40. YO ERA UNA SIMPLE BIBLIOTECARIA

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María salió de la ducha con sentimientos encontrados, por un lado sentía mucha culpabilidad por lo que había sucedido, pero ciertamente no dejaba de pensar en la noche que Loki. Cada vez que cerraba los ojos veía al Dios nórdico imponente haciéndola suya...

- Loki... ¿que me has hecho...?- susurraba mientras tomaba sus cosas de la habitación.

Antes de salir María miró la sala como queriendo inmortalizar aquel escenario que comenzó deleitando sus más oscuros deseos y terminó destruyendo un amor naciente... Tomó el pomo de la puerta para dar final a aquello y con lágrimas en los ojos tomó el ascensor que la llevaría hasta la salida.

- ¡Sra. Laufeyson!- levantó la voz el recepcionista del hotel. María puso los ojos salidos de sus órbitas y con la poca dignidad moral que le quedaba se acercó al mostrador esperando palabras de aquel chico.

- El Sr. Laufeyson dejó esto para usted, nos dijo que era muy importante que se lo entregara.- María tomó aquella caja, era preciosa, blanca impoluta con un lazo de sarga color rosa pastel... sinceramente algo cursi para ser de Loki, miró al chico buscando la identificación en su chaqueta.

- Gracias SR... Pine, es usted muy amable.- contestó María.

- Ha sido un placer Sra, esperamos que su estancia en este hotel haya sido satisfactoria.- "y tanto" pensó ella.- Hasta la próxima.

María se despidió con una sonrisa de aquel chico tan atento y sentada en un sillón de la lujosa entrada del hotel se dispuso a abrir aquella caja que Loki había dejado para ella. Quedó unos segundos mirando aquella caja como deliberando si tenía que abrirla o no, finalmente un empujón de su corazón le llevo a deshacer aquel lazo y ver el contenido.

- Loki...- no pudo evitar emocionarse, era el libro que el asgardiano le había regalado en su cita de la noche anterior, las manos de María se deslizaban con cariño por aquel libro intentando sentir algo de cariño y consuelo. - Ohhh una nota- se dispuso a abrir la nota la cual tenía una excelente letra manuscrita que parecía sacada de una novela de historia antigua.

" Querida Midgardiana - Loki... eres la leche-; 

Desde el primer momento en el que te vi, supe que tú eras mi destino,por eso no me preocupa que nuestros caminos se separen ya que estoy seguro de que es algo temporal, y que al final, estaremos destinados a reencontrarnos y te haré mía cada noche hasta el fin de mis días.

Tú, Mi Reina, siempre a tuyo, siempre mía.

L.L."

María comenzó a llorar y sus lágrimas rodaron por sus mejillas dejándolas caer en la nota, de repente sobre aquel trozo de papel mojado se dejaba ver un corazón dorado que a los pocos segundos desapareció.

- Madre mía Loki... ¿Qué más tienes preparado? Esto me está superando, no puedo más.- tomó unos minutos para respirar y meditar.

- Tome Sra. Laufeyson, un vaso de agua.- María levantó la vista y aquel joven Pine le trajo un vaso de agua.- El Sr. Laufeyson me ordenó expresamente que le diera todo aquello cuanto necesitara, también disponemos de servicio de chófer si así lo desea.- Eso terminó de romper a María y un llanto desconsolado arrancó en sus entrañas haciendo que el el recepcionista la llevara a una sala privada anexa al hall de la entrada.

- ¿Necesita algo más Sra. Lau..?

- Por favor, no me llames más así, llámame María.

- Si claro, disculpe.- El chico miró al suelo.

- No te preocupes, es que estoy muy agitada emocionalmente. No necesito el servicio de chófer mi casa queda a unas pocas calles de aquí, iré andando y tomando el aire, creo que me vendrá bien.- María intentó sonreír al chico que se notaba que era forzado. 

- Quédese aquí todo el tiempo que necesite, estaré en la recepción si me precisa.- ella asintió en modo agradecida.

María no tenía fuerza para ponerse en pié y sólo quería aclarar sus ideas. Decidió llamar a Gemma pues ella más que nadie entendería su situación. Ella estuvo durante una hora hablando con su amiga por teléfono desde aquella salita privada del hotel, entre llantos y lamentos Gemma intentaba darle cariño a la vez de una reprimenda por haberse metido en semejante berenjenal...

- Tranquila María, por lo que me dices Loki ya se ha ido así que ahora sólo si tú quieres tendrás la oportunidad de hablar con Tom y solucionarlo, pero... creo que deberías tomarte un respiro emocional, estás pasada de rosca y forzando tu situación.

- Lo sé Gemma, me voy a ir a casa y a descansar. Hablamos el lunes. Gracias por estar siempre ahí, te quiero.

- Yo también cielo, cuidate mucho.

Era el momento de salir de aquel lugar dignamente, así que como pudo se puso en pié y salió de aquella sala guiñando un ojo al guapo Pine y camino a casa fue haciendo reflexión de todo...

"Y yo que era una simple bibliotecaria..."


ENTRE CLASE Y CLASE / TOM HIDDLESTON /LOKI LAUFEYSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora