RWBY: Equipo GRYM

Dos Nuevos Gatos

En los muelles de Mantle se podía apreciar como llegaba una barcaza por el mar congelado, una figura encapuchada estaba sentada mientras bebía té de un termo, solamente estaba viendo al frente, perdida en sus pensamientos, se podían ver un par de ojos verdes y un mechón de cabello rubio que se escapo, pero rápidamente fue disciplinado y devuelto a su lugar.

Cuando llego a tierra camino por las orillas del mar, frente a ella se encontraba Mantle, la recordaba como una ciudad industrial que permanecía orgullosa aun bajo la sombra de Atlas, pero al llegar se encontró una ciudad que parecía el comienzo de una película de zombies como las que disfrutaban sus antiguos estudiantes.

Había varios edificios quemándose ante los combates constantes, llego a tiempo para ver como un edificio explotaba y escuchar los disparos de parte de soldados robots de Atlas y lo que parecían mercenarios, entre los que destacaba un rostro conocido para ella, Adam Taurus.

Planeaba ir tras él, pero dada la situación pensó que lo mejor seria ir directamente a Atlas, James le tenia que dar una explicación de toda esta locura y como era posible que Salem hubiera vuelto tan caótico Atlas en tan poco tiempo, la única opción era esperar que James todavía pudiera reparar todo ese daño.

La situación en la Ciudad de Atlas se estaba tornando cada vez más tensa con el pasar de las horas, Ironwood estaba hablando con los altos mandos acerca de las incursiones a sus bases en la tundra, manteniendo ciertas cosas por debajo de la mesa, como la ley dura que se estaba tratando en la ciudad y la Ley Marcial.

El consejo estaba llegando a su limite, pero sin efectuar las elecciones, Ironwood tenia la ventaja sobre los otros dos concejales, se trataba de una situación bastante tensa, las bajas todavía no eran tantas, los escándalos todavía no se esparcían y Mantle todavía era rescatable, todo lo que tenían era una gran cantidad de tensión por parte de la gente de la ciudad.

Los concejales civiles insistían en buscar la paz, mientras que Ironwood insistía en política de mano dura, tenia localizados a algunos lideres rebeldes, y sospechaba quien podría estar tras enviar armas a todas partes y hackear su sistema, sabia que debió ordenar su ejecución apenas le sacaran la verdad.

La situación actual causo un estado de excepción y ahora las elecciones parecían imposibles, la tensión acumulada estaba causando que la supuesta Autodefensa acumulara mas adeptos, calculaban aproximadamente 600 guerrilleros esparcidos por la ciudad, completando una gran cantidad de daños por culpa de eventos esporádicos de violencia.

Se trataba de una campaña constante de ataques que parecían aleatorios, pero todos apuntaban a causar que la atención del ejercito se fuera de ciertas zonas, algo que Ironwood noto, pero ante una inminente invasión de Salem era imposible poder desviar tantos recursos de sus defensas.

Su mayor problema era el apoyo de la población civil, incluso entre sus filas había focos de indisciplina ante las ordenes para reprender las protestas, muchos desertaron, por lo que estaba mandando a los estudiantes de la Academia Atlas para luchar en el frente, sabiendo que era mas probable que los muchachos mas jóvenes e idealistas siguieran sus ordenes al ver que eran lo necesario para mantener el reino por su cuenta.

Todo parecía un gigantesco espectáculo que era organizado por un director retorcido, imágenes horribles de eventos antiguos, propaganda anti atlas y mensajes nacionalistas de Mantle, inclusive el Colmillo Blanco parecía estar llegando a la ciudad, funcionaban de manera independiente, pero eran una espina muy molesta en su costado.

Ante una situación como esa era imposible esperar algo peor, pero James se dio cuenta que los dioses lo odian y que todo podía ponerse muchas veces peor, cartas de diferentes ministros y oficiales de Mistral llegaron a su escritorio, fechadas un mes atrás, habían sido retenidas por culpa de la orden de aislamiento y fueron encontradas de casualidad.