Andrade, vaya a vestirse y cuando salga le explico todo

-¿Qué sucede? ¿Por qué suspende la inseminación?- digo un poco molesta.

-Usted no necesita de ninguna inseminación señorita Andrade- dice.

-¿Por qué lo dice?- me mira y se apoya en su silla.

-Usted no lo necesita porque ya está embarazada.







Continuará.....

PEQUEÑAS HISTORIAS PABLIZZA/BENJAMILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora