21. NO QUIERO DESPERTAR

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Sus miradas eran de deseo, él se acerco a su rostro lentamente la tomó de la cabellera y la besó con mucha dulzura, parecía que Loki se había esfumado y bajo ella estaba Tom.

- Eres fantástica...- su voz se sentía con paz.

- No te quedas atrás asgardiano... creo que nadie me ha hecho ver las estrellas de esta manera, las he visto en el cielo, pintadas, en películas, pero jamás durante el sexo.

La mirada del guapo ojiazul era de auténtica satisfacción y una sonrisa con intención se hizo presente en su cara.

-Niña

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-Niña... creo que necesitamos una ducha.- ven conmigo.- Ella tomó la blusa dando unos pasos, mientras se la ponía, giró y lo miró de reojo muy sensualmente y Tom se ruborizó más de lo que él hubiera pensando.

Ya en el baño, María comenzó a terminar de desvestirse, se hizo un moño y quedó completamente desnuda frente a él. Quedó impertérrito ante ella.

- ¿Pasa algo?.- susurró ella de forma insegura.

- Estoy intentando memorizar cada centímetro de tu cuerpo.- La voz era ronca y su mirada penetrante.

María se puso nerviosa y decidió meterse en la ducha. Era muy amplia, lo que daba lugar a pensar que algún día en algún momento aquel sería el escenario de una tórrida escena sexual. A los pocos segundos, algo se hizo notar en la parte trasera de María seguido de los brazos que aquel Dios que la rodeaban con cariño dejando besos en sus hombros descubiertos.

- Me encantas... eres suave, tus curvas me hacen perder el sentido, tu pelo me da ideas algo obscenas...-  ronroneaba Tom en su oído.

Ella de forma lenta, con sus manos sobre los brazos de Tom, se dió lentamente la vuelta quedando frente a frente sin apenas distancia entre sus labios.

- A mi también me encantas.- Soltó sus manos y las deslizó por su espalda llegando a sus rubios cabellos rizados y acariciándolos.- no sé muy bien a qué estamos jugando Hiddelston pero si es un sueño no quiero despertar.- Terminó la frase con un beso dulce, lento y medido en cada movimiento.

- Mmmmmmmm, no pares María...- Él parecía derretido y sometido a ella, a sus caricias, a sus besos, a sus palabras...

-No podemos estar bajo la ducha todo el día, en un rato tengo que volver a casa, mis hijos tienen que comer.

- De acuerdooooo.- se quejó como un niño pequeño.

Ella salió de la ducha tomando una de las toallas que habían dejando a Tom tranquilo para que terminara.

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ENTRE CLASE Y CLASE / TOM HIDDLESTON /LOKI LAUFEYSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora