Un defecto

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Despertar y ver que te encuentras rodeado por una gran cantidad de robots que te apuntan con armas sería algo preocupante, pero en cierto punto de la vida algunas personas despiertan y es normal, el problema era que Román no disfrutaba esa actividad y en ese momento estaba ocultó tras el paraguas de Neo.

Golden: si preguntan todo es culpa de Román —El hombre el bombín se mostró indignado cuando escuchó la afirmación del rubio— Neo y yo solamente somos víctimas de un malvado bandido, unas victimas circunstanciales

Román: Neo nunca seguiría un plan tan absurdo —Volteo su mirada a su socio, pero ella cambio su apariencia por la de una niña de la calle, la ilusión desapareció cuando la mano de Roman toco la cabeza de la chica— ¡No es divertido!

???: ¡Claro que lo es! —Los tres voltearon sus miradas y vieron a un muchacho de quizás 17 años, sentado en una silla giratoria de gran tamaño donde podía recostarse y levantar los pies sobre los apoyabrazos—

Era un chico de piel pálida, su cabello era blanco como la nieve y era tan largo que cubría sus oídos y los flequillos llevaban hasta debajo de su barbilla, además de que tenían adornos hechos de lo que parecía ser cobre, creando patrones en su cabello.

Notaron que tenía una especie de válvula saliendo de su cráneo, con un medidor que se movía de manera constante, sus ojos eran de una tonalidad naranja intensa, llegando a ser casi rojos, su mirada era curiosa, con destellos alegres cada vez que veía los detalles de sus invitados, sus ojos estaban cubiertos por anteojos redondos de alambre de cobre con gravados alrededor, como un reloj.

Su ropa parecía ser la de un mayordomo, una camisa blanca perla de manga corta que tenía resortes que la mantenían quiera en su brazo, con un chaleco café que tenía detalles de metal, sus manos tenían guantes largos de piel sin dedos, que llegaban a mitad de su antebrazo, media 1.60 metros.

Sus pantalones cafés eran largos y tenían protecciones metálicas, sus zapatos eran elegantes, elegantes y hechos de piel, pulidos a la perfección, con una punta cuadrada, pero tenían un refuerzo metálico en la punta, el muchacho bajo de su silla y caminó hasta sus invitados, alejando a los robots que estaban en rodeado a Golden, Román y Neo.

???: Mucho gusto, armaron un gran alboroto allá arriba, una vez me siguió la policía militar y cazadores ¡Es una locura! —Su risa resonó en toda la habitación, hasta que noto que todos lo estaban mirando de manera peculiar— soy demasiado descortés...

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???: Mucho gusto, armaron un gran alboroto allá arriba, una vez me siguió la policía militar y cazadores ¡Es una locura! —Su risa resonó en toda la habitación, hasta que noto que todos lo estaban mirando de manera peculiar— soy demasiado descortés, me emocione mucho viendo sus armas y las cosas que habían traído con ustedes, un paraguas fortalecido con aura y un bastón pistola, sin contar guantes lanza rayos

Roman: ¿Alguien además de mi sintió que esto es bastante familiar? —Neo tomo la apariencia de Ruby y giro su dedo índice de un lado de su cabeza, sabiendo que ese sujeto posiblemente estaba tan loco como la chica de capa roja— 

???: me presento, soy Arquímedes Schnee, fabricante de armas, genio, inventor, genio inventor y aprendiz de ingeniería robótica, además de un gran fanático de las armas —Volvió a su silla y tomo una caja de jugo sabor manzana, presiono un boton en su cinturón y un robot de pequeño tamaño salió de una pared repartiendo cajitas de jugo a los invitados— ¿Quieren helado? tengo de todos los sabores, a algunos no les gusta pero quitan el frio

RWBY: Equipo GRYMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora