María, después de un matrimonio fallido y con dos hijos a cuestas consigue el trabajo de su vida como responsable de biblioteca en una prestigiosa Universidad de Madrid. Allí conocerá a un Tom Hiddleston enamorado de la Literatura Inglesa mientras h...
El día terminó con tranquilidad, con los niños cenados, duchados y dormidos, María decidió leer en su habitación. Al llegar a la estancia el olor de las rosas de Asgard se hacía notar, ella se acercó y rozó los pétalos delicadamente...- Buenas Noches Loki...- aquel suspiro sonaba doloroso, su piel quemaba aún pero sabía que aquello había terminado y que tendría que hablar con Tom, pues, ella aún lo quería y sentía necesidad de estar con él.
Eran las 10 de la noche, acostada en su cama mirando el techo e intentando tomar la mejor decisión en esta circunstancia, María quiso hablar con Tom y decidió mandarle un mensaje al móvil.
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Quedó mirando el móvil pero no hubo respuesta... Agotada de todo el fin de semana sin quererlo quedó dormida con el teléfono en la mano.
Se hacían las siete de la mañana del lunes, María despertó y a toda prisa levantó a los niños, desayunos, duchas y a vestirse.- ¡¡Chicos venga hoy os llevo yo al cole!!- los niños encantados por aquello tomaron la mochila y salieron los tres juntos sonriendo...- Os quiero enanos- decía mientras les achuchaba en el ascensor.
Llegaron a la puerta del colegio, hoy María no tenía prisa así que tuvo tiempo para aparcar y acompañar a los chicos con tranquilidad y disfrutando de aquello, el tiempo parecía que pasaba a cámara lenta, realmente estaba disfrutando de aquella sensación.
-Adiós mami.- se despidieron de ella con aquel amor de familia que tenían y María les guió el ojo con una complicidad enorme.- Buen día chicos, os quiero-.
María quedó unos minutos mientras miraba a los pequeños entrar a sus clases y cuando la puerta de entrada se cerró volvió hacia el coche. El sol ya estaba completamente fuera calentando las calles de Madrid y ella estaba encantada con ello, en el cambio de calle pasando por la esquina...
-¡¡¡¡Ouchhhhhhh!!!!!- Chocó fuertemente con alguien y ésta cayó al suelo.
- Lo... Lo siento no era mi intención.- aquella voz era familiar, María hizo un ademán de estar bien y cuando levantó su mirada...
- ¡Sra. Laufeyson! Lo... Lo siento... De verdad que no, ayy Dios como se entere en Sr. Laufeyson me matará.- a María le dio la risa tonta porque en el fondo sabía que Loki podría matar realmente por aquello.
- Buenos días a ti también Jonathan Pine. ¿Dónde vas con tanta prisa?- preguntaba María mientras se recomponía del aterrizaje.
- Pufff, a casa, acabo de salir del turno de noche.- decía algo triste.
- ¿Te encuentras bien? ¿Quieres un café? Creo que ahora me toca a mi ayudarte.- El joven Pine asintió agradeciendo. Por suerte cerca tenían un bar de desayunos dónde servían unos de los mejores capuchinos de la cuidad, María en la barra esperando aquellos manjares aprovechó para comprar también algo de bollería para acompañar.
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