La tradición familiar

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10 años atrás

Los Grimm siempre serán una fuerza de la destrucción creada por la oscuridad, todos los días de su existencia era una constante búsqueda de la humanidad, con el único propósito de hacerla desaparecer, los reinos quizás creían estar a salvo tras los muros y hasta cierto punto era verdad, pero las aldeas fuera de los muros no tenían tanta suerte.

Cada día, cada hora del día podría ser una nueva aldea destruida por los Grimm o bandidos, la gente moría todo el tiempo y la probabilidad de morir en manos de los Grimm era tan grande que posiblemente tendrás suerte de estar fuera de los muros una semana antes de tu primer encuentro con los monstruos o bandidos.

En el continente de Anima era común este tipo de cosas y en varias ocasiones la destrucción de aldeas dejaba a mucha gente abandonada y desamparada, ellos no durarían mucho tiempo sin nadie, se resignaban a vagar en busca de un nuevo hogar y tener la suerte de no tener un encuentro cercano con los Grimm.

En la actualidad se veía a una niña desaliñada y sucia sobre un árbol mientras trataba de que no la alcanzarán un par de bandidos que se estaban divirtiendo arrojando rocas a la aterrada infante que abrazaba el tronco del árbol para que no caer, pero estaba tan cansada y hambrienta para seguir luchando.

Sus pequeñas manos se aferraron a la rasposa madera del árbol donde estaba cuando una roca impacto en su cabeza y la hizo sangrar, solamente podía escuchar la risa del hombre que lanzo la roca y logro ver como tomaba otra roca y se preparaba para lanzar otra roca, cerro los ojos esperando que llegara el impacto, pero lo que encontró fue a un hombre alto tomando el brazo de su agresor.

???: ¡Si que eres dura niña! esa cabeza tuya debe estar hecha de roca para soportar el golpe y seguir consiente —El hombre que la atacaba parecía conmocionado, el agarre del hombre con orejas de lobo parecía sonreír y aumento la fuerza del agarre— ¿Tienen comida? muero de hambre y creo que me vendría bien un pequeño bocadillo

???2: ¡Púdrete maldito! —La niña cerro los ojos pensando lo peor, escucho un disparo y despues dos gritos ahogados, miro al suelo y no encontró nada, no había rastro de los dos agresores y a lo lejos escucho el gruñido de algún animal comiendo algo—

Pero ella fue mas lista que otros niños, corrió en dirección opuesta lo mas rapido que pudo, tropezando con rocas y con ramas rasguñando su cara, no sabia a donde se movía, solo sabia que debería correr o ser atrapada por lo que sea que allá atacado a esos hombres, pero en su carrera no vio una raíz de algún árbol y tropezó, rodando colina abajo hasta que su cabeza golpeo un árbol y todo se volvió negro.

No supo cuanto tiempo paso pero logro al despertar se sentía mucho mas cansada que antes, miro al cielo estrellado y la luna fragmentada, pensó que era el final, no tenia fuerza para seguir avanzando, solamente queria dormir una larga siesta y despues despertar en casa, con su madre preparando el desayuno y sin haber sufrido todo ese infierno.

Estaba cerrando los ojos cuando sintió un aroma dulce en el aire, abrió los ojos y su boca de inmediato salivo, se arrastro por el piso y sus piernas tomaron fuerza de alguna parte antes de correr por el bosque hasta una fogata, no vio a nadie cerca, pero sus ojos encontraron lo que buscaba, un gran plato con panqueques apilados.

Incluso había un embace con miel de maple en el lugar, su mente estaba mas ocupada en comer que en encontrar sentido en lo que sucedía, tomo la comida y comió con las manos lo mas rapido que pudo en busca se saciar su hambre, sintió la presencia de alguien y volteo de inmediato.

Allí sentado estaba un hombre de cabello negro, ojos plateados, orejas y cola de lobo, su mirada fría como hielo y afilada como un cuchillo, parecía indiferente por su presencia, la niña tomo el plato y siguió comiendo con desesperación, sin que el que supuso era un fauno presentara quejas de que comiera su comida.

RWBY: Equipo GRYMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora