XLI.

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Judith Mitch

Llamada

- ¿Sí? – pregunto levantándome –
- ¿Estás despertando? – pregunta Hera confundida y me siento de golpe –
- Sí, me despertaste – respondo y nos reímos –
- ¿Por qué mediodía mamá? ¿Estás bien? – preguntó preocupada y suspiré –
- Ayer bebí y bueno me quedé dormida – respondo recordando las confesiones de Lana y se me hizo un nudo –
- ¿Está todo bien? – preguntó y suspiré –
- No puedo mentirte ¿verdad? – pregunté con la voz ronca y se ríe –
- No madre ¿Qué pasa? Y ¿Mamá Lana? – preguntó y suspiré –
- Hace tres semanas que nos divorciamos Hera – hubo un silencio – ella ahora le gusta alguien más, una tal Diana y no lo soporto Hera – dije volviendo a llorar –
- Sabías que eso podía pasar, la engañaste mamá y ella vale oro – dijo Hera y suspiré pesadamente – te llamaba para saber de ambas, las extraño – dijo y sonreí –
- Voy a ver si pido unas vacaciones y me voy a New York ¿te parece? – Hera chilló y me reí –
- Sí, hazlo mamá por favor, ahora me voy, Catlie ya llegó por mí – dijo y fruncí el ceño - 
- ¿Quién? – pregunté y ella suspiró –
- Una amiga de la universidad que vive en el edificio de al lado, ahora si te dejo, te amo – dijo y colgó –

Finalizada Llamada

- También yo – dije confundida –

Un nuevo día comienza, o bueno ya comenzó, me levanto y voy al baño a lavar mis dientes y la cara, salgo unos minutos después y paso por la habitación donde anoche se quedó Alondra, ya no está y lo agradezco, bajo hasta la cocina y nuevamente sola, me apoyo de la barra sintiendo tan grande la casa, sintiéndome tan sola, no me acostumbro a que ya Lana no esté.

- Lana – susurré suspirando –

Mi celular comienza a sonar y veo en el remitente un número desconocido, frunzo el ceño y decido no contestar, me pongo a hacer el desayuno y unos minutos después estoy sentada en la barra comiendo. Vuelve a sonar mi celular y suspiro, seguramente es una emergencia.

Llamada

- ¿Quién es? – pregunto sin ánimos –
- ¿Siempre tan directa hermanita? – pregunta riendo y me paralicé –
- ¿Ma… Marcus? – pregunté aturdida –
- El mismo al que le quitaste la futura novia hace 21 años – respondió riendo y me avergoncé –
- Ya te he pedido perdón – susurré –
- Tranquila no te llamo para eso, me encontré a Hera y me dio tu número – dijo y sonreí – es idéntica a ti Judith – dijo y sonreí orgullosa –
- Sólo físicamente, del resto es puro Lana – dije y nos reímos –
- ¿Ella como esta? – preguntó y me puse seria –
- Enamorada de alguien más, hace semanas nos divorciamos por mis infidelidades – respondo y se me hizo un nudo en la garganta –
- La única feliz sería mamá, pero lo lamento mucho – dijo y asentí – voy a dar clases hermanita, espero verte pronto, te quiero – dijo y sonreí –
- Te quiero hermanito, pronto vuelvo a New York – aviso y chilló feliz para colgar –

Finalizada Llamada

Sonreí feliz, hace años que no hablaba con Marcus, la verdad después de que se enteró que estaba con Lana me dejó de hablar y todo era una batalla, hasta que nos casamos y me tuve que alejar de ellos, él no me iba a perdonar hasta ahora que sé que todo está bien.

Una hora después salgo a la clínica y llego en treinta minutos, me bajo del coche y camino hasta la entrada cuando me tropiezo con alguien, le ayudo y cuando alzó la mirada me quedó paralizada, es una mujer de al menos 25 años, es castaña, ojos verdes, tan verdes que te ves en ellos, suspiro pesadamente y su sonrisa me hipnotizan.

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