L.

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Michelle Rojas

- Volví – gritó Regina y respiré aliviada –
- Pasabas fin de año sin mí y date por muerta – la señalé con el dedo índice y se reía –
- No creas que volví por ti, lo hice por mi ahijada idiota – dijo orgullosa y me reí para abrazarla –
- Te extrañé imbécil – dije y nos reímos –

El fin de año esta a horas y todo es un corre - corre, es lo malo de estas fechas, todo a última hora, sin embargo, estoy muy feliz, decidí darme una oportunidad con Natalie y vamos muy bien, al principio fue difícil con Charlotte pero ahora se caen muy bien, Nat ama a mi hija y es mi parte favorita de todo esto.

Mis amigos no estaban del todo felices, pero ahora si la aceptan, menos Regina que todavía no cree que me guste enserio, pero allá ella, ha vuelto de Estados Unidos y no me ha dicho más que sobre sus negocios y siento que esta bien así. En cuánto a la gente de acá, todos están felices menos Diana que extraña a su prometida, pero aceptó que no puede hacer nada cuando su hija vive tan lejos, bendito el momento que mi hermana se enamoró de la madre de la persona que necesito superar de una buena vez.

- ¿Amor? – pregunta Nat y la veo llegar, me levanto del sofá sonriendo – traje comida china y vino – mostró ambos y le di muchos besos –
- Preparo la mesa, Charlotte está en la sala – dije y asintió para dejar todo en la barra e ir a buscar a mi hija cuando el timbre sonó –
- Abro yo – gritó Nat y acepté –

Oí voces más no hice mucho caso, saqué los platos, las copas y un vaso para mi bebé, su favorito de echo, cuando alcé la mirada vi sonreír a Alondra mientras me miraba y fruncí el ceño.

- Hey ¿Qué haces aquí? Pensé que trabajabas – dije y asintió –
- Vine a que vieras a mi prometida – sonreí de lado y asentí para salir de la cocina –
- ¿Quién… - me quedé muda al ver a Carla –
- No la corras por favor – susurró Alondra y me tensé –

Pero ¿Quién soy yo para molestarme? Cuando fui una infiel también, que lo peor es que me enamoré de mi alumna, sonrío pensando en ello. Hasta que escucho un carraspeo y reacciono, miro a Carla quién tiene una tensión y terror en sus ojos, sonrío anchamente y la abrazo fuerte.

- Es difícil, pero bueno mujer, les deseo lo mejor – dije y oí chillar emocionada a Alondra quién me hizo reír –
- Gracias Michelle – dijo Carla y asentí –

Todo esta en paz, no me debe nada Alondra, ni yo a ella, ambas fallamos, quizá una más que la otra, pero ya nada importa, lo único que nos importa es la hija que tenemos en común, ella es lo único que nos une, le presenté a Alondra Natalie y ambas se llevaron muy bien, al igual que Natalie con Carla, lo cual me hizo sentir muy tranquila.

- Nos vemos en Enero, mi amor – dijo Nat despidiéndose de mí –
- Feliz año mi amor, gracias por volver a entrar a mi vida – dije acercándome a abrazarla y ella sonríe –
- Gracias por darme la oportunidad de quererte – dijo y terminé con el poco espacio para unir nuestros labios –

Finalmente Natalie se fue y empecé a vestirme, ya lo que necesitaba llevar a la cena familiar estaba listo, me fui a arreglar y una hora después ya estaba lista, opté por un vestido tipo cóctel dos dedos arriba de la rodilla, de tirante negro con lentejuela, zapatos altos negros también y un abrigo blanco, mi cabello una coleta alta y un maquillaje suave, sonreí al ver el resultado y fui a ver si Charlotte se despertó, sonreí al verla despertando y me acerqué a darle muchos besos que la hizo reír.

- Mamá – dijo titubeante y le di más besos –
- Baño que es fin de año – negó y yo asentí riendo –

Cargué a Charlotte y caminé hasta el baño, llené la tina y la ayudé a quitarse la ropa para meterse a la tina, la bañé y un rato después la saqué mientras decía cosas que no lograba entender. Dos horas después ya estaba estacionando el coche frente a la casa de mamá.

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