Infierno

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El infierno, el lugar de tormento eterno estaba en una lucha interna entre los diferentes reyes y príncipes demonios, cuando se dijo que una casa dividida contra si misma no iba a vencer estaba pensando en esto, todos están ocupados tratando de defender algún ego atacado y orgullo ofendido, las torturas habían disminuido ya que los demonios estaban parando para ir a la guerra.

Todos creerían que se veía así la mayor parte del tiempo, pero en realidad no, los demonios del infierno eran bastante organizados en propósito, las guerras internas no eran tan comunes, hasta que apareció el titiritero rojo, ese sujeto fue el comienzo de la guerra en interna.

Mentía, engañaba y tendía trampas, las guerras muchas veces comenzaban por haber ofendido a alguien, por rumores que obligaban a un rey demonio a ir a la batalla para no perder su prestigio, las cosas estaban casi normales, pero era demasiado agotador lidiar con esta clase de situaciones y no poder seguir planeando tentaciones o escapar para ir a causar caos en la tierra.

Ahora tenían que tratar con un arma que escapó de su tormento en el fondo del infierno y ahora causaba desastres a dónde quiera que fuera, cada caza terminaba en desastre o en guerras, por lo que se estaba considerando sacarlo por la puerta principal lo antes posible, no importaba que Azrael queme todo, era preferible y las fácil de arreglar que lidiar con ese soquete.

Pero en un lugar apartado, donde se había aislado del todo, había una puerta de hierro cubierta por telarañas negras, tenía tantos sellos que algunos se estaban sobreponiendo a otros, pero en lugar de anularlos, estaba volviendo más fuerte la barrera.

En su interior había un sin fin de telarañas que estaban siendo tejidas por arañas de materia negra, con patas de hueso que se asemejaban a agujas, era un lugar solitario que parecía abandonado, miles o quizás millones de símbolos tallados en la caverna, símbolos del idioma de los Angeles y demonios para evitar el rastreo o para mantener alejado el mal, algo irónico tomando en cuanta quien lo escribió.

En una gran mesa había diferentes libros e información que mostraba el como funcionaba el Infierno, la manera en que las almas eran arrastradas alli para recibir castigos, purgar sus transgresiones contra las leyes naturales de su realidad, pero también a la espera se ser mandadas al Abismo.

El hombre que leía estaba contemplando diferentes rituales para realizar su escape, llevaba mucho tiempo planificando su escape del Infierno, los demonios de verdad que lo detestaban y estaba aprovechando para conseguir las llaves de la gran puerta, el problema era conseguir un cuerpo físico, tendría que ser creativo.

Sobre su cabeza flotaba una corona de metal negro que ardía sin interrupciones, se rasco la barbilla y miro a las arañas caricaturescas que eran sus sirvientes, su cuerpo era simple, una esfera negra de hollín con seis patas que parecían simples alambres, una de ellas se le acerco al oído y le susurro algo, que le hizo chasquear la lengua y mirar a los seres que le rodeaban.

???: no importa que pidan, quiero esa alma a cualquier costo, lleven la chequera, tienen carta blanca para usarla —Las criaturas desaparecieron en torbellinos de cenizas y dejaron al hombre continuar con su trabajo, la puerta se volvió a abrir y el hombre de traje volteo para ver a su huésped— siempre es lo mismo... Román, tienes otra tarea, negocia con ellos, no planeo perder mi tiempo con ellos y tener que iniciar una guerra 

Román: ¿Al fin llego alguien mas de la lista? Y yo que pensaba que solo nosotros merecíamos el infierno, pero bueno, le diré a Kapa y Adam que se preparen para el escape en caso de que algo salga mal —Se dio la vuelta, pero esquivo de inmediato un cuchillo cubierto de símbolos, el cual termino incrustado en una pared cercana— ya entendí, Rot, sin errores, aunque no creo que quiera que diga las indicaciones que me diste

RWBY: Equipo GRYMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora