Me cuesta respirar, siento un horrible peso sobre mi cuerpo, trato de moverme pero no puedo.
-Umm- muevo mi cabeza de un lado a otro hasta que me suelta y exhalo con fuerza el oxígeno- ¡Idiota!- Pablo está sobre mi riendo a carcajadas- ¡Bájate!- se hace un lado sin dejar de reír.
Pablo y yo tenemos un juego... Un poco peligroso por así decirlo. Cuando uno encuentra al otro dormido y lo quiere despertar lo hace de varias formas. Una de ellas es apretar su nariz y tapar su boca y evitar que el oxígeno entre, otra es verter agua en su rostro o hacer cualquier tipo de broma y eso va sumando puntos de quien lo hace mejor. En cuanto a dejar de respirar, le tomamos el tiempo a ver quién dura más. Un día de estos vamos a terminar muerto alguno de nosotros.
-¿Cuanto dure?- Pablo mira su reloj y hace una mueca con sus labios- Minuto y medio- dice poniendo sus manos detrás de la cabeza.
-Siempre haces trampa- digo y encoje sus hombros- ¿Qué haces acá?- levanta una ceja.
-¿Disculpa?- mira a su alrededor- Creo que esta es mi habitación- señala y me recuento sobre su pecho escuchando el sonido de su corazón.
-¿Estás escapando?- susurro.
-Si- dice después de una pausa- Cada día está más intensa- sonrió imaginándome a Paula con su histeria- No sé cómo te la soportas- digo y lo siento suspirar.
-Es mi novia- dice- Supongo que la amo- levanto mi rostro para mirarlo.
-Tú no la amas- digo.
-¿Por qué dices que no la amo?- se incorpora sentándose a mi lado.
-Si la amaras, no estarías escapando a toda hora de su lado- digo- Ademas te la pasas mas conmigo que con ella
-Puede que no la ame como al principio pero si la quiero - dice - Lo que sucede es que me irrita que siempre esté con lo mismo
-¿De casarse?- pregunto y no sé por qué siento un nudo en mi estómago al imaginarlo casarse. Será que es por el miedo de perder su amistad.
-Si- asiente con la cabeza y vuelve a recostar sobre la cama apoyándose en sus brazos- Dice que ya es hora de dar el siguiente paso, llevamos más de dos años y bueno- encoge sus hombros.
-Y... ¿Tú quieres hacerlo?- pregunto nerviosa.
-Supongo que ya es hora- encoge de nuevo sus hombros -Estoy en los veinticinco, es hora de dar el siguiente paso- golpeo su rostro con la almohada.
-Si claro, veinticinco- mi amigo ríe y me jala del brazo para recostarme de nuevo sobre su pecho.
-¿Qué tal si nos quedamos a dormir acá?- susurra acariciando mi cabello
-Vaya que si eres cobarde- su pecho se mueve por su risa- ¿Aún no puede entrar a esta casa?
-Nop- dice.
-Ok- ambos suspiramos y cerramos los ojos.
-No entiendo por qué ustedes no son pareja- dice alguien y abro los ojos encontrándome con Mora que está en la entrada de la habitación con los brazos cruzados.
-Sabes la razón- digo y ella me mira con expectativa.
-¿Me recuerdas?- dice Mora
-Tu hijo lo tiene muy pequeño- digo - Y coge muy mal- Mora suelta una carcajada.
-Pensé que con los años ya le habría crecido- ambas reímos y Pablo me toma entre sus brazos y empieza a apretarme con fuerza como si fuera una culebra enrollando mi cuerpo.
Hace unos años, para ser exacto cuando ambos teníamos diecisiete, decidimos que ya no queríamos ser vírgenes, pero había un problema. Yo era el patito feo de la escuela y él era el supuesto galán que tenía a todas las chicas en su cama y él no quería que nadie se entere que era virgen. Excepto yo claro.
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PEQUEÑAS HISTORIAS PABLIZZA/BENJAMILA
Kısa HikayeHistorias cortas de Pablizza y Benjamila Son historias de pocos capítulos las publicaré en esta sección No habrá maratones ya que son historias que no tienen muchos capítulos y serán actualizadas diariamente Pueden haber también historias que incl...