María, después de un matrimonio fallido y con dos hijos a cuestas consigue el trabajo de su vida como responsable de biblioteca en una prestigiosa Universidad de Madrid. Allí conocerá a un Tom Hiddleston enamorado de la Literatura Inglesa mientras h...
Tiempos de paz en Asgard, tanto palacio como su pueblo gozaban de días de gloria, dónde no había día en que Odín no deleitara a su gente con comidas el palacio, títeres, desfiles... ¡Tiempos dorados para el pueblo asgardiano!
Era media mañana cuando Loki estaba con Thor en la pista de combate de los Guerreros de Asgard, aunque al Dios del Engaño odiaba profundamente los combates, hacía todo lo posible para distraerse pues en su pensamiento sólo tenía algo o mejor dicho a alquien en bucle: María.
- Hermano, ¿qué tienes que estás aquí 3 horas ya sentado sin decir ni media palabra?- Thor preguntó realmente algo preocupado.
- Thor... metete en tus asuntos...- Loki no quiso entrar a detalle.
- Está enamorado...- se escuchó una voz femenina por detrás.
- ¡MADRE! ¿Quién te ha dado permiso para contar algo así?- La vena de la frente de Loki se tensaba.
- Loki....- susurraba Thor con cierta tensión.- no hables así a tu madre, no te olvides que es la Reina.
Loki enfadado se levantó de la grada real y dando un tirón de su capa verde esmeralda dio media vuelta y salió a marcha por todo palacio hacia su habitación.
- ¡LOKI!...- Frigga ya lo esperaba en la puerta de la habitación.
- Desde luego madre que no serás la más rápida corriendo, pero tu magia hace que no tenga ni un lugar privado.- Loki seguía enfurruñado.
- Hijo... lo siento, sólo lo he comentado porque creo que te vendría bien hablar con tu hermano... llevas días que no pruebas bocado, que apenas hablas, ni siquiera vas a la biblioteca, ni practicas magia... Loki... estás enamorado.
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- Puede ser Madre, pero si no te importa prefiero pensar en estos temas solo...- el pelinegro susurraba mirando al suelo cosa que su madre no quiso pasar indiferente...
- Cariño... si no fuera una proyección te daría un abrazo. Ella también te ama, pero aún no se ha dado cuenta Loki...
El Dios levantó su mirada intentando comprender aquello que su madre le decía, pues, al parecer algo había cambiado en la opinión de su madre, pues días antes claramente Frigga le dijo que aquello no era posible.
- Loki... sigue a tu corazón, ahí reside tu fuerza.- Frigga desapareció.
Loki respiró profundamente mientras miraba la gran puerta dorada de su habitación. Quiso entrar para ir a aquel rincón tan especial dónde estaba aquella Rosa que la conectaba con Midgard, concretamente con María.
La habitación de Loki era realmente imponente, desde luego la modestia no era un adjetivo para aquel lugar, pero aquel rincón dónde estaba la Rosa con aquella cortina oscura salía de contexto, pero al guapo asgardiano no le importaba pues de todo lo que tenía en su vida era un cero a la izquierda con la necesidad de tenerla en sus brazos, en aquella gran cama y por qué no decirlo... en el Trono de Asgard, pues aunque la línea de sucesión ponía a Thor como próximo Rey, bien era sabido que Thor preferiría luchar en las filas del ejercito asgardiano antes que vivir entre las puertas de Palacio.
Con suma delicadeza Loki ladeó la cortina para ver aquella rosa, era realmente hermosa, brillaba como nunca lo que significaba que ella estaba cerca, el latido desacompasado del asgardiano no se hizo esperar. Se acercó y tuvo aquella mágica conexión que le devolvía las ganas de reír...
María: [No sé si me estás viendo pero seguro que te estás divirtiendo... esta tarde seré la Sra. Laufeyson, no te emociones porque sólo es para salvar al pobre chico...]
- Vaya Vaya con mi midgardiana... sé la Señora Laufeyson el tiempo que quieras... - sonreía Loki.
María: [Sí claro, María, María Laufeyson]
- Jajajajaja, suena estupendo.- el guapo pelinegro disfrutaba como un niño.
María: [Dios, cada vez me parezco más a él]
- Dentro de ti hay más de mi de lo que tu crees..,- sonó algo triste y se recostó en su gran cama para descansar, la cabeza de daba mil vueltas...
