INSTINTOS

XIV.

Hera Mitch

- ¡Buenos días alumnos! – saludó Michelle entrando y todos babeábamos –

Hoy traía una blusa de tirante color blanca y un pantalón de látex color negro haciendo resaltar su trasero, se me seco la boca de sólo verla y mil escenarios pasaron por mi mente, sus zapatos altos a juegos, su cabello suelto, aquella sonrisa que ilumina todo el lugar, suspiré suavemente y sentí un codazo que me hizo voltear a ver a Hanna.

- Última vez – susurré molesta y se ríe –
- Entonces disimula idiota – negué y seguí viendo a la directora –
- La señora Rojas, es inevitable no verla – susurré mordiéndome el labio inferior justamente cuando su mirada recayó en mí –

La profesora empezó la clase y busqué mis gafas para empezar a prestarle atención, porque sí, esta muy buena, me encanta y quiero estar con ella en todos los rincones, pero soy una muchacha responsable que le presta atención a sus clases.

Las dos primeras horas pasaron y la profesora Rojas se fue, me pareció raro que no volteó a verme pero luego iría a verla, sentí mi celular vibrar y bajé la mirada para saber quién era, sonreí al ver el remitente.

Michelle Rojas:
¿Te gustó lo que viste? 

Yo:
No sabes que tantos escenarios me imaginé contigo y ese pantalón de látex 

Michelle Rojas:
Sabes que puedes hacerlos realidad cuando quieras

Me reí y bloquee el celular ya que entraba la profesora de Biología y me puse seria al recordar que es una de las que babea por la directora, tragué saliva y me tensé luego, saqué el cuaderno y comenzó la clase. Veinte minutos más tarde, tocaron la puerta del salón y escuchamos la voz de Catrina pidiendo entrar y así fue, cuando entró se escuchó el repique de aquellos zapatos altos que tanto me encantan.

- Hola profesora Maura – saludó educadamente Michelle y Maura se levantó de golpe –
- Hermosa directora, adelante – Rojas sonrió amable y asintió agradeciendo –
- Necesito decirle algo a los alumnos ¿Puedo? – le preguntó y la imbécil de Maura aceptó babeando –

Volteó a vernos a todos y miré el alumnado, todos en su totalidad menos Catalina babeaban por Michelle, no sé si molestarme o solamente mirar a Michelle pero ambas cosas eran buena opción.

- Chicos – volteé a verla – a final del próximo mes que sería noviembre vamos a tener un viaje de final de curso, dos semanas en Cancún – todos brincaron emocionados – Ya que en enero nos graduamos quiero darles la mejor despedida – me veía de reojo y sonreí maliciosa – así que más tardar para comienzo de noviembre necesito los permisos de cada uno ¿va? – todos brincaron emocionados pero yo no podía quitarle la mirada al escote de Michelle, era un maldito imán, no escuchaba más nada, pero si cuando la directora se despidió y la babosa de Maura casi iba detrás de ella, no la soporto –
- ¿Molesta? – me susurró Julián y asentí haciéndolo reír –
- Babosa – susurré y Julián volvió a su puesto –

Las dos horas volvieron a pasar y yo estaba agradecida con el de arriba, no soporto a esa mujer, iba hablando con Hanna cuando me tropecé con alguien y nos quejamos, cuando alcé la mirada era Alondra, iba hermosa, realmente Alondra es hermosa. Me saludó sonriente y asentí simplemente, Julián me agarró de la mano y salimos corriendo hasta el cafetín, llegué sin respiración y Jesús se reía de mí.

- ¿Tienen fútbol hoy? – preguntaron ambos chicos y Hanna y yo asentimos –
- La capitana estrena el equipo hoy – respondió Hanna y me reí –
- La capitana – susurré y los chicos aplaudían –
- Hera – dijeron a mis espaldas y me giré para ver quién era, me quedé boquiabierta –
- Cata – susurré y Julián me dio un golpecito en la espalda para reaccionar mientras oía la risa de Catalina –
- ¿Estás ocupada? – preguntó y negué –
- ¿Qué necesitas? – pregunté ahora y ella sonrió –
- ¿Me aceptas un café ahorita? – miró el reloj y volvió a verme – mientras estamos en recreo –