PEQUEÑAS HISTORIAS PABLIZZA/BENJAMILA

FINAL

MARIZZA

Había llegado el gran día.

El día de mi boda.

Me miré en el espejo, estaba bien vestido, esperando que llegara el momento.

Pero me faltaba algo.

No sabía qué.

- Dios mío, amiga. Nunca había visto una novia más hermosa. - me dice Pili, emocionada.

Sonrío por sus palabras.

- ¿Mi cabello está bien?-pregunto, indecisa.

- Esta perfecto. - me asegura.

- Será mejor que nos vayamos, no quiero llegar tarde.

- ¿Estas loca? Este es el encanto de la novia.

Me acerco a mi joyero, donde estaba el cordón que Pablo me había dado hace diez años.

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Con cada paso que daba hacia el altar, mi certeza se iba.

Sostenía la cuerda con fuerza en mi mano.

- ¿Marizza?

Tan pronto como me doy la vuelta, veo a Pablo en la puerta de la iglesia.

Mis ojos están muy abiertos y mi corazón se acelera.

Me detengo a mitad de camino.

- Tú no puedes hacer esto. - dice en voz alta, acercándose a mí.

- ¿Estás loco? - es lo único que puedo decir.

Todo el mundo mira la escena, sin creer.

- Aquí estoy. - dice, tomando aliento. - Corrí hacia aquí como loco. - me mira a los ojos. - Por tí. Por nosotros. - hace una pausa. - Por qué no puedo pasar otro día sin ti a mi lado

El deseo de llorar se apodera de mí.

- No puedes hacerlo contigo. - susurro. Las lágrimas corrían por mis ojos.

- Por favor, Marizza. Te necesito. Te amo. - sostiene mi cara entre mis manos. - ¡Estoy loco por ti!

Espera mi respuesta, sin soltarse.

Las lágrimas seguían saliendo y no sabía qué decir.

- Yo ..- respiro hondo. - No puedo. - mi llanto fue fuerte. - No puedo, Pablo. Lo siento mucho.

Una lágrima cae por su rostro y se aleja de mí.
- Se feliz. - sólo pudo decir.

Y solo puedo mirar, cuando se da vuelta y sale de la iglesia.

Sin mirar atras.

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PABLO

Solo sabía llorar y llorar por tanto tiempo perdido.