27. YO PENSÉ QUE ERA IMPORTANTE

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Lunes, el tiempo nublado acompañaba al estado de ánimo de María que apenas tenía fuerzas para levantarse de la cama. Miró su teléfono móvil y Tom seguía ausente, pensó en escribirle pero lo que saldría de ella sería grosero y no quería quedar mal.

En su baño, se miró al espejo y comenzó a llorar, sentía un dolor fuerte en el pecho fruto de la traición de Tom.

Hizo un delicioso café y mientras lo tomaba miraba por la ventana observando la lluvia que caía de la misma forma que las lágrimas de María.

Pensó que como aún tendría unos días de baja laboral, lo mejor sería tomar distancia con él, además tomó la decisión de devolverle el libro de poesía, pues amargamente sabía que sólo representaba dolor para ella.

Tomó una ducha, se puso un cómodo chándal y fue a su habitación a buscar el libro que Tom le regaló. Una vez lo sostuvo en sus manos, abrió la página que aquella noche le leyó, noche que para ella fue muy especial, fue su principio y por desgracia parecía que llegaba su final.

Tomó las llaves, mochila y su paraguas, fue directa a la primera estación de correos para llevar el libro, puso la dirección de la Universidad y salió triste de aquel sitio, pensando en aquel rubio de ojos azules que había robado su corazón y en aquel pelinegro que había robado la pasión de su interior.

- Tom... Loki... ¿Por qué?...- repetía María una y otra vez mientras andaba por las calles de Madrid.

Llegó a casa y llamó a Ana, la madre de Martín, para ir a por los pequeños. Finalmente sería a las 17:00 de la tarde, así que María aprovechó para poner en orden las cosas de los nenes, poner un par de lavadoras y abrir una gran tarrina de helado de menta y chocolate.

A las 16:00 salió de casa con un taxi para ir a por los chicos, los cuales esperaban emocionados a su madre en el portal de Martín.

-¡¡Mami!!- Alonso y Gonzalo saltaron sobre su madre.

- Hola pequeñajos ¿Cómo ha ido ese finde de amigos?

- Hola María, se han portado genial. Puedes estar tranquila.- decía Ana mientras tocaba las cabecitas de los chicos.

- Hola Martín, ¿Cómo ha ido el cumpleaños? Espero que las pelis fueran divertidas.

Martín era autista de alto funcionamiento, pero con María y sus hijos sentía paz.

- Sí, gracias Sra. Guillén. Lo hemos pasado bien.

- Me alegro mucho corazón, otro día te vienes tú a casa.- Martín asentía.

- Bueno Ana, gracias por todo, ahora nos vamos que mañana hay cole y nos tocan las duchas, uniformes y preparar mochila.

- Gracias a vosotros María, mañana nos vemos en el colegio. Que descanséis.

Todos se despidieron y María subió a los nenes al taxi y de camino a casa. Una vez llegaron los peques fueron a su cuarto para jugar y ella comenzó a preparar las duchas, cenas, mochilas...

En un momento después de cenar, María tomó su teléfono esperando tener noticias del Británico, pero nada, sabía que serían días difíciles para ambos.

Los niños ya dormían y ella fue a su cama, donde se puso música relajante de forma que pudiera conciliar el sueño... En unos minutos... Morfeo llegó.

Alexa: Buenos días Srta. Guillén son las 06:30 a.m. soleado y tráfico despejado.

- Mmmm voy....

Como cada mañana María preparó los desayunos, vistió a los peques y esperó que tía Patri viniera a por ellos.

Patri entró a casa de su hermana y lo primero que hizo fue ir a darle un abrazo.

ENTRE CLASE Y CLASE / TOM HIDDLESTON /LOKI LAUFEYSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora