XXXIV.

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Hera Mitch

Llamada

- ¿Pueden venir por mí? - pregunté molesta -
- ¿Qué pasa cariño? - preguntó Julián y me desplome en la cama -
- Que en todo el viaje ella me echaba la culpa de nuestro alejamiento pero la realidad es que ella está abajo con su esposa y odio escucharlas - suspiré y una lágrima se escapó de mi ojo izquierdo - no puedo verla con ella, sólo quiero acabar todo e irme - susurré y oí a Julián suspirar -
- Arréglate, ya voy por ti - avisó y colgamos -

Finalizada Llamada

- Hera baja, por favor - gritó mamá Lana y respiré hondo -
- Voy - grité de vuelta -

Me levanté de la cama y arreglé mi vestido, salí de la habitación y bajé las escaleras encontrándome a mamá Lana de frente a todas, así que le toqué la espalda y se sobresaltó para girarse y abrazarme fuertemente, me quejé y Judith se reía.

- Ven hija - dijo Judith y la seguí -
- ¿Qué pasa? - pregunté al salir de casa -
- Feliz cumpleaños - dijeron mis madres y me dieron unas llaves, fruncí el ceño -
- ¿Ves ese coche? - preguntó Lana señalando un tesla negro -
- Es tuyo, un regalo de cumpleaños - explica mi madre Judith y me quedé boquiabierta -
- Feliz cumpleaños pequeña - dijeron mis madres al unísono y chillé emocionada saltando y luego abrazándolas -

Ambas se ríen mientras me ven emocionada, las abrazo y luego cuando camino lentamente hasta el coche el cual le bajo el seguro y me acerco lentamente hasta subirme al piloto, respiró profundo cerrando los ojos, dejando que el olor a nuevo invada mis fosas nasales unos minutos.

Un rato mas tarde llegó Julián con Jesús y Hanna, quiénes también chillan de la emoción como yo y me rio, giro a ver hacia la puerta y sólo está Michelle sonriendo mientras se cruza de brazos, sonrío de lado y sigo con mis amigos hablando, entro a casa rápidamente, subo las escaleras y entro a mi habitación para correr hasta el baño, me quito toda la ropa y abrí la regadera para echarme una ducha rápidamente.

Unos minutos después salgo con el albornoz puesto y cuando salgo, me asusto al ver a Michelle sentada en el sillón del escritorio mientras está cruzada de piernas, alza la mirada y sonríe, me detalla de abajo a arriba, trago saliva e intento hacerme la loca, sin embargo, su mirada me enciende y me pone nerviosa a la vez, se levantó y caminó hasta quedar frente a mí, suspiré suavemente y me estremecí cuando sus manos tocaron mi piel.

- Michelle debo irme - susurré pesadamente -
- Y yo quiero que seas mía - susurró en mi oído para luego pasar la punta de la lengua por mi cuello -
- Tu esposa está abajo - titubee y me mordió el cuello haciéndome gemir -
- No me interesa porque sólo quiero estar en esa maldita cama contigo Hera Mitch - dijo agarrando mis mejillas para atraerme en un intenso beso -

Sus manos fueron hasta el principio del albornoz y me la quitó haciendo que cayera al suelo, me acercó a la cama para sentarme en la punta y ella sentarse en mi regazo, nuestras lenguas batallan haciéndome gemir por lo bajito, bajó con besos por mi cuello haciéndome jadear, mientras muerde, succiona y besa, sube nuevamente a mi boca mientras mis manos recorren cada parte de su cuerpo.

- Hera apúrate - dijo Jesús detrás de la puerta y suspiré -
- Voy - susurré con la voz ronca y Michelle volvió a besarme -
- Esta noche en nuestro departamento - susurró en mi oído y se levantó para arreglarse y caminar hasta la puerta - Te quiero Hera - dijo sin mirarme y mi corazón latía rápidamente -
- Te quiero Michelle - susurré para verla salir y hablar con Jesús -

Volví a ponerme el albornoz para rápidamente ponerme algo de ropa interior, luego un pantalón alto negro, un top blanco, una chamarra negra, unos tenis Nike negros y me solté el cabello para salir y Jesús me sonríe pervertido, me rio y bajamos mientras lo abrazo del cuello.

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