36. REDENCIÓN (parte 2)

124 12 16
                                    

Como le había indicado el Dios, María cerró los ojos y tomó fuerte de la mano a Loki.

- Tranquila María. No vamos a hacer viajes por el espacio, sólo quiero que lo disfrutes.

María no sabía qué pensar, pues estar con Loki era una montaña rusa de emociones y aún desconfiaba de él. 

- Sólo dame unos segundos más... que ya está casi.- María no escuchaba nada y sentía a Loki al lado por tanto dedujo que estaría haciendo magia.- Preparada... ¡Ya! abre los ojos.

 ¡Ya! abre los ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Wowwww.- Fue lo único que atinó María a decir.

- ¿Qué tal?.- La voz del asgardiano sonaba profunda.

María se giró mirándolo con emoción, se acercó a él y le dio un abrazo fuerte pasando las manos por su cuello tomando por sorpresa al Dios del engaño provocando que su corazón bombeara a mil por hora.- ¡¡¡¡LOKI ES PRECIOSO, GRACIAS!!!!- María le regaló la más sincera y amplia de sus sonrisas.

- No me las des, esto no es nada con lo que puedo ofrecerte María.- Loki observaba su rostro y ella le guiñó un ojo.

- ¿Y qué vamos a cenar?

- Ven, vamos a sentarnos.- Loki esperó a que María tomara asiento para sentarse él; detalle que no pasó desapercibido para ella.- Pues esta noche vamos a cenar una degustación de comida italiana, ha sido preparada especialmente para nosotros y la tengo en el maletero del coche.

- ¡Venga ya Loki! ¿En serio?-incrédula perdida y sonriendo como una niña pequeña.

Loki hizo delante de ella un movimiento de manos y poco a poco la mesa se fue llenando de deliciosos manjares que el propio Dios había encargado al mejor restaurante italiano de la ciudad.

- Esto es alucinante Loki, de verdad, yo... no tengo palabras.- No digas nada, sólo disfruta y come, tienes que estar fuerte.- Esto último lo dijo en voz baja pero lo suficientemente audible para ella.

- ¿Fuerte para...?- María tomaba un poco de vino que le había servido el guapo pelinegro.

- Para que pueda hacerte mía esta noche.- le afirmó mirándola a los ojos sin dudas.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ENTRE CLASE Y CLASE / TOM HIDDLESTON /LOKI LAUFEYSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora