Capitulo 1

395 37 34
                                    

PABLO

Tres conciertos, cuatro presentaciones en vivo y una pila de álbumes para firmar me hicieron sentir como un zombi.

Todavía estoy sudoroso del último concierto y estoy considerando seriamente encenderme un porro para tratar de liberar el estrés, pero estoy seguro de que la Dra.Gloria me arrancaría el hígado si volviera a usar marihuana como válvula de alivio del estrés. 

Me quedo mirando la mesa frente a mí mientras me siento en el asiento del autobús y veo pasar a Nueva York ante mis ojos. El MacBook está abierto a las partituras que Manuel, mi mejor amigo y compañero de viaje, digitalizó.

Para él, escribir a mano es algo extremadamente desactualizado, con lo que estoy completamente en desacuerdo, pero no soy lo suficientemente fuerte para luchar contra él. 

Honestamente, he estado sin fuerzas durante mucho tiempo. 

-Rubio, esta es la tercera vez que llama Consuelo. 

Hablando del Diablo…

-Déjala que siga llamando

Mi pecho se aprieta cuando digo estas palabras, pero son necesarias. Resulta que cuando se trata de ser famoso, mucha gente no te dice lo difícil que es, nadie empieza a contar una historia sobre lo difícil que fue llegar a donde estás.

Comencé mi carrera como artista muy temprano, por así decirlo, me involucré en mucha mierda, drogas, anarquía y Consuelo. 

Esta chica me robó el corazón el primer segundo que la vi, es una tontería admitirlo, pero me gustó desde el primer instante, como una especie de magnetismo que nos atrajo de inmediato. Era increíble con una sonrisa asombrosa, una mujer decidida que estaba dispuesta a vivir con un chico como yo. 

Un niño que salió de un pequeño pueblo de Canadá mientras ella venía directamente de la gran ciudad. Pero todo lo bueno es de corta duración, ¿no es eso lo que dices? Pasamos buenos momentos juntos durante los siete años de nuestra relación, pero también tuvimos momentos oscuros, como mi depresión, adicción y su comportamiento explosivo hacia mí. 

Hubo muchos momentos difíciles, pero la amaba, sé que la amaba, pero en algún momento las cosas cambiaron.

Ella quería más, yo no, aunque sabía que sería feliz con ella, mi corazón siempre me decía que no era ella a quien quería conmigo. 

Consuelo no es la chica que siempre me viene a la mente ...

Soy un idiota, lo sé.

Puedo tener el mundo a mis pies y sigo pensando en la misma mujer desde que salí de Canadá.

Estúpida mierda de corazón, ¿por qué no podia palpitar por la chica adecuada?

Alguien que hiciera las cosas como dicta la vida.

¡No una loca que prende fuego a todo lo que la rodea!

-Tienes esa mirada en tu cara otra vez- me vuelvo hacia Manuel que se ríe mientras se sienta en el sillón frente a mí. 

-¿Que mirada?

-La que haces cuando piensas en Marizza. 

Pongo los ojos en blanco, suspirando.

¿Ya mencioné que el nombre de esta chica está prohibido en mi espacio?

No, no volveré a pensar en esa loca, de ninguna manera.

¡Lo superé!

¡Dejé todo atrás sin arrepentirme! 

Mentiroso

¡Cállate maldita conciencia!

-No estaba pensando en ella- murmuro haciéndolo reír. 

- Ah cierto, no puedes escuchar sobre su nombre por eso comienzas a pasar tu mano por el tatuaje en tu estómago- se burla y rápidamente aparto mi mano del tatuaje - Todavía no puedo entender qué te hizo tatuar eso. 

-Es el nombre de mi álbum. 

-Por supuesto, porque se limerencia trata solo de la nueva gira, ¿no es así?

Me vuelvo hacia la ventana, ignorándolo. La cuestión es que, cuando no era famoso, tenía una gran amiga de la infancia, la chica más bonita que he visto en mi vida, con cabello rojo y cara de ángel. Maldita sea, incluso su sonrisa era contagiosa ...

¿Por eso te gustó tanto la sonrisa de Marizza?

Dije que odio mi conciencia, ¿no?

El caso es que ella siempre estuvo conmigo, éramos inseparables y yo siempre estuve enamorado de esa mujer, a pesar de toda su locura.

Gracias a ella, comencé a cantar cuando me desafió a participar en un concurso de talentos en la escuela. Por ella empecé a patinar, porque se rompió el pie y no pudo intentar más, así que la llevaba conmigo en la tabla. 

Nos hicimos los primeros tatuajes juntos, a pesar de que estaba aterrorizada de tener algo grande en su piel perfecta. Ella fue quien me cuidó cuando me resfríé, estaba en mi primer concierto cuando comencé mi carrera.

Marizza fue mi primer amor, aunque yo no era de ella. 

No fuiste suficiente ...

No, no puedo condenar a ninguno de nosotros. Nadie gobierna su corazón y el de ella eligió a un chico normal de la universidad mientras yo viajaba por el mundo. Él podría darle toda la estabilidad que quisiera, un hogar tranquilo, niños y apoyo.

Por eso me despedí, hace ocho años, cuando ella caminó por el pasillo de la iglesia y dio el sí. 

No se puede luchar contra lo inevitable. 

No la has olvidado ...

Tantos años y siempre pienso en ella, en su sonrisa y en cómo me subiría a un avión hasta los confines de la tierra si me llamara, es tan patético.

¿Cómo es posible que me siga gustando esta loca?

Quiero decir, cuando le dije que estaba enamorado, ella dijo que iba a dejar a Javier y huir conmigo. 

Sonrío al recordar la noche que me contó sobre su compromiso y cómo lloró pidiéndome que la dejara seguirme por todo el mundo. Ella lo dejaría todo por mí, pero yo nunca me lo perdonaría si eso sucediera.

Si abandonaba la escuela de moda, si dejaba al chico que le gustaba por un alborotador egoísta como yo. 


Continuará....

PEQUEÑAS HISTORIAS PABLIZZA/BENJAMILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora