María, después de un matrimonio fallido y con dos hijos a cuestas consigue el trabajo de su vida como responsable de biblioteca en una prestigiosa Universidad de Madrid. Allí conocerá a un Tom Hiddleston enamorado de la Literatura Inglesa mientras h...
El reloj marcaba las 04:00 de la madrugada cuando María despertó debido a un ruido procedente del hall de la planta. Seguía somnolienta, tranquilamente se levantó para ir al baño, se sentó en la taza del WC, fue entonces cuando vio el traje negro de terciopelo en el suelo y como si fueran flashes de una discoteca empezó a visualizar todas las imágenes de la noche.
-¡TOM!
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-¡TAYLOR!
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-¡¡¡¡¡¡¡¡LOKI!!!!!!!!
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-¿Esto ha pasado de verdad?-Decía para si misma.
A las 06:00 de la mañana vendrían para la extracción de sangre así que decidió darse una ducha caliente, ponerse un camisón limpio y recoger la habitación que parecía el escenario de una batalla campal.
-¡¡Bua!! Voy a abrir, aquí se huele a vicio-exclamó riéndose.
Mientras esperaba que la habitación quedara ventilada tomó su móvil y casi sufre un shock al ver la cantidad de mensajes enviados.
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María se agobió un poco y puso el rostro cerca de la ventana para respirar el aire fresco de la noche, aunque la ventana no podía abrirse del todo por seguridad, era suficiente para sentir la libertad y bajar la ansiedad del momento.
Sin darse cuenta llegaron las seis de la mañana y como estaba programado una enfermera vino para la extracción.
-Buenos días Srta. Guillén ha madrugado usted bastante. Como se nota que tiene ganas de marcharse a casa.
-¡Qué bien lo sabe! Ojalá tengamos hoy buenas noticias.
-Seguro que si. Esto ya está listo, ahora desayune y descanse.
-Muchas gracias, es un encanto.
La enfermera salió con una sonrisa cómplice, pues había sido de las afortunadas en escuchar los gemidos del Dios del Engaño y de la Reina de Midgard. Si, no fueron muy discretos sobre todo en el momento que Tom penetró a María encima de una cómoda dando golpes en la pared como una mala bestia... claro era un Jotun.
María aprovechó para tomar el desayuno tranquila, el zumo con tostadas le supo a gloria pues la energía gastada en la noche le abrió el apetito vorazmente. Después, el cansancio comenzó a hacer mella en ella y se acostó un ratito quedando profundamente dormida.
